Antecedentes de la batalla de pichincha 24 de mayo
Campaña definitiva
Se inicia el 9 de octubre de 1820, donde el núcleo del movimiento estaba conformado por oficiales de guarnición venezolana dirigidos dados de baja en Lima, por la batalla de Numancina, sargento mayor Miguel Letemendi los capitanes León de Febres Cordero y Luis Urdaneta.
A ellos se sumaron miembros de la elite local, hacendados y comerciantes, José de Villamil, José Joaquín de Olmedo, José de Antepara, Jacinto Bejarao, Luis Fernando Vivero, Francisco y Antonio Elizalde, Lorenzo de Garaicoa, Vicente ramón roca y otros.
Ese día aseguraron el apoyo a las tropas y del pueblos se reunió un cabildo y olmedo se posesiono como jefe político de la provincia, y el teniente Gregorio …ver más…
Con ese objetivo, el ejercito patriota ascendió subrepticiamente las estribaciones del volcán Pichincha, que se levanta al occidente de Quito, en la noche del 23 de mayo. Pero al amanecer del 24 se hallaba recién sobre el sur de la ciudad, donde fue descubierto y atacado por los realistas.
El combate se libró en condiciones no previstas por los jefes. Los patriotas tenían la ventaja de ocupar posiciones altas, pero no estaban preparados para la lucha, por lo cual muchas veces las municiones estaban lejos de los hombres que debían usarlas. Ambos bandos sabían que era un encuentro decisivo y se empeñaron a fondo en la lucha. Hubo muchos ejemplos de valor de los dos ejércitos. Pero la historia del joven teniente Abdón Calderón.
La Batalla de Pichincha fue hasta entonces la más internacional de la independencia hispanoamericana. Sucre tría consigo venezolanos, neogranadinos, ingleses e irlandeses, aparte de guayaquileños, cuencanos y quiteños de todas las provincias por las que había pasado. Con Santa Cruz venían argentinos, chilenos, peruanos y alto peruanos. En ambos bandos había españoles. Al pie del campo de batalla, contemplándolo con emoción contenida desde balcones, plazas y campanarios, estaban los habitantes de Quito.
Al final triunfo Sucre. El general Aymerich, hasta entonces presidente de la Audiencia, capituló, entregando la ciudad y sus fuertes. Quito había sido por fin liberada. Pasto, completamente aislada, no podía resistir y se rindió