Análisis del personaje piggy del señor de las moscas
Como la cultura global tiene como una de sus columnas principales el relativismo en todas sus esferas de existencia, es de presumirse que no puede reprimir el homosexualismo y de hecho ni Dios lo reprime, antes da al ser humano la libertad de tomar sus propias decisiones no sin vetarlo de las consecuencias y justa retribución. Los griegos no creían que eran factores biológicos lo que generaba el deseo homosexual, mucho menos los romanos. Más bien entendían que era fruto de la libertad de escoger de los seres humanos y de placer. Quién de hecho empezó a reprimir la “libertad” homosexual fue la cultura judaico-cristiana. Eso en se tratando de la realidad occidental, obviamente, porque no podemos desmerecer la influencia del islamismo y del budismo en las sociedades orientales en relación al tema de la represión al homosexualismo. Con el surgir de una sociedad cada vez más laica el motivo represor ha perdido peso e influencia en el siglo de las “libertades” y de nuevo las más distintas opciones sexuales han vuelto a tomar cuerpo y asumir proporciones alargadas huyendo de la marginalidad de la vida social. La Biblia, libro sagrado, para millones de cristianos en todo el mundo, va más allá en dar ejemplos de la antigüedad de la practica homosexual, remontando su existencia a las sociedades contemporáneas de Noé y también de las ciudades de Sodoma y Gomorra. Todo practicante de la fe cristiana sabe que la