Análisis de "A una que pasa" de Charles Baudelaire
A una que pasa
La calle aturdidora aullaba en torno a mí.
Alta, delgada, de luto riguroso, dolor majestuoso, una mujer pasó, levantando, meciendo el festón y el dobladillo con ostentosa mano;
ágil y noble, con sus piernas de estatua.
Yo bebía, crispado de un modo extravagante, en sus ojos, lívido cielo donde germina el huracán, la dulzura que fascina y el placer que mata.
Un relámpago... ¡y la noche otra vez! -Fugitiva belleza
Cuya mirada me ha hecho de pronto renacer,
¿no volveré ya a verte más que en la eternidad?
¡En otra parte, muy lejos de aquí!, ¡demasiado tarde!, ¡tal vez nunca!
Porque ignoro adónde …ver más…
Esta mujer que lleva consigo de forma “majestuosa” su dolor, pasa. “Meciendo el festón y el dobladillo con ostentosa mano; “ como nos dice Baudelaire a través de este par de sinécdoques, la primera que nos da una idea de su vestimenta indicando como mece el festón y el dobladillo del vestido y la segunda “ostentosa mano” que nos indica esta característica de ostentación propia de toda su clase haciéndola extensiva al resto de su figura por el movimiento de su mano.
Encabalga el poeta las dos primeras estrofas al continuar describiendo a la mujer. En efecto, con la oración sin terminar y continuando en la siguiente estrofa con la descripción de esta mujer nos da idea de su edad al indicar que pese a su andar noble el mismo es ágil y lo reafirma al describir sus “piernas de estatua “ que nos dan una idea de juventud y fortaleza física a la vez que de nobleza a través de su monumentalidad y esculturalidad. La categoriza como obra de arte al compararla con una estatua a través de sus piernas comparación esta que no transmite sensación de rigidez física pero si de cierta rigidez social. Termina así la descripción física de la mujer que nos distrajo, que nos sacó de ese entorno donde nos había ubicado el primer verso del poema.
Continúa