Introducción
Según la Primera Conferencia de Ottawa en 1986 la
Promoción de Salud consiste en proporcionar a los pueblos
los medios necesarios para mejorar
su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Las
innumerables acciones que Cuba ha llevado a cabo para
fomentar el desarrollo y bienestar social
han tenido un enfoque participativo, dinámico e integral en
el cual los factores sociales y las instituciones formales e
informales se organizan para garantizar los cambios
cognoscitivos, conductuales y de estilos de vida con un fuerte
fundamento en la pedagogía participativa
(1,2).
En nuestro país se han alcanzado importantes logros
en el campo de la salud y constituye un reto consolidar avances ,
vencer amenazas , superar debilidades e innovar estrategias para alcanzar un
desarrollo integral que genere el fomento de una vida saludable
Desde hace más de cuatro décadas se han realizado
diferentes acciones con el propósito de fomentar el desarrollo social basados en la
equidad y derechos de todas las personas a la salud y
el bienestar que constituyen hoy potencialidades para el
desarrollo en la Promoción de la Salud y la prevención
de enfermedades.(2-4)
En nuestros días ha aparecido una nueva modalidad
de comportamiento que afecta
fundamentalmente a los adolescentes y jóvenes de
nuestra sociedad, nos referimos a uso
de los piercing corporales. La traducción literal de
este término se refiere como "penetrante" y no es mas que la
colocación de joyerías y otros ornamentos en diferentes
partes del cuerpo principalmente en zonas terminales y colgantes.
Este comportamiento resulta de interés para la Comunidad Médica
Internacional por la asociación de entidades clínicas a
esta práctica (5,6)
Desarrollo
En la actualidad existen algunas tendencias de la
moda que repercuten sobre la
salud general del individuo principalmente de la
salud bucal; hablamos sobre el ¨body art ¨ o
arte corporal que abarca la
colocación de piercing, tatuajes y
escarificaciones.
La práctica de colocar joyerías en diferentes
partes del cuerpo en muy antigua, con motivaciones muy diversas a
lo largo de la historia. Actualmente es una moda que se ha
generalizado y ha llegado hasta nuestro país, para el cual
puede convertirse en un problema de salud. El ¨body
piercing¨ no en un invento de nuestro siglo ya que esta
práctica se emplea desde hace unos 60.000 años. Muchas
etnias se reconocían por collares u otros ornamentos y de
esta forma se diferenciaban diversos grupos en una misma población: los cazadores,
la mujer del jefe de la tribu,
los brujos, los guerreros, etc. En ocasiones era un símbolo
de virilidad, coraje y realeza mientras que en otras tenía
un sentido puramente estético.
En el antiguo Egipto un pendiente en el
ombligo significaba formar parte de la realeza, en la época
romana los gladiadores y soldados demostraban su virilidad con
anillos en los pezones, en los templos mayas y aztecas los sacerdotes se
colocaban un piercing en la lengua como signo de comunicación con los dioses,
los esquimales colocaban un piercing en el labio
inferior de las niñas recién nacidas como parte de un
ritual de purificación y en los varones adolescentes como
ritual de tránsito hacia la pubertad. Los materiales empleados
podían ser piedras, hueso o marfil (5-8).
En Norteamérica también formaba parte de la
tradición de la cultura Sioux. Sin embargo
estas prácticas fueron cayendo en desuso con las influencias
del cristianismo europeo y
americano. En la actualidad muchas tribus de Asia, África y América siguen usando
dispositivos metálicos en la nariz, labios y orejas para
decorar su cuerpo o como signo de diferenciación social. Los
piercing bucales son utilizados en algunos pueblos del
Amazonas, del Sudán, Etiopía, chinos e hindúes con
un significado religioso, sexual, tribal o marital
(6-8).
Reiniciada esta práctica en los años 70 por la
cultura punk , el piercing fue instalado dentro de líneas de
moda de famosos diseñadores en los años 80 del pasado
siglo y así, formas de comportamiento considerados
psicopatológicas se convirtieron en prácticas
aceptadas. Una encuesta realizada en el
año 2001 en la Universidad de Pace en
Pleasentville ( Nueva York ) develaba que un 51% de los
estudiantes llevaba algún tipo de piercing ( excluyendo los
del lóbulo de la oreja) y un 17 % del total había
tenido complicaciones médicas (9) .Un estudio de Sean y
cols.(10) indica que tanto los tatuajes como los
piercing pueden ser marcadores de conducta de riesgo en los jóvenes de los
Estados Unidos; en el estudio
se realizaron cuestionarios, observándose que los portadores
de tatuajes y/o piercing estaban más relacionados
con alteraciones en las conductas alimentarias, el uso de
drogas, la actividad sexual,
la violencia y la tendencias
suicidas respecto al resto de los jóvenes encuestados. Hay
que decir que el tema es controvertido y no todos los autores
relacionan el body art con estas tendencias de
comportamiento (11).Estas modalidades de comportamiento social de
los jóvenes son de vital interés para sociólogos,
psicólogos y para la Comunidad Médica en
general por la asociación de Entidades Clínicas a
ellos. Sweetman encontró este proceder como la tendencia
durante este período de sentirse diferentes a los
demás, egocéntricos, atrayentes, llamativos, o
seductores de ahí que surja la tentación en el joven de
crear algo diferente e individual en su cuerpo, aunque esta
práctica está asociada a algunas tendencias
sadomasoquistas o fetichistas con una intención
cosmética o connotación sexual con el fin de aumentar
el placer o causar dolor. (6,8)
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