Andrés Ballesteros feb. 20, 2009
Español

Perdidos…o engañados?

“Pasajeros del vuelo AR-720 por favor dirigirse a la puerta de embarque numero dos.” Había estado esperando esa frase durante unas tres horas, sentado esperado, mirando el segundero que cada ves giraba mas lento, o por lo menos eso era lo que me parecía. Me voltee y le dije a Juan Sebastian que nos apresuráramos para poder sentarnos en la ventana ya que desde ese puesto se podía apreciar la increíble extensión de la selva amazónica.

Ya llevábamos cuarenta y cinco minutos en el aire por fin empezamos a ver rastros de que nos estamos acercando al “pulmón del mundo”. Un cuarto de hora después de haber estado volando sobre un tapete verde empezamos a ver claros en la selva. En …ver más…

Llegamos a la reserva natural donde nos acomodamos todos los hombres en una maloca con capacidad para veinte personas. Escogí mi cama la cual se encontraba cerca a la salida, o como yo la miraba, la única entrada de aire. Luego de acomodarnos nos dirigimos a almorzar. Pasta con curry… esa era la primera ves que veía esa combinación, pero me dije que este viaje lo dedicaría a probar cosas las cuales me parecieran raras. La probé y me demostré que esa decisión de probar cosas distintas había servido, no se si fue el hambre pero esa pasta supo a gloria.

Nos dieron una lista la cual incluía todas las cosas que necesitábamos para las actividades. A mi grupo le correspondía la caminata por la selva. Salimos a las doce del día y pronto varios de los estudiantes empezaron a hacer lo único que se les ocurrió para pasa el tiempo, botar el agua de las bolsa que se nos había sido entregadas. Los guías repitieron su comentario anterior seguido por una historia local. Un niño, un animal, un elfo, algo, a lo que llamaban Curupira. Decían que era el guardián del bosque. El que castigaba a los leñadores excesivos y ayudaba a los que estaban consientes de lo que los