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Conceptos básicos del análisis de los sueños desde la obra de C. G. Jung



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Aspectos generales del análisis de los
    sueños
  3. Aspectos teóricos del análisis de
    los sueños
  4. Aspectos prácticos del análisis
    de sueños desde la perspectiva de C. G.
    Jung
  5. Cierre
  6. Bibliografía

Introducción

El análisis de los sueños, como toda obra
cultural, ha tenido diferentes ciclos a lo largo de la historia.
Después del empuje de las primeras obras
psicoanalíticas y sus segundas generaciones, algunos
escritores opinaron que la técnica había disminuido
considerablemente como método de exploración
psicoterapéutico. Esto sin contar, que las escuelas que lo
avalan son muy escasas, ya que en sus presupuesto teóricos
aceptan que los contenidos psíquicos del ser humano van
mas allá de la conducta, los pensamientos, las emociones o
las relaciones.

El siguiente escrito presenta una recopilación de
las ideas más sobresalientes, en relación al tema
de los sueños, de uno de los precursores del
psicoanálisis, como lo es el psiquiatra suizo Carlos
Gustavo Jung. A lo largo de su obra podemos encontrar varias
definiciones sobre la naturaleza del sueño. Una de estas
la hallamos en su libro "Psicología Analítica y
Educación"
(1926/1946), donde expone que "Los
sueños… son la manifestación sin falsificar
de la actividad creativa inconsciente". Muchos autores han
ofrecidos sus conclusiones a este respecto, destacando entre
ellas la obra del Dr. Sigmund Freud. Según el suizo, la
gran divergencia de opiniones se debe, a que el terapeuta no
posee la ventaja del psicólogo empírico de
manipular las condiciones aisladas de un laboratorio. Por el
contrario, tienen que enfrentarse a un ser humano real, completo
y complejo, lo que ofrece una dificultad mucho más elevada
para su investigación. Adicionalmente de su experiencia en
el consultorio, el Dr. Jung, apoyó sus investigaciones con
el estudio de la mitología, el folklore, las religiones
comparadas y la antropología.

Debido a la amplitud del tema, el escrito ha sido divido
en tres partes: los aspectos generales, los aspectos
teóricos y los aspectos prácticos del
análisis de los sueños. Se podría decir que
el valor de esta recopilación es principalmente
didáctico ya que el lector podrá encontrar en su
contenido información valiosa en este respecto, que en
ningún momento sustituiría la lectura de sus
fuentes originales. Por otro lado, aunque las nuevas propuestas
del autor son muy reducidas, su aporte podría apreciarse
en la recopilación y organización de la
información desplegada.

Aspectos
generales del análisis de los
sueños

  • a. Definición de
    Símbolo.

C. G. Jung, en su obra "El Hombre y sus
Símbolos. Acercamiento del Inconsciente
" (1946),
expresó que símbolo es "un término, un
nombre o una pintura que puede ser conocido en la vida diaria
aunque posea connotaciones específicas además de su
significado corriente y obvio". Cuando la mente consciente
intenta acercarse al símbolo, se encuentra en un terreno
que va más allá de los límites de la
razón y la lógica. Presenta una dimensión
inconsciente, vaga, oculta, seductora, atemorizante, que no
está definida o explicada totalmente y que representa algo
más de su significado inmediato. Por mucho esfuerzo que el
consciente realice, se dará cuenta que no puede explicar o
definir la amplitud desconocida del símbolo. La psiquiatra
Magaly Villalobos, en su obra "Apuntadas" (2006),
completa esta visión exponiendo que "Un símbolo
siempre presupone que la expresión elegida es la mejor
descripción posible o formulación de un hecho
relativamente desconocido, que se sabe que existe, o que es
postulado como existente. Es una realidad dinámica cargada
de valores emocionales". La Dra. Villalobos continúa
presentando que el símbolo es un unificador de contrarios,
organizador de sistemas complejos, conciliador de elementos
polares, abrazando lo físico y lo
metafísico.

Jung afirmaba que "toda expresión
psicológica es un símbolo si asumimos que establece
o significa algo más que ella misma, lo cual escapa a
nuestro conocimiento actual" (Darryl Sharp citando a C. G. Jung,
1994). Una imagen o palabra es simbólica cuando su
significado va mas allá del entendimiento humano, no se
puede definir o comprender. Los símbolos son una
expresión de algo esencialmente desconocido.

Después de captados, los datos sensoriales, se
convierten en sucesos y fenómenos psíquicos, cuya
naturaleza final no podemos conocer, por lo que cada experiencia
u objeto contiene un sin número de dimensiones
desconocidas. Por otro lado, existen otros sucesos que por su
intensidad han sido absorbidos subliminalmente, es decir han
permanecido bajo el umbral de la consciencia. Una vía para
que estos acontecimientos lleguen al umbral de la consciencia, es
a través de los sueños, donde el aspecto
inconsciente de tal fenómeno nos seria revelado,
apareciendo como una imagen simbólica.

  • b. Precursores del
    análisis de los sueños en la
    Modernidad.

Precisamente fue el estudio de las imágenes, en
los sueños, asociaciones, recuerdos y fantasías, lo
que permitió a los psicólogos y filósofos
suponer la existencia y estudiar la psique inconsciente. Sin
embargo, aunque la idea del inconsciente es ampliamente aceptada
en nuestros días, tenemos muy poca información de
su extensión, profundidad y naturaleza. Antes de las
propuestas teorías y clínicas de Sigmund Freud y C.
G. Jung, otros autores como Carus ya habían acuñado
el término Inconsciente, Kant habló del
"inconmensurable campo de las representaciones oscuras",
Leibniz hablo del alma inconsciente y otros tantos como
Janet y Flournoy. El científico que exploró por
primera vez los contenidos del inconsciente desde un punto de
vista empírico fue Sigmund Freud. Basado en las
investigaciones de otros neurólogos, como el
francés Pirre Janet, que afirmaban que la psiconeurosis
estaba asociada a ciertas experiencias conscientes, Freud supuso
que los sueños no eran algo casual y que su contenido
estaba asociado a contenidos de la consciencia.

A finales del siglo XIX, Freud y Josef Breuer,
había reconocido el significado simbólico de los
síntomas neuróticos y psicosomáticos.
Llegaron a la conclusión que estos síntomas son una
manifestación de contenidos inconsciente al igual que los
sueños. Freud utilizó los sueños como punto
de partida para explorar los conflictos inconscientes de sus
pacientes a partir del proceso de "asociación de
palabras". En el desarrollo de su práctica
psicoterapéutica, observó que si motivaba a sus
pacientes a hablar de las imágenes oníricas y los
pensamientos asociados a dichas imágenes, llegaba un
momento en que el paciente se encontraba en un callejón
donde revelaría el fondo de sus conflictos. Ya fuera por
lo que decía o por lo que omitía. Al principio
podía parecer una situación caótica e
irracional pero tarde o temprano el paciente revelaba las razones
de su malestar. Estas experiencias motivaron a Freud a crea su
teoría de la represión y satisfacción de
deseos como causante de las imágenes de los
sueños.

  • c. Relación entre la
    consciencia y el inconsciente desde la perspectiva de C. G.
    Jung.

Explicar la relación de los contenidos
conscientes e inconscientes en la dinámica psíquica
no es nada fácil, los autores han planteado diferentes
modelos a este respecto. El Dr. Freud como precursor en este
campo, planteó en su teoría de la represión,
que los contenidos psíquicos incompatibles al yo,
debido a su contenido emocional, eran reprimidos y enviados al
inconsciente. Así como eventos traumáticos, existen
emociones vetadas por la cultura que igualmente son reprimidas
hacia el mismo lugar apartado de la psique. Usualmente la
represión es un mecanismo que se inicia en la infancia
temprana del individuo, bajo las condiciones morales de su
entorno, y continúan el resto de su vida. La teoría
de la represión de Freud, convertía al inconsciente
en el reducto del material que una vez fue consciente, pero que
por su carga afectiva se había convertido en inconsciente.
Posteriormente, el Dr. Jung en su obra, planteó que los
contenidos psíquicos, no solamente eran reprimidos desde
arriba, si no que tenían libertad de disminuir su nivel de
intensidad y pasar por si mismos al inconsciente. A este
mecanismo el Dr. Jung lo denominó supresión. Por
esta razón denominó a los complejos afectivos como
autónomos. El no estaba de acuerdo que el inconsciente era
solamente el reducto de la consciencia, afirmaba que tenía
vida propia, la capacidad de creación de símbolos e
imágenes de forma autónoma y la posibilidad de auto
curación.

Los complejos afectivos, así como tienen la
libertad de disminuir su nivel de intensidad y pasar al
inconsciente (desligándose del yo),
también tiene la autonomía de elevarla,
haciéndose conscientes o perturbando al individuo desde el
inconsciente. El efecto negativo de un complejo usualmente se
manifiesta a través de la disociación de alguna de
las funciones psíquicas (sentimiento, pensamiento,
intuición y sensación) (Darryl Sharp, 1994). La
autonomía y libertad de los complejos en la teoría
junguiana quedo sellada con la afirmación de su autor
cuando dice "hoy en día, todos saben que las personas
tienen complejos. Lo que no sabe, a pesar de que
teóricamente es mucho más importante, es que los
complejos pueden tenernos a nosotros" ("Consideraciones
Generales sobre la Teoría de los Complejos
", 1934).
El Dr. Freud opinaba que la vía regia de acceso al
inconsciente eran los sueños, mientras que Jung
afirmó que lo era el complejo, ya que estos eran los
"arquitectos de los sueño". Sin embargo sostenía
que esta vía, tampoco era muy "real" ya que el camino
indicado por el complejo era tortuoso debido al contenido
afectivo del mismo.

El material psíquico está compuesto por
imágenes, sentimientos, deseos, pasiones, emociones,
intuiciones, percepciones, pensamientos racionales e
irracionales, análisis, conclusiones, estados de
ánimo, preocupaciones y esperanzas. Gran parte de este
material pertenece al reino del inconsciente. Una de las razones
del oscurecimiento de este contenido es la falta de
atención, pero debemos recordar que los elementos
psíquicos tienen vida propia. En el inconsciente no solo
se encuentran elementos del pasado, en el se haya el "germen de
la nueva vida". La capacidad de creación de nuevos
símbolos, imágenes e ideas que nunca fueron
conscientes pero que forman parte integral del crecimiento de
todo ser humano. De hecho el inconsciente es el más grande
reservorio de la imaginación y allí se encuentra la
capacidad de florecimiento de la genialidad.

Recordemos que toda idea, sentimiento o
percepción mantiene una relación con su
dimensión psíquica, que varía de intensidad
y significado emocional en cada individuo. Toda nuestra
personalidad influye en la textura con que manejamos la
información que nos rodea. Son estos maticas personales,
el ingrediente utilizado por el analista para penetrar en el
lenguaje del sueño. Esto explica que durante la actividad
onírica los objetos y situación de la cotidianidad
adquieran una importancia emotiva sorprendente para el
soñante. Nuestros muros racionales han bloqueado el
contacto primordial de nuestras emociones, por lo tanto la
intensidad psíquica que revisten las imágenes
oníricas, obligan a poner nuestra atención sobre
ellas.

  • d. Importancia del análisis de
    los sueños.

La vida cotidiana, racional y civilizada ha
desentrañado las emociones de la mayoría de los
objetos, personas y situaciones que nos rodean, al punto que nos
comportamos indiferentes ante ellos. Las influencias externas
como el trabajo, la sociedad, la cultura, la familia, el dogma,
la política o la economía nos influyen de muchas
formas y la mayoría de las personas no tenemos ninguna
defensa ante tales embates. Estas influencias nos conducen por un
camino alejado de nuestra profunda y verdadera individualidad. En
última instancia el mensaje de los sueños, pueden
alertarnos o enrumbarnos de nuevo por este camino hacia nuestra
naturaleza única y original.

Según el Dr. Jung, el objetivo principal durante
el tratamiento de la neurosis es restablecer el equilibrio entre
el consciente y el inconsciente. Esta tarea que se puede
conseguir de diferentes maneras comenzando con "los modos de
vivir naturales, las objeciones fundadas en la razón, la
fortificación de la voluntad, hasta el análisis de
lo inconsciente" ("De la Esencia del Sueño",
1945/1948). En muchos casos las etapas iniciales del tratamiento
fracasan y las imágenes compensadoras de los sueños
presentan un punto de apoyo para el análisis. Los
sueños pueden traer recuerdos, ideas, vivencias y
expectativas despertando potenciales o aclarando relaciones. Por
esta razón muchas personas invierten largo tiempo
analizando sus sueños asistidos por un profesional, con la
motivación de enriquecer y aclarar su
horizonte.

  • e. Recomendaciones ofrecidas por C. G.
    Jung ante el análisis de los
    sueños.

En todo caso la interpretación de los
sueños es una empresa arriesgada y siempre deben tomarse
precauciones. Muchos creemos y deseamos encontrar un manual donde
nos presenten, en forma de flujo grama, la mecánica para
la interpretación de cualquier sueño. Más
aun si este flujo grama fuera realizado por una analista
junguiano. Esta ilusión va desapareciendo en la medida que
nos vamos dando cuenta la inmensa cantidad, variedad, profundidad
y en ocasiones dificultad del material simbólico. Por otro
lado la relación de un individuo con un psique es
única, el ofrecimiento, lenguaje y disposición de
las imágenes varían en cada caso. Definitivamente
trabajar con el material onírico no es nada sencillo,
tanto por su análisis como por su carga
emocional.

Es importante una observación que realiza el
psiquiatra suizo ante la interpretación de un
sueño. El plantea dos puntos fundamentales en el
tratamiento del material onírico: primero, el hecho que no
deben realizarse suposiciones previas ante un análisis,
excepto que el sueño, tenga un sentido claro; y segundo
que el sueño es una expresión específica del
inconsciente. Por otro lado hay que tener en cuenta, que los
sueños son algo normal en la vida de cualquier ser humano,
y que estos son causados, esto no quiere decir que pueden ser
explicados solamente a través del principio de la
causalidad, sino que presentan una razón de ser o una
intencionalidad por muy sencillo o confuso que este
parezca.

Por esta razón el Dr. Jung narra cómo le
recomendaba a sus alumnos que: "Aprendan cuanto puedan acerca del
simbolismo; luego olvídenlo todo cuando estén
analizando u sueño". Esta frase sintetiza gran parte de la
investigación que cimentó el enfoque
analítico de la psicología junguiana. Es a
través del estudio de la mitología, el simbolismo y
el folklor que se fundamente el "método" de
amplificación propuesto por el Dr. Jung, desplazando la
visión reductiva del Dr. Freud.

El Dr. Jung hizo hincapié que el análisis
de un sueño no debe ser realizado como la
aplicación de un metodología mecánica, por
el contrario exige el conocimiento intimo de todo el cuerpo
analítico, que solo es digerido a través del
análisis didáctico. "El error más absurdo
que puede cometer un terapeuta es suponer en el analizando una
psicología similar a la suya propia. Semejante
proyección puede ser acertada en algún caso dado,
pero la mayoría de las veces será pura
proyección. Todo lo que es inconsciente es, por eso mismo,
proyectado; de ahí que el analista deba tener consciencia
al menos de los principales contenidos de su inconsciente, a fin
de que no se enturbie la claridad de su juicio con las
proyecciones inconscientes" ("Puntos de vista Generales
acerca de la Psicología del Sueño",

1916/1948). El autor continúa diciendo que cualquiera que
pretenda analizar un sueño, debe comprender que no existe
ninguna teoría sencilla para describir la naturaleza
psíquica, del cual no sabemos nada cierto. Según el
mismo, el estudio de la psique desde una óptica solo puede
ofrecer destellos, pero difícilmente será una
teoría concluyente.

Debido a la susceptibilidad que puede presentar el
soñante en relación al contenido de un
sueño, aunado a la dificultad que esta tarea representa,
el Dr. Jung opinaba que cuando alguien le contaba un sueño
y le preguntaba a cerca de su opinión, ante todo se
decía a sí mismo "No tengo ninguna sospecha de que
significa este sueño" ("De la Esencia de los
Sueños
", 1945/1948). Después de esta
afirmación podía entrar en
análisis.

El Dr. Jung concluyó afirmando que no se puede
pretender estar en posesión de una teoría general
satisfactoria a cerca de la naturaleza del alma, ya que esta es
aún demasiado desconocida e incomprensible para el
intelecto. El autor afirma que el objetivo de la
investigación es ir aproximándose poco a poco a la
verdad a través de los tanteos de diferentes puntos de
vista teóricos.

Aspectos
teóricos del análisis de los
sueños

  • a. Método de asociación y
    análisis de contexto.

Como lo han expresado diferentes autores, enfrentarse
con el material onírico no es nada sencillo. El Dr. Jung
en su libro "De la Esencia de los Sueños"
(1945/1948) expuso que el primer paso después de observar
el relato de un sueño es realizar las asociaciones con las
diferentes imágenes o elementos del mismo. Estas
asociaciones solamente las puede hacer en primera instancia el
soñante, que busca en su memoria los recuerdos de
días pasados (o de su vida) relacionados directa o
indirectamente con lo experimentado durante el sueño. Este
método se ha denominado "asociación
libre
". El resultado de esta rememoración es la
recolección de un material heterogéneo que en la
mayoría de los casos no parece tener nada en común,
excepto el contenido del sueño. El psiquiatra suizo hace
la observación que se debe ser muy cuidadoso en esta
exploración y saber en qué punto detenerse, ya que
estas asociaciones pueden desembocar en toda la vida del
soñante. Por lo tanto debemos investigar solo el material
esencial para el análisis del sueño. Por lo tanto
la extensión y profundidad de este material queda a
consideración del analista, teniendo en cuenta que este
sea necesario para ofrecer un significado útil para el
soñante.

Según el Dr. Jung uno de los mayores meritos del
Dr. Freud fue haber observado que sin la colaboración del
soñante no se podría realizar ninguna
interpretación, ya que el relato del sueño no
presenta un solo sentido sino muchos. Cada imagen del
sueño ofrece una relación directa con la vida del
soñante, por lo tanto, este es el único que puede
ofrecer el rastro de los elementos indispensables para realizar
el análisis. Precisamente es la ayuda del sonante la que
permite reducir la multiplicidad de significados que presentan
las imágenes oníricas llevándolas a su
esencia. Esta experiencia llevó al Dr. Jung a la
conclusión que el análisis de un sueño es
una vivencia que solo para dos personas, soñante y
analista, está libre de objeción.

Basándose en esta noción, el Dr. Jung
practicó un procedimiento que llamo "examen de
contexto"
y consistía en rastrear a través de
las asociaciones del soñante, que matiz emotivo tiene cada
detalle manifiesto en el sueño. Usualmente esta
técnica no ofrece un drama totalmente comprensible sino
importantes pistas de varias posibilidades. El examen de contexto
suele ser un trabajo sencillo que presenta una importancia
preparatoria. Elaborar este material y ofrecer la final
interpretación del sueño requiere una
"preparación psicológica, capacidad de
combinación, intuición, conocimiento del mundo y
del ser humano y sobre todo sabiduría especifica que
depende tanto de un amplio conocimiento como de cierta
inteligence du coeur" ("De la Esencia de los
Sueños
", 1945/1948). Según el autor todos
estos requisitos son necesarios para el delicado arte del
diagnostico medico y afirma que no se necesita un sexto sentido
para esta tarea. Es necesario rechazar las explicaciones
estereotipadas y concentrarse en la interpretación
particular, concluida a través del examen de contexto.
Esto se logra confesando la propia ignorancia ante cada
sueño y renunciando a las ideas preconcebidas. Las
raíces de los sueños ahondan en el trasfondo
inconsciente, por la tanto el sueño ofrece la mayor fuente
del material empírico para el estudio de la
psique.

Debemos tener en cuenta que el objetivo de esta
rememoración es aproximarnos a conocer por que el
sueño trajo a una o a otra persona, porque eligió
tal o cual escenario, de donde viene esta u otra situación
y qué significado tiene para el soñante esta o
aquella conversación. Por lo tanto después que el
material asociativo es recolectado, este debe ser sometido a una
selección y elaboración, cuyo objetivo es la
reconstrucción "histórica" o "científica" de
este material. Este procedimiento llamado "método
comparativo", depende en gran parte de la experiencia,
propósito y destreza del analista.

  • b. La causalidad y la
    finalidad en el análisis de
    sueños.

C. G. Jung dentro del cuerpo teórico que forma su
obra, presentó que existen dos visiones de enfocar la
dinámica psíquica, a saber desde un punto de vista
causal mecanicista o desde otro energetista finalista.
El psicólogo explica como la visión de la psique
planteada por el Dr. Freud responde a una visión
causal mecanicista, ya que describe "un evento como el
efecto de una causa, en el sentido de que las sustancias
inalterables cambian sus relaciones entre sí según
leyes fijas" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la
Psicología del Sueño
", 1916/1948). El Dr. Jung
introdujo la visión energetista finalista
basándose, en parte, en las leyes de conservación
de la energía pertenecientes al campo de la física.
En esta visión "el evento se reconstruye desde el efecto a
la causa, suponiendo que algún tipo de energía
sustenta los cambios de los fenómenos, que se mantiene
como una constante en todos estos cambios y finalmente conduce a
la entropía, estado de equilibrio general" ("Puntos de
Vista Generales Acerca de la Psicología del
Sueño
", 1916/1948). Esta nueva visión
llevó al psiquiatra a pensar que una neurosis es un
intento de la psique para su auto sanación
("Lexicón Junguiano", 1994).

Sin embargo el autor hace la observación que al
referirse a finalidad esta denotando "la tensión
psicológica inmanente hacia un fin" u "orientación
hacia un objetivo" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la
Psicología del Sueño
", 1916/1948). Esta
aclaratorio la realiza con el objetivo de no crear
confusión con el concepto de teleología,
que designa el sistema filosófico orientado en el poder
que presenta una meta para el proceso de desarrollo en miras de
un fin determinado ("Introducción a Jung",
1999).

Las conclusiones obtenidas del análisis de un
sueño dependerán en gran medida del enfoque con que
se trabaje el material onírico, este enfoque contempla
someter el sueño a una visión causalista o
finalista. Cuando se examinan las asociaciones generadas por el
sueño a una investigación causal solo es posible
analizar el origen pasado del mismo, pero no permite conseguir el
objetivo intrínseco de la manifestación
onírica, es decir podemos decir: Ah! De allí vino
el sueño, pero si el objetivo del análisis es la
sanación del paciente esta conclusión es, en
definitiva, insuficiente. El Dr. Jung aclara que no pone en duda
las causas que generan el sueño, ya que las asociaciones
originarias son las mismas, simplemente va mas allá
preguntándose "para que sirve este sueño? o "que
resultado persigue? El autor alega que la visión finalista
puede ser aplicada a cualquier fenómeno psíquico o
inclusive físico.

Según la visión del Dr. Freud, las
imágenes oníricas se presenta en forma
simbólica, ya que existe una instancia psíquica
llamada "censura", que matiza todas aquellas emociones,
ideas o sentimientos que son incompatibles a la conciencia moral,
producto de la educación cultural recibida por un
individuo a lo largo de su vida. Por lo tanto estos deseos no
pueden alcanzar a la conciencia sin ser disfrazados ("Puntos
de Vista Generales Acerca de la Psicología del
Sueño
", 1916/1948). Esto quiere decir que un
símbolo será analizado de forma completamente
diferente si es sometido a un examen causalista o finalista. La
teoría del Dr. Freud, cimentada en la visión
causal, plantea la existencia de "un anhelo, de un deseo
reprimido
que se expresa en el sueño",
anhelo que según otros autores es sencillo, aunque puede
tomar múltiples formas. Por esta razón, para la
teoría freudiana existen un gran cantidad de
símbolos que significan exactamente lo mismo, al llegar al
punto que la escuela ortodoxa afirma la popular frase que todos
los objetos alargados o en punta son símbolos
fálicos , y todos los objetos redondeados o huecos son
símbolos femeninos.

Para la visión finalista, el análisis es
totalmente diferente, cada símbolo presenta su propio
valor y significado. En primera instancia, al ofrecer una imagen
u otro, el material asociativo será diferente y por lo
tanto se contemplará la situación consciente de
forma diferente. Es precisamente en esta diversidad que reside la
riqueza de las imágenes oníricas, riqueza que
llevó la Dr. Jung a plantear un método de
amplificación de estos contenidos, en lugar a la manera
reductiva original del psicoanálisis, es decir a la
interpretación fija de los mismos.

Para esta concepción ningún símbolo
presenta una interpretación estática, ya que cada
imagen contiene un valor intrínseco que la lleva a ser
expuesta en el sueño. Para este enfoque la función
del símbolo no es matizar o esconder, sino enseñar.
En último caso, la visión finalista contempla la
educación del paciente para que transite una vida
más completa. En la práctica es de vital
importancia tener clara ambas visiones, ya que la
aplicación de una u otra alternativa llevará al
análisis por caminos distintos. Por su puesto esto invita
a discernir cual es la visión más apropiada. Para
algunos autores el objetivo de la psicoterapia es la
educación del paciente para su reinserción en la
sociedad de una forma más saludable, reflexionando e
incorporando a su vida posturas que antes no tomaba en
consideración. La vía más expedita para esta
integración es la comunicación natural ofrecida por
el sueño, que busca la "plenitud y autonomía" de la
personalidad de cada individuo.

Desde la aparición de los movimientos
científicos impulsados por la teoría newtoniana, la
causalidad ha sido la llave para la explicación de los
fenómenos naturales, por lo tanto no es de sorprender que
también reine en la psicología. Pero si queremos
buscar una explicación completa que oriente al paciente y
amplié su horizonte, debemos tomar en cuenta el objetivo
del material ofrecido. Por lo tanto para la psicología
junguiana la visión causalista es incompleta y recomienda
abordar el problema desde ambos puntos de vista para tener una
aproximación global.

Hasta este punto podemos decir que los sueños
ofrecen una perspectiva de la dinámica psíquica
inconsciente en lenguaje simbólico. La mayoría de
los autores coinciden en esta apreciación, pero si nos
preguntamos: siendo la vida psíquica tan amplia, profunda
e ilimitada por que aparecen en un sueño algunos
contenidos y otros no? El Dr. Jung respondió a esta
pregunta con la observación que los sueños no
representan un contenido inconsciente generalizado, sino solo
aquellos que se encuentran asociados, actualizados y
correlacionados con el estado momentáneo de la
consciencia. Me gustaría realizar una opinión
personal en esta última afirmación, ya que no
podemos hablar de una conciencia autónoma de la
dinámica inconsciente ni viceversa. Podemos constatar en
la práctica, abismos muy grandes entre ambas posiciones,
que podrían llegar a ser polares, pero aun en este caso,
va a existir un mecanismo regulador, que intente equilibrar ambas
posturas. El ego se encuentra en dependencia con todo el sistema
psicosomático.

Por lo tanto para analizar adecuadamente el sueño
de un individuo debemos investigar en profundidad la
situación consciente del mismo, ya que el sueño
viene a ilustrar el lado inconsciente de aquel material que por
su nivel de intensidad se ve aparentemente desligado del ego pero
continúa en una relación afectiva.

  • c. Funciones del sueño
    según la perspectiva de C. G.
    Jung.

Según la visión de la psicología
junguiana, podríamos clasificar las funciones del
sueño de la siguiente manera:

  • Función Compensadora.

  • Función Prospectiva.

  • Función Reductiva.

  • Función Reactiva.

  • Función
    Telepática.

Función compensadora.

Cuando mencionamos los mecanismos reguladores de la
psique hablamos del sentido compensatorio del sueño, ya
que este reúne todo lo que ha sido reprimido, descuidado e
ignorado por la consciencia. El sueño busca rectificar la
apreciación, completar la omisión y mejorar la
posición general del individuo. Según el Dr. Jung
todos los sueños presentan una relación
compensadora con la posición de la consciencia, pero esta
no puede verse tan claramente en todos los casos, ya que admite
que aun es muy poco el conocimiento científico del alma
humana. El mismo afirma que existen compensaciones muy remotas,
pero debemos recordar que cada persona es un representante de
toda la humanidad, y lo que es posible en gran escala en la
historia evolutiva es posible en cada individuo. La
función compensadora del sueño no es una
invención nueva, ni una interpretación tendenciosa,
ya que podemos observar diferentes ejemplos históricos que
sostienen esta apreciación.

El autor hace la observación que la visión
finalista de lo inconsciente tiene poco en común con las
intenciones conscientes. En muchos casos la posición del
inconsciente se contrapone al consciente, sobre todo en aquellas
situaciones donde la consciencia toma direcciones extremas, que
desequilibran y representan una amenaza vital para las
necesidades individuales. "Cuanto más unilateral y alejada
del optimun de las posibilidades vitales se halle la actitud
consciente, tanto más habrá que contar con la
aparición posible de sueños vivaces y penetrantes,
de contenido fuertemente contrastante, pero convenientemente
compensador, como expresión de la autorregulación
psicológica del individuo" ("Puntos de Vista Generales
Acerca de la Psicología del Sueño
",
1916/1948). Sigue el autor señalando que en su
opinión el sueño es una reacción adecuada,
que auto regula y aporta a la consciencia, mediante una
comunicación simbólica, los contenidos
inconscientes en dependencia a la situación
consciente.

En los contenidos inconscientes se encuentran todas las
asociaciones que por su baja intensidad, no alcanzan el umbral de
la consciencia pero presentan suficiente energía como para
presentarse en el sueño. Aquí se pueden depositar
todos los elementos que en el día anterior han permanecido
infra conscientes producto de la represión o la
supresión. Como podemos apreciar, el contenido latente del
sueño es muy difícil de observar a primera vista,
por lo tanto es necesario un análisis exhaustivo para
llegar a su contenido manifiesto y por ende a sus
elementos compensadores. Debemos hacer hincapié que las
compensaciones se hallan estrechamente ligadas a la "naturaleza
total del individuo" y su variabilidad es
incalculable.

Si aceptamos que el inconsciente presenta al menos una
importancia igual que la consciencia, entonces no solo el
inconsciente es relativo a la consciencia, sino que la
consciencia es también relativa al inconsciente. Entonces
no podemos hablar solo de una orientación consciente hacia
un objetivo, ya que el inconsciente también
presentaría esta capacidad. Por lo tanto el sueño
podría representar una visión conductora orientada
hacia algún fin de una importancia vital superior a la
posición consciente temporal. El Dr. Jung hizo la
aclaratoria que en ningún momento sostiene que la
teoría de la compensación sea la única
admisible para explicar la naturaleza del
sueño.

Función prospectiva.

Es bien conocido que desde tiempos remotos, se ha
atribuido al sueño un carácter revelador de eventos
futuros. Si tamizamos esta "superstición" y eliminamos de
ella las extravagancias, increíblemente podríamos
encontrar algo de realidad. Algunos autores han defendido la
hipótesis prospectiva y finalista del sueño, como
una función inconsciente orientada a la solución de
un conflicto o problema presente, representado
simbólicamente. Aquí podemos observar otra
función del sueño que acompaña a la
compensadora y se ha llamado función
prospectiva.

La función prospectiva constituye un "ensayo", un
"plan" o un "esbozo" de las posibles acciones futuras de la
consciencia, representadas en el inconsciente. En ocasiones
ofrece un boceto de la solución a un conflicto presente.
Según el Dr. Jung no podríamos tildar como
proféticos a estos sueños, ya que simplemente son
un pronóstico, un cálculo de probabilidades que
pueden concordar o no con el desarrollo de los eventos futuros.
En la mayoría de los casos el anuncio de la función
prospectiva, supera con creces la capacidad consciente. Debemos
recordar que la consciencia es orienta por medio de una
función principal, pero en el inconsciente se depositan
todas aquellas apreciaciones que han sido desechadas o
simplemente no pueden ser alcanzadas por la consciencia. El autor
indica que es posible que el inconsciente se encuentre en una
mejor posición que la consciencia, al momento de prever el
desenvolvimiento de situaciones futuras.

Aunque la función prospectiva es una
condición natural del sueño, es importante no
sobrestimarla. El investigador de la vida onírica
podría caer en la ilusión que el sueño
representa una "consciencia superior" o un oráculo
infalible, por lo tanto sobrevaloraría el peso del
inconsciente para la vida cotidiana. "Pero nuestra experiencia
actual nos autoriza a suponer que lo inconsciente posee una
importancia aproximadamente igual a la de la consciencia"
("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicología
del Sueño
", 1916/1948). El psicoterapeuta tiene la
capacidad de observar que existen actitudes conscientes tan mal
adecuadas a la naturaleza individual del paciente, que la actitud
inconsciente ofrecida por el sueño, presenta una
constelación superior. Hay que señalar que lo
mencionado no representa una regla inamovible. Cuando la actitud
consciente del sujeto se encuentra parcialmente adaptada a sus
condiciones reales y a su naturaleza individual, el sueño
solo ampliará algunos fragmentos de esta actitud. Sin
embargo, es necesario evaluar la situación consciente del
individuo, ya que consideraciones exclusivas presentadas por el
sueño, podrían alterar negativamente la vida
consciente. "Solo en presencia de una actitud consciente a toda
luces insuficiente y defectuosa, se puede atribuir a lo
inconsciente una validez superior" ("Puntos de Vista
Generales Acerca de la Psicología del Sueño
",
1916/1948).

El estudio profundo del sujeto y el conocimiento del
carácter individual posibilitan medir cuan desadaptada se
encuentra la actitud consciente, pero cuando hablamos de
individualidad no podemos dejar a un lado las exigencias
colectivas, ya que el ser humano es un ente social. En este punto
podríamos observar dos categorías, aunque en la
realidad esta clasificación no es muy verídica. En
el caso de sujetos en condiciones relativamente normales interna
y externamente, el sueño se limitara a su función
compensadora, pero en aquellos casos donde el sujeto se aparta de
la media, tanto interna como externamente, la función de
los inconsciente gana en importancia y profundidad, no solo
fungiendo como compensadora, sino convirtiéndose en una
función prospectiva y conductora, ofreciéndole a la
consciencia un nuevo rumbo, más saludable y adaptado que
la anterior.

Función reductora.

Pasemos ahora a otro aspecto del sueño. Existen
personas, cuya actitud consciente, aunque se encuentran adaptadas
a su entorno, no encajan adecuadamente con su carácter.
Los esfuerzos de la consciencia por adaptarse a su medio, van
más allá de sus posibilidades individuales. Ellas
se presentan o se aprecian más grandes de lo que realmente
son. Podríamos incluir en este caso personas que
experimentan constantemente una inflación del ego para
compensar conflictos inconscientes. Este excedente de actitud
extravertida, no es alimentado de sustentos individuales, ya que
viven dependiendo de la sugestión colectiva. Estas
personas suelen ascender a niveles socio económicos,
profesionales o familiares, más allá de sus
capacidades, gracias a objetivos comunes, beneficios colectivos o
protecciones sociales.

La persona no se encuentra al nivel de su entorno, por
lo que el sueño viene a representar un papel compensatorio
negativo, es decir una función reductora. En estos casos
la desvalorización constituye una autorregulación
de la psique, donde puede presentar adicionalmente un
carácter prospectivo. Usualmente la noción
prospectiva alienta a algo "constructivo, preparatorio y
sintético", pero que en la práctica se presentan
como imagen que "disgregan, desunen, desvalorizan y hasta
destruyen y aminoran". El autor señala que la
asimilación de un contenido reductivo no debe ejercer un
efecto destructivo sobre toda la personalidad del sujeto, si no
que tal asimilación tiene un efecto más bien
saludable, ya que es reducida solo esta actitud desadaptada. Este
tipo de sueño no podría catalogarse como
prospectivo; para diferenciarlos de estos el Dr. Jung los
llamó sueños reductivos o
función reductiva de lo inconsciente, aunque como
podemos observar igualmente se trata de un modalidad de la
función compensadora. El autor realiza la siguiente
conclusión:

"Podemos en consecuencia afirmar hoy día, con
seguridad, que la función reductiva del sueño
actúa sobre un material compuesto esencialmente por los
deseos sexuales infantiles reprimidos (Freud), por los anhelos
infantiles de poderío (Adler) y por residuos de instintos,
pensamientos y sentimientos arcaicos y colectivos"

("Puntos de Vista Generales Acerca de
la Psicología del Sueño
",
1916/1948).

El psicólogo suizo afirma que aquellos contenidos
que presentan un carácter retrospectivo, presentan gran
eficacia al momento de regular un orgullo inflado, o contacta al
individuo de la fragilidad humana, reduciéndolas a
funciones fisiológicas e históricas. La grandeza
falaz de una persona se ve socavada ante un sueño
reductor, contactándolo con imágenes vergonzosas y
despiadadas. No podemos catalogar esta función como
prospectiva, ya que el material ofrecido es totalmente
retrospectivo, conduciendo a un pasado, que se creía
olvidado o superado. El autor afirma que es posible que el
paciente logre apreciar cómo se relaciona el material
onírico con su situación consciente, ya sea
compensador, prospectivo o reductivo. Pero este no siempre es el
caso, ya que el ego tenderá a manejar el material
inconsciente desde su propia óptica
patológica.

Función reactiva.

Partes: 1, 2

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