- Introducción
- Gobierno de Arturo Frondizi
(1958-1962) - Aspectos arquitectónicos y obras
públicas del período
Introducción
En esta monografía se desarrollarán los
hechos que acontecieron durante el período que abarca la
presidencia del Dr. Arturo Frondizi, de 1958 a 1962, así
como también se explicarán las causas y
consecuencias de los mismos.
También se detallarán la forma en que
Frondizi ascendió al poder y los continuos planteos y
enfrentamientos que tuvo con el sector peronista y con las
Fuerzas Armadas, quienes intentaron numerosas veces
destituirlo.
Por último se desarrollarán la serie de
acontecimientos que llevaron a su destitución.
CAPÍTULO Nº
1
Gobierno de Arturo
Frondizi
(1958-1962)
Sumario
Situación previa
Ascenso al poder
El pacto Frondizi-Perón
2.2 Gabinete Ministerial
3. Aspecto político
3.1 Situación con las Fuerzas Armadas
3.2 Crisis de Gabinete
3.3 La división del Ejército en
"legalistas" y "gorilas"
3.4 Situación con Toranzo Montero
3.5 Intervenciones federales
4. Aspecto económico
4.1 Plan económico
desarrollista
4.2 Batalla del petróleo
4.3 Batalla de la energía
eléctrica
4.4 Batalla del acero
4.5 Batalla del transporte
4.6 Batalla de la Patagonia
4.7 Batalla por las inversiones extranjeras
4.8 Medidas concretas de administración de la
economía
4.9 Crisis de 1961
5. Aspecto social
5.1 Situación sindical
5.2 Huelgas
5.2.1 Problemas sindicales y huelgas
petroleras
5.2.2 Huelgas médicas
5.2.3 Huelgas metalúrgicas
5.2.4 Huelgas ferroviarias
5.2.5 Huelgas frigoríficas
5.2.6 Huelga bancaria
5.3 Plan Conintes
5.4 Educación
6. Aspecto internacional
6.1 Relaciones con la Iglesia Católica
6.2 Relaciones con los Estados Unidos
6.3 El tratado con Brasil
6.4 El caso d e Cuba
6.5 Relaciones con Chile
6.6 Tratado de límites del Río
Uruguay
6.7 Viajes al exterior
6.8 La creación de la ALALC
6.9 El Tratado Antártico
6.10 Reestablecimiento de relaciones
7. Fin del mandato
7.1 Elecciones del 18 de marzo de 1962
8. Sucesión presidencial
1. SITUACIÓN PREVIA
El gobierno anterior al período de Frondizi
estuvo a cargo del general Pedro Eugenio Aramburu (1903-1970),
gobernante de facto de la Argentina desde 1955-1958.
Reemplazó a Eduardo Lonardi que fue obligado a renunciar
por cuestiones internas dentro de las Fuerzas Armadas, el 13 de
noviembre de 1955. Como vicepresidente asumió el almirante
Isaac Rojas.
Previo a su designación en el cargo, por voluntad
de las Fuerzas Armadas, Aramburu tuvo que firmar un Acta de
compromiso con los altos oficiales de las tres fuerzas. A
través de esa acta se le daba un espacio, en la toma de
decisiones, a las tres fuerzas dentro de su gobierno. Se
convertía así en el antecedente inmediato de las
siguientes intervenciones militares que distribuyeron el poder
nacional entre Ejercito, Marina y Aeronáutica.
El poder de Aramburu quedó limitado por una Junta
Militar consultiva, integrada por el vicepresidente y los
ministros militares, quienes autorizaban los proyectos de leyes.
La intervención de la Confederación General del
Trabajo (CGT) y la conducción de la Policía Federal
se encomendaron a un capitán de navío. Se
investigaron los actos de corrupción del régimen
anterior, se disolvió el partido peronista y la
Fundación Eva Perón. Además se
prohibió mediante el decreto 4.161 toda mención del
nombre de Perón y de Evita, de los símbolos
partidarios y de la marcha peronista.
En el campo económico, se devaluó el peso,
se desnacionalizaron los depósitos bancarios, se
suprimieron los controles comerciales y se estimularon las
exportaciones.
Pero los resultados conseguidos a mediano plazo no
fueron satisfactorios. La inflación por 1957
aumentó; las exportaciones agropecuarias mejoraron, pero
en un contexto de precios internacionales deteriorados. Se
abrieron las importaciones lo que provocó el ingreso de
más artículos de consumo que bienes de capital, con
lo que la industria se mantuvo poco competitiva a escala
internacional. Se aumentaron los salarios.
El 9 de junio de 1956, un grupo de oficiales y
suboficiales encabezados por el militar general Juan José
Valle, encabezó una fallida sublevación
cívico-militar contra la dictadura autodenominada
Revolución Libertadora del General Aramburu. Esta
rebelión tuvo por objetivo recuperar el poder que la
Revolución Libertadora le había sacado al pueblo al
derrocar al presidente constitucional Juan Domingo Perón
en septiembre de 1955. El gobierno los reprimió,
decretando la ley marcial y aplicando la pena de muerte a los
sublevados y al general Valle, excusándose con el peligro
de una guerra civil.
En julio de 1956, se produjo la división
definitiva del radicalismo en la Convención Nacional
realizada en Tucumán. El partido se dividió en la
Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), liderada
por Frondizi y la Unión Cívica Radical del Pueblo
(UCRP), encabezada por Ricardo Balbín. En esta Asamblea,
Frondizi tuvo la mayoría necesaria para ser designado
candidato a presidente por la UCRI. Alejandro Gómez seria
su compañero de fórmula.
En julio de 1957 se realizaron las elecciones para
reunir una asamblea constituyente, con la que se pretendía
legalizar la supresión por decreto de la
Constitución de 1949 y agregar algunas reformas a la
original de 1853. Se incorporó el artículo 14 bis,
garantizando derechos sociales básicos, entre ellos, el de
huelga.
El presidente Aramburu decidió convocar a
elecciones generales para febrero de 1958; pero ningún
candidato tenía el caudal de votos para ser
mayoría.
Por tales circunstancias el candidato de la UCRI
(Frondizi) decidió un acercamiento hacia Perón,
para poder contar con el caudal de votos del Partido
Justicialista.
2. ASCENSO AL PODER
2.1 El pacto Frondizi-Perón
En Venezuela, desde enero de 1958, habían
comenzado las conversaciones entre el emisario de Frondizi,
Rogelio Frigerio, y el delegado de Perón, John W.Cooke,
dando origen a dicho pacto.
A través de este pacto, Perón se
comprometía a asegurarle al candidato ucrista el triunfo
electoral, orientando a los peronistas en el sentido de votar por
el Dr. Arturo Frondizi para la presidencia de la
república. Así el voto en blanco se volcó a
favor del candidato de la UCRI. Sin embargo, un importante sector
del peronismo rechazó el Acuerdo; el Comando Nacional
Peronista se atribuyó los ochocientos mil votos en
blanco.
Por su parte, Frondizi se obligaba a reestablecer en los
primeros noventa días de su mandato, las conquistas
obtenidas por el pueblo en el campo social, económico y
político, en particular la normalización de lo
sindicatos y de la CGT. Además mejoraría el nivel
de vida de los asalariados, reconocería al partido
peronista y otorgaría una amnistía general,
permitiendo así la libre expresión política
y sindical de la masa popular. El objetivo de largo plazo era
pacificar el país, sacarlo del subdesarrollo y promover la
industria de base con el consenso de los trabajadores.
Luego de esta reunión, el pacto firmado por
Perón y Frondizi en febrero de 1958 permitió al
candidato del radicalismo intransigente triunfar en las
elecciones del 23 del mismo mes; lo acompañaba como
vicepresidente Alejandro Gómez.
El general Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi
acuerdan el cumplimiento del siguiente plan
político:
I) Al fijar su posición frente a la
elección del 23 de febrero de 1958, el
Peronismo
a) Declarará que los partidos neoperonistas que
deseen pertenecer al Movimiento deben retirar sus
candidatos;
b) Ordenará a los peronistas que hayan aceptado
candidaturas que las renuncien, quedando en caso contrario,
separados del Movimiento;
c) Frente al hecho concreto de la votación,
dejará en libertad de acción a la masa peronista a
fin de que sufrague en la forma que mejor exprese su repudio a la
dictadura militar y a la política seguida por ella en
todos los órdenes;
d) Aclarará que lo expresado en el punto c) no
implicará, por parte de los peronistas, compromiso alguno
con los partidos que elijan para expresar su protesta;
e) El documento contendrá un párrafo en el
que se hará la crítica de la política
conservadora, de manera que sea inequívoco que la
opción no incluye al Partido Conservador
Popular.
Queda aclarado que esta enumeración no limita en
forma alguna el derecho del Peronismo a fundamentar su
posición frente al acto electoral y reafirmar las
líneas estratégicas del Movimiento.
II) De asumir el gobierno el Dr. Arturo Frondizi se
compromete a restablecer las conquistas logradas por el Pueblo en
los órdenes social, económico y político,
adoptando entre otras las siguientes medidas:
1°).-Revisión de todas las medidas de
carácter económico adoptadas desde el 16 de
setiembre de 1955, lesivas a la soberanía nacional, y de
aquellas que determinaron un empeoramiento de las condiciones de
vida del Pueblo. Se consideran como de fundamental urgencia el
restablecimiento de la reforma bancaria de 1946, la
estructuración de una política económica de
ocupación plena y amplio estímulo a la
producción nacional, la elevación del nivel de vida
de las clases populares y el afianzamiento de los
regímenes de previsión social;
2°).-Anulación de las medidas de toda
índole adoptadas por el gobierno provisional desde el 16
de setiembre de 1955 con propósitos de persecución
política;
3°).-Anulación de todo proceso, cualquiera
sea su carácter, iniciados con propósitos de
persecución política;
4°).-Levantamiento de las interdicciones y
restitución de los bienes a sus legítimos
dueños;
5°).-Devolución de los bienes de la
Fundación Eva Perón;
6°).-Levantamiento de las inhabilitaciones gremiales
y normalización de los sindicatos y de la
Confederación General del Trabajo. Esto se cumplirá
en un plazo máximo de ciento veinte días. Las
elecciones en los sindicatos serán presididas por
interventores nombrados de común acuerdo;
7°).-Reconocimiento de la personería del
Partido Peronista, devolución de sus bienes y
levantamiento de las inhabilitaciones políticas. Tanto la
personería como los bienes serán acordados a las
autoridades que designe el General Juan Domingo
Perón;
8°).-Reemplazo de los miembros de la Suprema Corte
de Justicia y eliminación de los magistrados que han
participado en actos de persecución
política;
9°).-En un plazo máximo de dos años se
convocará a una Convención Constituyente para la
reforma total de la Constitución, que declarará la
caducidad de todas las autoridades y llamará a elecciones
generales.
Las medidas consignadas en los puntos 2°, 3°,
4°, 5°, 6°, 7° y 8° se adoptarán
dentro de un plazo máximo de noventa días a contar
desde la asunción del mando.
Queda a cargo del Dr. Arturo Frondizi arbitrar los
medios para el cumplimiento de las cláusulas precedentes.
Por su parte, el General Juan Domingo Perón se compromete
a interponer sus buenos oficios y su influencia política,
para crear el clima pacífico y de colaboración
popular indispensables para poder llevar a cabo los objetivos
establecidos en el presente Plan.
Suscriben este Plan Político, además de
los titulares, John William Cooke y Rogelio Frigerio, en virtud
de haber participado en su discusión y
colaboración. Los firmantes empeñan su palabra de
honor en el sentido de que hasta el primero de agosto de mil
novecientos cincuenta y ocho, este Plan permanecerá en
reserva y sólo podrá ser divulgado posteriormente
de común acuerdo, salvo el caso de incumplimiento por las
partes. [1]
La elección presidencial, convocada para el 23 de
febrero de 1958, quedó reducida a una confrontación
entre los dos sectores del radicalismo. La UCRI, encabezada por
Frondizi, derrotó a la UCRP, dirigida por Balbín y
apoyada por el oficialismo.
Frondizi se impuso con el 45 % de los votos.
Partidos | Votos | % |
UCR del Pueblo UCR Intransigente Socialista Demócrata Cristiano Demócrata Demócrata Progresista Comunista Votos en blanco | 2.618.058 4.070.875 147.498 285.688 128.283 22.338 264,746 838.243 | 28,9 44,9 1,6 3,2 1,4 0,2 2,9 9,2 |
El 1 de mayo de 1958 asumió como presidente
Frondizi, logrando la totalidad de las gobernaciones, todas las
bancas del Senado y los dos tercios de la Cámara de
Diputados. Gómez asumió como
vicepresidente.
2.2 Gabinete Ministerial:
Ministro del Interior: Alfredo R.
VítoloMinistro de Relaciones Exteriores y Culto: Carlos A.
FloritMinistro de Educación y Justicia: Luis R. Mac
KayMinistro de Asistencia Social y Salud
Pública: Héctor V. NoeliaMinistro de Hacienda: Emilio del Carril
Ministro de Guerra: Héctor Solanas
PachecoMinistro de Marina: Adolfo Estévez
Ministro de Aeronáutica: Roberto
Huerta
Se le encargó las carteras de Obras
Públicas, Transportes y Comunicaciones al
ministro-secretario de Estado en el Departamento del Interior.
Los ministerios de Agricultura, Ganadería y de Comercio e
Industria al ministro de Hacienda y el Ministerio de Trabajo y
Previsión al ministro de Asistencia Social y Salud
Pública.
A su vez, se crearon cuatro secretarías que
dependían de la Presidencia de la Nación: Enlace y
Coordinación; Ejecutiva, Relaciones
Económico-Sociales, a cargo de Rogelio Frigerio, y
Técnica.
3. ASPECTO POLÍTICO
Al poco tiempo de asumir, Frondizi envió al
Congreso dos proyectos importantes y los obtuvo:
1- Amnistía General.
2- Ley de Asociaciones Profesionales (que reestablece la
unidad de la representación sindical).
3.1 Situación con las Fuerzas Armadas
Frondizi, durante su gobierno debió actuar por un
lado, con el poder militar y, por el otro, con el poder peronista
que lo demandaba por su participación electoral y el
compromiso que había contraído para obtener sus
votos.
Existió una permanente oposición de la
Fuerzas Armadas hacia el presidente Frondizi.
Quienes querían mantener en el poder a las
Fuerzas Armadas gobernando, eran encabezados por el jefe de la
Marina, el almirante Isaac Rojas. Se impuso el criterio del
general Aramburu de entregar el mando a los ganadores de las
elecciones, aunque las Fuerzas Armadas fueran las que
tendrían el poder.
Dentro de las Fuerzas Armadas existía rivalidad
entre Ejército, Marina y Aeronáutica. Entre las
tres armas competían por acceder a mayores niveles de
mando, lo que causaba serios enfrentamientos directos. Ninguna de
las tres fuerzas permitía la preeminencia de una sobre las
otras, lo que provocaba desacuerdos y pujas.
Frondizi asumiría el gobierno pero las Fuerzas
Armadas conservarían el poder.
El 17 de junio de 1958 se modificó la ley de
ministerios. Esta nueva ley de ministerios 14.439, redujo a ocho
las carteras y creó doce secretarías de Estado. Se
creó la cartera de defensa nacional, siendo el titular de
la misma Gabriel del Mazo. Solanas Pacheco, Estévez y
Huerta fueron confirmados en sus cargos de
secretarios.
A partir de aquí comenzaron varios planteos y
alzamientos cuyo objetivo era intimidar al gobierno para lograr
que este accediera a sus presiones. Así las Fuerzas
Armadas no dejaron nunca de manejar los mecanismos del poder;
agotando las diversas formas de presión militar. Estas
contaron con el apoyo de las fuerzas políticas opositoras
y en particular con las de la Unión Cívica Radical
del Pueblo.
Frondizi trató en cada planteo militar de
negociar con los sublevados con el fin de poder continuar con su
principal objetivo: el plan económico
desarrollista.[2]
Pero además de las Fuerzas Armadas, el presidente
se vio amenazado por otros factores de poder y grupos de
presión. Dentro de los factores de presión se
encontraban los representantes de los acreedores externos, como
los de los Bancos y el FMI, los cuales influían o
pretendían influir en las decisiones y ejecuciones del
poder político; y dentro de los grupos de presión,
estaban los partidos políticos, estudiantes
universitarios, sindicatos y grupos obreros, y los medios de
comunicación. [3]
El 22 de mayo de 1958, se sancionó la ley de
amnistía 14.436, que concedía amnistía
amplia y general para todos los delitos políticos o
militares, cometidos hasta su promulgación. Los beneficios
de la ley comprendían los actos realizados con
propósitos políticos o gremiales. Nadie
podía ser interrogado, citado o investigado por sospechas
o por haber cometido delitos ya perdonados. La ley no
preveía ni el levantamiento de la proscripción al
Partido Peronista, ni el regreso de Perón, ni la
restitución de su grado[4]
3.2 Crisis de Gabinete
La designación de Rogelio Frigerio como
secretario de Relaciones Económico-Sociales de la
Presidencia provocó desconfianza en los distintos
sectores, debido a la gran influencia que este ejercía
sobre el presidente Frondizi.
El 10 de noviembre de 1958, Frigerio renunció a
su cargo, aunque continuó como asesor personal en Olivos.
Finalmente, a causa de las presiones, se vio obligado a retirarse
definitivamente en mayo de 1959.
La ausencia de Frigerio, junto con la oposición
militar y política que recibía el gobierno,
provocó otras renuncias dentro del gabinete, tanto de
colaboradores inmediatos del presidente como de
ministros.
El 24 de junio quedó integrado el nuevo
ministerio nacional, con Álvaro Alzogaray como ministro de
Economía, quien luego tuvo que renunciar a pedido de
Frondizi, por haber aplicado la política de estabilidad
monetaria y no haber continuado con el programa económico
desarrollista como había asegurado. Fue reemplazado por
Roberto Alemann.
El 15 de noviembre de 1958 renunció el
vicepresidente Alejandro Gómez, quien fue acusado de
encubrir a los supuestos implicados en un inminente golpe de
estado. Fue expulsado del partido y forzado a presentar su
renuncia. Según lo establecido por la Constitución,
el vicepresidente no fue reemplazado.
El 11 de junio de 1959, en Ciudad Trujillo, Perón
dio a conocer públicamente el contenido del pacto
preelectoral firmado con Frondizi. Esto, coincidió con el
caos político y social en que se encontraba el
país, por lo que hizo peligrar seriamente la estabilidad
del gobierno. [5]
3.3 La división del Ejército en
"legalistas" y "gorilas"
De la Revolución Libertadora surgieron tres
líneas bien diferenciadas:
a) los quedantistas: buscaban demorar
las elecciones y continuar apropiando el poder. De este grupo
surgió la idea de una "dictadura
democrática".b) Los continuistas: buscaban
perpetuarse en el poder a través del apoyo de un
partido político, la UCRP.c) Los juegolimpistas: se
abstenían de toda influencia o participación,
comprometiéndose a respetar los resultados
electorales. El general Aramburu fue el principal
líder de esta corriente.
Durante el gobierno de Frondizi, las tres tendencias se
polarizaron en "legalistas" y "gorilas". Ambos grupos se
opusieron a él con la necesidad de derrocarlo. Se
diferenciaban en el método y los instrumentos para
llevarlo a cabo. Los "gorilas" proponían el derrocamiento
del presidente y la toma del poder por las Fuerzas Armadas,
mientras que los "legalistas" planteaban destituirlo
"constitucionalmente" o forzarlo a una
renuncia.[6]
3.4 Situación con Toranzo Montero
El 16 de junio de 1959, se produjo en Córdoba una
rebelión armada encabezada por el teniente general Ossorio
Arana y el almirante Samuel Toranzo Calderón, jefes
golpistas, con el pretexto de detener al comunismo que avanzaba
en el país. Los oficiales leales hicieron todo lo posible
por detener el inminente estallido, logrando apaciguar el
descontento y desbaratar el intento golpista. Pero el movimiento
fracasó por la falta de apoyo de sus colegas.
[7]
Como consecuencia, el 30 de junio, el secretario de
Ejército Solanas Pacheco renunció y fue reemplazado
por el general Elbio Anaya por decisión del presidente. El
nuevo secretario no asumió su cargo y se pensó en
el general Carlos S. Toranzo Montero para tal función.
Frondizi, conociendo la forma de actuar y de pensar de
éste, trató de persuadir a Anaya de no realizar el
nombramiento. Sin embargo éste se llevo a cabo el 25 de
julio, con la condición de que Toranzo Montero no hiciera
cambios de personal en los puestos claves, pero éste
omitió la advertencia. Esto provocó la inmediata
reacción del secretario Anaya, terminando con la
destitución de Carlos S. Toranzo Montero el 2 de
septiembre de 1959, con el consentimiento del presidente
Frondizi. Como reemplaznate se nombró al general Pedro
Francisco Castiñeiras.
Esta medida tuvo que ser revertida, ya que había
provocado repudio en algunos generales que simpatizaban con
Toranzo Montero. Se había producido uno de los
enfrentamientos más serios del ejército. El general
Anaya y las fuerzas leales dispusieron medidas de emergencia y
arrestaron a los sublevados. Ante la amenaza de un posible
enfrentamiento armado y el deseo de una pronta superación
de la crisis militar, Frondizi convocó a Toranzo Montero a
la Casa Rosada con el fin de llegar a un acuerdo. En dicha
reunión se resolvió:
1º) el reestablecimiento de Toranzo Montero como
comandante en jefe y,
2º) el reemplazo de Anaya por el general Rodolfo
Larcher.
Con la restitución de Carlos S. Toranzo Montero
comenzó la etapa de "vigilancia" directa del
Ejército sobre el gobierno. Como subsecretario de
ejército fue designado el general Hoshtina.
[8]
De esta manera, Toranzo Montero y el sector del
Ejército que lo respaldaba se convirtieron en los
protagonistas de la labor política, debiendo el presidente
acceder a variadas presiones y pretensiones de los militares,
como otorgarles más libertad y participación y
atribuyéndose ellas mismas el papel de legítimas
depositarias de un poder de contralor (examinar las cuentas y la
legalidad de los gastos oficiales), veto y protección
sobre el gobierno nacional. A pesar de haber cedido antes
variadas presiones, Frondizi se mantuvo firme en lo referido al
manejo de las relaciones exteriores y las bases de su
política de desarrollo e integración
económica. [9]
Resultado de la puesta en marcha de la "doctrina de
vigilancia", fueron, entre otros hechos, la aplicación del
Plan Conintes, el abandono de la línea política
integracionista con el peronismo, la reforma del Código
Penal, la prohibición del partido comunista.
Esta doctrina de vigilancia, que guió la
acción de Toranzo Montero y sus colegas, se basaba en la
condición de que el presidente Frondizi podía ser
presionado para que adoptara las políticas que ellos
consideraban esenciales, y que su destitución no era
necesaria.
El ejército bajo la conducción del general
Toranzo Montero, se preparaba a luchar activamente contra todos
los totalitarismos.
El 12 de junio de 1960 hubo otra insurrección en
la provincia de San Luis, conducida por el general Fortunato
Giovannoni, y apoyada por sectores de la oposición,
principalmente de la UCRP, pero ésta
fracasó.
A fines de 1960, se produjo en Rosario otro fallido
levantamiento, conducido por el general Miguel A.
Iñíguez. [10]
3.5 Intervenciones federales
Frondizi acudió varias veces a las intervenciones
federales en distintas provincias como un recurso extremo para
proteger la integridad y la subsistencia de las propias
provincias.
Las provincias intervenidas entre 1959 y 1961 fueron
Misiones, La Pampa, Córdoba y Salta.
En 1962, se acordó implícitamente la
intervención a la provincia de Buenos Aires en el caso de
que el peronismo triunfara en las elecciones del 18 de
marzo.
Ante el triunfo del Partido Peronista, las FF.AA.
presionaron al presidente exigiéndole la anulación
de los comicios, la intervención de las provincias donde
había triunfado el peronismo, la proscripción de
este partido, el ataque al comunismo y el arresto de los
dirigentes peronistas.
Frondizi accedió a intervenir las provincias
firmando el decreto. Esto provocó que otros partidos le
solicitaran la renuncia.
Así, el 19 de marzo de 1962, bajo presión
militar, se intervinieron las provincias de Buenos Aires, Chaco,
Río Negro, Santiago del Estero y Tucumán en sus
tres poderes. Como consecuencia, los Poderes Ejecutivo y
Legislativo se declararon sin efecto y se autorizó a los
interventores federales a fijar la fecha de convocatoria a nuevas
elecciones.
Estas intervenciones provocaron gran conmoción en
todo el país y ninguna de ellas tuvo fundamento
constitucional, sino razones políticas.
[11]
4. ASPECTO ECONÓMICO
4.1 Plan económico desarrollista
En el área de la agricultura y ganadería,
Frondizi intentó llevar a cabo una reforma agraria que
modificara el sistema de propiedad. Como gobernante, sostuvo que
el mal principal de la Argentina era su condición de
país subdesarrollado y que para solucionarlo lo
fundamental era la producción de bienes. Decía que
no se podía hablar de distribución de riqueza
cuando no se la tiene. El ahorro interno no era suficiente para
financiar el crecimiento económico.
Se impuso un programa político-económico
desarrollista elaborado por él y por su asesor Rogelio
Frigerio. Los pilares de esta concepción son la
integración y el desarrollo, siendo la integración
causa necesaria para alcanzar el desarrollo nacional. La
integración solo podrá materializarse mediante una
alianza de clases y sectores, entendida como una
participación directa de todos los grupos sociales.
Lograda la unidad nacional deberá comenzarse la
"revolución del desarrollo", mediante la aplicación
de una serie de medidas concretas que reviertan la
situación económica. La concretización de
estas medidas liberará al país de las imposiciones
del mercado externo, fomentando la creación de un mercado
interno. Es decir, el desarrollismo pretendía llegar al
desarrollo nacional por la vía de la sustitución de
importaciones.
Para el desarrollismo, los partidos políticos
debían ser excluidos de la acción del gobierno y
del programa frondizista, ya que si estos actuaban por sí
mismos, nunca se llegaría a lograr la integración
nacional, siendo ésta sólo posible a través
de la participación de los distintos sectores
sociales.
El modelo "integracionista y desarrollista" infundido
por Frigerio, guiaba la política y economía de su
gobierno. Sostenía que desde la "unidad nacional"
debía llegarse a la "Revolución del desarrollo".
[12]
El plan frondizista y su accionar diferían del
pensamiento de su partido. Es por esto que la UCRI carecía
de espacio dentro del Ejecutivo Nacional, lo que provocó
divisiones entre el presidente y sus asesores.
Internamente surgieron en la UCRI dos tendencias que
lucharían por imponerse y ejercer su influencia sobre el
gobierno. La "integracionista", conducida por Rogelio Frigerio, y
la "intansigente", dirigida por el vicepresidente Alejando
Gómez.
Los temas principales de este plan desarrollista
eran:
El subdesarrollo es producto de la no
industrialización y de la crónica crisis de sus
economías.Se lo debe combatir con políticas realistas
en un plan de prioridades de inversión.Es necesario el ingreso de capitales extranjeros por
insuficiencia del capital nacional o su reticencia en
invertir.Es inexorable para las fuerzas productivas en la
internacionalización del proceso productivo la
preeminencia del papel del Estado en el período de
transición del subdesarrollo al desarrollo.Un Estado apoyado en una sólida base nacional
podrá enfrentar el poder desestabilizador del capital
monopólico internacional.Un Estado nacional sólo será fuerte
cuando con objetivos precisos represente a todos los sectores
sociales del país[13]
4.2 Batalla del petróleo
En 1954, Frondizi escribió el libro:
Petróleo y política, muy importante para
su campaña electoral.
Hacia 1957, la importación del petróleo
representaba entre un 20 y 25 % de las compras externas locales,
lo que superaba el déficit comercial total del
país. Es por esto que el gobierno se propuso como objetivo
principal lograr el autoabastecimiento petrolero, lo que
además impulsaría las economías regionales,
como la de la Patagonia y el Noroeste. Pero para alcanzar esto,
Frondizi debió recurrir a capitales extranjeros, ya que el
país no contaba con los recursos y equipos necesarios como
para incrementar la producción a corto plazo.
En 1958, dispuesto a promover la inversión
extranjera pero sin medios en YPF para aumentar la
producción y sin divisas para importar petróleo,
decidió negociar con una subsidiaria del Standard Oil un
contrato de explotación, a este se le sumaron en total
contratos de dos millones de dólares. En cuatro
años la producción de petróleo se
triplicó. Esta nueva política petrolera fue llamada
como "la batalla del petróleo", la cual fue anunciada por
el gobierno el 24 de julio de 1958.
Esta "batalla" empezó con la
nacionalización de las reservas de hidrocarburos,
intentando liberar al país de la dependencia extranjera en
materia de provisión de combustible, a través de
una reducción progresiva de su importación.
También se renegociaron los contratos de
importación firmados durante la Revolución
Libertadora.
El plan consistía también en la
reestructuración de YPF, la construcción de
oleoductos del Norte y de Mendoza, la cooperación del
capital privado sin dar lugar a renuncias del dominio del Estado
sobre la riqueza petrolífera y la preservación del
dominio nacional y proyecto de ley de nacionalización.
[14]
Además se firmó un acuerdo con Colombia
para el intercambio de petróleo por productos argentinos y
se decidió que YPF sería el encargado de manejar la
política petrolera, reestructurándola y
dándole mayores recursos.
Frigerio comenzó una gira por el exterior con el
fin de conseguir capitales extranjeros que quisieran invertir en
la extracción de petróleo en la Argentina, con la
condición de que el producto sería entregado todo a
YPF y que las empresas inversoras cobrarían su trabajo en
dinero y no en petróleo. De esta forma, se firmaron varios
contratos con empresas que comenzaron rápidamente su
tarea, entre ellas, las compañías Pan American,
Banca Loeb y Tennessee.
El 28 de octubre de 1958, se firmó un convenio
con la Unión Soviética, por el cual ésta le
concedía a la Argentina un crédito por 100 millones
de dólares, para la compra de equipos petroleros en la
URSS, a una tasa de interés del 2,5% anual.
A pesar de que el gobierno comenzó a recibir
críticas por parte de grupos opositores, debido a ciertos
temas como son el sobreprecio del petróleo y la
eximición del pago de impuestos a las empresas
contratistas, entre otras, se mantuvo firme con la nueva
política petrolera, sosteniendo que era la única
forma de autoabastecimiento y era imprescindible para lograr una
política de desarrollo. [15]
Los contratos petroleros firmados con las dos empresas
norteamericanas, provocaron en octubre de 1958, la
reacción de los trabajadores de YPF en Mendoza.
Una huelga denunciando la amenaza de la política
gubernamental contra la empresa petrolera estatal y la
estabilidad laboral, fue violentamente reprimida. El 9 de
noviembre, esta huelga fue considerada, por el Ejecutivo
Nacional, como un movimiento subversivo.
Como consecuencia, el 11 de noviembre el gobierno impuso
por decreto el estado de sitio en todo el país por treinta
días y puso presos a comunistas y peronistas; de hecho se
rompía el Pacto firmado con Perón.
La finalidad de esta medida era calmar a los
trabajadores, quienes fueron los que más sufrieron las
consecuencias del plan de estabilización confeccionado
según las recomendaciones del Fondo Monetario
Internacional (F.M.I.).
Al término de los treinta días
establecidos por el decreto, el 11 de diciembre se
sancionó la ley 14.785, por la que se declaraba nuevamente
el estado de sitio en toda la Nación.
La huelga de los petroleros, los planteos militares, el
descontento sindical y la oposición política,
fueron los principales hechos que llevaron a Frondizi a la
aplicación de esta medida.
La política de austeridad implementada, en
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, provocó una
depresión económica en 1959. Esto provocó
que los salarios de los trabajadores disminuyeran, sumado a un
proceso de inflación creciente, y que las huelgas se
multiplicaran. A todo esto, se le agregó la
declaración del estado de sitio y la posterior
aplicación del Plan Conintes, lo que en conjunto con lo
anterior, llevó a un progresivo enfrentamiento entre
Frondizi y los peronistas. Estos últimos pusieron fin a la
tregua acordada al gobierno. Las bases sociales y
políticas del presidente comenzaron a
debilitarse.
Sin embargo, Frondizi no retrocedió con su
política petrolera y siguieron llegando las
inversiones.
4.3 Batalla de la energía
eléctrica
Fin del conflicto con la CADE. Una vez en el gobierno,
Frondizi se dedicó a resolver el problema con las
compañías encargadas del suministro
eléctrico en la Capital Federal y Gran Buenos
Aires.
Para esto, arregló con las empresas CADE y CIADE:
por una parte para tratar de solucionar el problema del
suministro de electricidad, y fundamentalmente para lograr una
buena imagen en el exterior, ya que estas empresas eran de
capitales multinacionales, y una de las premisas fundamentales
del gobierno desarrollista era atraer un flujo de inversores
extranjeros, como un paso al "desarrollo argentino".
Con el art. 3º de la ley 14.772 se aprobó un
convenio preliminar, entre el Secretario de Energía y las
Compañías CADE y Electricidad de la Provincia de
Buenos Aires Limited, para la formación de una nueva
sociedad (Segba). Por este convenio se dio por terminado el
conflicto con la CADE. El punto más discutido del convenio
era la revaluación de los bienes de la CADE, importe que
luego constituiría el aporte privado para la
formación de Segba, que el Estado debía
comprar.
4.4 Batalla del acero
La industria siderúrgica argentina se encontraba
atrasada, debido a la baja producción del
acero.
Para revertir esta situación, el gobierno se
propuso explotar la producción del mismo. Dicha
producción era de mucha importancia ya que
incidiría en el reequipamiento industrial, en la
tecnificación del campo, en la reposición del
sistema de transporte y fundamentalmente en el desarrollo
integral de la Nación.
4.5 Batalla del transporte
En vistas al objetivo del desarrollo del país,
debía reestructurarse todo el sistema de comunicaciones,
principalmente el ferroviario que era el que arrojaba mayores
pérdidas.
Para reducir el déficit que provocaba en el
presupuesto nacional, el gobierno implementó una serie de
medidas:
a) cambiar y racionalizar la estructura del sistema
ferroviario;
b) asegurar una fluida intercomunicación entre
todas las regiones del país;
c) eliminar vías inútiles y
antieconómicas;
d) proporcionar un sistema coordinado de comunicaciones
que promoviera sus riquezas, unificando el mercado
nacional;
e) reordenar los transportes en todas sus ramas,
poniéndolos al servicio del país y de los
usuarios.
4.6 Batalla de la Patagonia
Había que incorporar a la Patagonia como
protagonista del desarrollo nacional. Se la consideraba ligada a
la batalla del petróleo y en tal sentido, el presidente
sostenía que "en estas regiones se unen a la
posición estratégica la presencia del
petróleo y la convergencia natural de la energía
hidroeléctrica, del carbón y el hierro, que es como
decir los puntales de la industria que se basta a sí
misma".
4.7 Batalla por las inversiones extranjeras
Dentro del proceso del desarrollo económico, la
inversión de capitales extranjeros tenía un rol
fundamental, ya que el ahorro nacional resultaba insuficiente
para llevar adelante el plan. Estas inversiones de capitales
debían estar destinadas a promover o expandir una
actividad productiva que aportara ahorro u obtención de
divisas o se tradujera en una conveniente elevación del
nivel de productividad nacional. [16]
4.8 Medidas concretas de administración de la
economía
El gobierno, a pesar de encontrarse amenazado, sobre
todo por las Fuerzas Armadas que presionaban al presidente con el
fin que este no cumpliera con el pacto hecho con Perón,
alcanzó a concretar, en parte, el plan económico
que se había propuesto a fin de promocionar el desarrollo
nacional, a través de una serie de medidas:
a) En materia de precios y salarios:
Estableció un aumento de emergencia de
salarios.b) En materia de promoción: Se
estimuló la industria nacional en lugar de las
importaciones.c) En materia de inversiones: El desarrollismo
partió de la base que el financiamiento de la
capacidad productiva debía provenir de la entrada de
capitales extranjeros y de un incremento del ahorro interno,
y no de las exportaciones, puesto que estas solo trasladaban
los ingresos de los productos argentinos a los importadores
del exterior.d) En materia de empresas públicas: Fue
modificada la ley de empresas del Estado y se creó la
Sindicatura General.e) En materia de propiedad de los
hidrocarburos: En 1958, el Congreso sancionó la ley de
nacionalización de los hidrocarburos líquidos,
sólidos y gaseosos.f) En materia de contratos petroleros: Se
firmaron varios contratos con YPF y varias empresas
extranjeras.g) En materia de planificación
económica.h) En materia de privatizaciones.
i) En materia de política
económica internacional.j) En materia de arrendamientos.
[17]
4.9 Crisis de 1961
El inicio de 1961 no fue favorable para Frondizi y su
gobierno. El panorama social era desesperante y para peor, no
hubo logros económicos que pudieran revertir la
situación social. La crisis económica se
profundizó, generando inflación.
Por otra parte, la oposición partidaria, mantuvo
una actitud crítica al no hallar solución para
satisfacer sus reclamos y demandas. Los planteos militares, las
huelgas, los pedidos de aumento de sueldos y paros obreros, el
paro general de las 62 Organizaciones no daban respiro al
gobierno, quien reprimió las huelgas e intentó
romper relaciones con el peronismo. Debido a que la
situación no mejoraba aumentaron los actos
terroristas.
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