- Origen de los
probióticos - Antecedentes
- Microorganismos
probióticos - Efectos de los
probióticos en diversas
patologías - Propiedades
bioterapéuticas - Quienes pueden consumir
probióticos - Dosis
- El probiótico
ideal - Desarrollo de leches fermentadas
con probióticos - Efectos
adversos - Producción y
escalamiento de microorganismos
probióticos - Prospectivas e
investigaciones - Bibliografía
En la flora intestinal humana existen más de 400
especies de microorganismos que conviven en armonía
sintetizando vitaminas,
sustancias beneficiosas, contribuyendo a la absorción de
nutrientes, favoreciendo el metabolismo
colónico de la fibra, mejorando la digestibilidad,
neutralizando sustancias potencialmente patogénicas. El
intestino ofrece substratos y las condiciones para su desarrollo
permitiendo así que la flora promueva una mejor función
intestinal.
En la vida intrauterina el tracto intestinal es
estéril, y es después del nacimiento cuando la
flora intestinal se desarrolla. Durante los primeros días
de vida las bifidobacterias colonizan el intestino protegiendo al
niño de infecciones. Las principales funciones de la
flora intestinal son limitar el crecimiento de microorganismos
potencialmente patógenos en el intestino e interactuar con
substratos no absorbidos de la dieta. Sin embargo, la flora
intestinal es vulnerable a determinadas condiciones. En los
adultos varía notablemente ya que dependen de varios
factores como la alimentación, los
genes, el medio que habita, tratamientos con antibióticos,
estrés,
medicamentos, infecciones, edad, clima,
intervenciones quirúrgicas en estómago o intestino,
enfermedades
hepáticas, renales, cáncer. Tener una flora estable
y bien equilibrada es una garantía de buena salud ya que evita la
colonización y sobre desarrollo de microorganismos
patógenos mediante varios mecanismos como la competencia y la
síntesis de bacteriocinas,
bacteriófagos. El desequilibrio de la flora puede
prevenirse con la
administración de cultivos microbianos vivos, estos
cultivos se llaman Probíoticos.
Hipócrates (460 a.C- 377 a.C), el médico
griego considerado como el creador de la verdadera Medicina,
decía: "Haz que tus alimentos sean
tus medicinas y que tus medicinas sean tus alimentos"
Élie Metchnikoff (1845-1916) fue un
zoólogo y microbiólogo ruso que, Premio
Nóbel de Medicina y Fisiología en 1908.
Pero Metchnikoff es tanto o más conocido por
otros de sus descubrimientos: trabajó en el Instituto
Bacteriológico de Odessa (1886-1887) y en el Instituto
Pasteur (1885-1916), del que llegó a ser su director, y la
última década de su vida fijó su atención en que en Bulgaria existía
un increíble número de personas centenarias, a
pesar de ser uno de los países europeos más pobres.
La razón para esa extraordinaria longevidad no
podía ser tampoco la calidad de sus
servicios
médicos. Pero, lo que era evidente era que los
búlgaros consumían grandes cantidades de yogur, que
contiene bacterias
fermentantes lácticas. Metchnikoff logró aislar la
bacteria responsable de la producción del yogur y la utilizó
para sus investigaciones.
Era el inicio oficial de la Probiótica.
Metchnikoff se volvió un firme defensor del
concepto que
la dieta puede proteger el cuerpo de la invasión de
patógenos y en consecuencia mejorar y prolongar la
calidad de
vida. Fue la primera persona en
desarrollar un preparado terapéutico utilizando
lactobacilo en forma de cápsula para ingerir oralmente
denominado Lactobacillin.
En 1965 Lilly y Stillwell utilizaron por primera vez el
término de Probiótico, para nombrar a los productos de
la fermentación gástrica. Esta palabra
se deriva de dos vocablos, del latín -pro- que significa
por o en favor de, y del griego –bios– que quiere
decir vida.
Esta definición fue modificada y se
redefinió el termino de Probíoticos como
microorganismos y compuestos que participan en el balance y
desarrollo microbiano intestinal . En 1989 R. Fuller
definió a los Probíoticos como: "Aquellos
microorganismos vivos, principalmente bacterias y levaduras, que
son agregados como suplemento en la dieta y que afectan en forma
beneficiosa al desarrollo de la flora microbiana en el
intestino"
Y en 1998 el ILSI (International Life Science Institute,
de la Unión
Europea) en Bruselas definió a los Probíoticos
como microorganismos vivos, que cuando son ingeridos en
cantidades suficientes, tienen efectos beneficiosos sobre la
salud, lo que va más allá de los efectos
nutricionales convencionales. Afectan beneficiosamente a una o
varias funciones del organismo. Proporcionan un mejor estado de
salud y bienestar y/o reducen el riesgo de
enfermedad. Pueden ser funcionales para la población en general o para grupos
particulares de la misma. Hay que mencionar que, para ser
considerada como Probiótica, una bacteria tiene que
sobrevivir el medio fuertemente ácido del estómago
y colonizar el intestino delgado y grueso.
Se sabia, por ejemplo, que si se administraba a un
ratón recién nacido, que no tiene todavía
microorganismos en su intestino un cultivo con un causante
habitual de diarreas
agudas (E. coli) se producía la muerte casi
instantánea. Si en vez de dárselo, se administraba
conjuntamente con el de un habitante natural del intestino, el
ratón seguía con vida, pues el segundo
competía ecológicamente con el primero y
digería las peligrosas toxinas que segregaba esta
ultimo.
También se conocían desde hacia tiempo, por la
acción
del yogur, las propiedades digestivas y normalizadoras que poseen
los bacilos lácticos sobre la función intestinal.
En estas circunstancias, era enteramente natural que se pensara
en tratar con ellos a los niños
con diarrea. De
ahí a la leche
fermentada había un solo paso.
La idea central del doctor Oliver, sumamente sencilla
pero revolucionaria, consistía en proponer la normalización ecológica de la flora
intestinal, alterada en los niños con diarrea, mediante la
implantación de bacilos lácticos en su
intestino.
Los bacilos lácticos que se seleccionaron para el
tratamiento no fueron las cepas búlgaras del yogur
común. Se pensó en los Lactobacillus casei,
que -a diferencia de los bacilos del yogur- forman parte de la
flora intestinal normal. Por este motivo, mientras los
Lactobacilos búlgaros están solo de tránsito
por el intestino, desapareciendo cuando se suspende su ingesta,
la cepa elegida tiende a permanecer y reproducirse en él,
es decir, a implantarse, colonizando de manera permanente una vez
administrados.
Los investigadores del CERELA prepararon un cultivo
concentrado de los Lactobacilos casei que enviaron al
lactario del hospital para incorporarlos a la leche pasteurizada
que tomaban los pequeños pacientes, en la dosis de una
cucharadita por biberón. Se lo llamó CERELA, al
igual que el Centro.
También conocemos desde hace tiempo, por la
acción del yogurt las propiedades digestivas y
normalizadoras que poseen los bacilos lácticos sobre la
función intestinal. En estas circunstancias, es natural
pensar en tratar con Lactobacilos a los niños con
diarreas.
- Lactobacillus acidophilus
- Lactobacillus casei var. Shirota
- Lactobacillus fermentum
- Lactobacillus casei
- Lactobacillus crispatus
- Lactobacillus reuteri
- Lactobacillus rhamnosus
- Lactobacillus plantarum
- Lactobacillus bulgaricus
- Lactobacillus cellobiosus
- Lactobacillus curvatus
- Lactobacillus lactis cremoris
- Lactobacillus GG
- Bifidobacterias
- Bifidobacterium longum
- Bifidobacteria adolescentis
- Bifidobacteria animalis
- Bifidobacteria infantis
- Bifidobacteria bifidum
- Streptococcus salivaris
- Streptococcus faecium
- Streptococcus diacetylactis
- Streptococcus intermedius
- Saccharomyces boulardii
EFECTOS DE LOS
PROBIOTICOS EN DIVERSAS PATOLOGIAS
Los efectos de los Probíoticos son varios
incluyendo la modificación de la flora evitando la
colonización patógena, la prevención del
desequilibrio de la flora intestinal, la reducción de la
incidencia y duración de diarreas, el mantenimiento
de la integridad de las mucosas, la modulación
de la inmunidad al evitar la translocación bacteriana, la
producción de vitaminas como la B2, B6 y biotina, la
asimilación de oligoelementos y la actividad
antitumoral.
A. INTOLERANCIA A LA LACTOSA
Alrededor del 70% de la Población mundial,
presenta intolerancia a la lactosa, relacionada con la
disminución de la actividad de la lactasa en la mucosa
intestinal, genéticamente determinada. La Lactosa no
digerida es fermentada por la flora intestinal, con
producción de agua, ácidos
grasos y gas, que
ocasionan síntomas como dolor abdominal, flatulencia y
diarrea.
Los Probíoticos contribuyen a mejorar la
digestión de la lactosa y reducen la sintomatología
por la mala absorción, gracias a que los Lactobacillus
poseen una actividad enzimática (lactasa) que sigue
funcionando en el intestino y permite la digestión del
azúcar,
lo cual permite que personas con intolerancia a la lactosa puedan
consumir leche, fuente rica en proteínas,
vitaminas y calcio; evitando los eventuales síntomas como
la diarrea, dolor abdominal, flatulencia, etc.
Los Probíoticos que actúan en la
fermentación del yogur como Lactobacillus
bulgaricus y S. thermophilus poseen la enzima. Los
Lactobacillus y las bifidobacterias poseen un efecto favorecedor
en la digestión de la Lactosa
B. REDUCCIÓN DE LOS NIVELES DE
COLESTEROL
Algunos Probíoticos pueden ejercer efectos
hipocolesteromiantes, es decir que contribuyen a la
disminución del colesterol sanguíneo de tres
maneras distintas:
- Utilizando el colesterol en el intestino y reduciendo
así su absorción - Aumentando la excreción de sales
biliares - Produciendo ácidos grasos volátiles en
el colon que pueden ser absorbidos e interferir con el
metabolismo de los lípidos en el hígado.
Los Probíoticos son microorganismos que estimulan
las funciones protectoras del tracto digestivo, también
son conocidos como bioterapeuticos, bioprotectores o
bioprofilácticos, se utilizan para prevenir las
infecciones entéricas y gastrointestinales. Para que un
microorganismo
pueda cumplir con esta función de protección tiene
que poseer características tales como: Ser habitante
normal del intestino, tener un tiempo corto de reproducción, ser capaz de producir
compuestos antimicrobianos y ser estable durante el proceso de
producción, comercialización y distribución para que pueda estar vivo en
el intestino.
La protección de estos microorganismos se lleva a
cabo mediante dos mecanismos: El antagonismo que impide la
multiplicación de los patógenos y la
producción de toxinas que impiden su acción
patogénica. Este antagonismo esta dado por la competencia
por los nutrientes o los sitios de adhesión. Mediante la
inmunomodulación protegen al huésped de las
infecciones induciendo a un aumento de la producción
Inmunoglobulinas, aumento de la activación de las células
mononucleares y de los linfocitos.
Las bacterias ácido lácticas pueden
colonizar transitoriamente el intestino y sobrevivir durante el
tránsito intestinal además, por su adhesión
al epitelio, modifican la respuesta inmune local del
hospedero.
Ciertos Probíoticos pueden estimular la inmunidad
del individuo
tanto a nivel intestinal como a nivel general, lo cual se traduce
por una mayor producción de anticuerpos y una mejor
defensa. Varios estudios sugieren que el consumo de
Probíoticos podría ayudar a regular las
alteraciones del sistema inmune
que se observan en casos de alergia y por lo tanto, a reducir los
síntomas asociados con esta patología.
Ciertas bacterias lácticas protegen al intestino
frente a los patógenos de diferentes maneras:
- Compitiendo por el espacio físico y por los
nutrientes - Produciendo sustancias antibióticas activas
frente a estos patógenos - Estimulando el sistema inmune del
intestino - Contribuyendo a la acidificación del contenido
del colon, lo cual es desfavorable para el crecimiento de
patógenos - Inactivación de ciertas toxinas liberados por
patógenos.
3. EFECTOS
ANTICARCINOGENÉTICOS
Los Probíoticos parecen tener actividad
anticarcinogenética mediante la producción de
determinadas sustancias durante su crecimiento, que
actuarían disminuyendo las sustancias
procarcinogenéticas por acción directa sobre las
mismas. Un ejemplo conocido es el paso de nitritos en alimentos a
nitrosaminas, sustancias carcinogenéticas. Las
lactobacterias
son capaces de actuar tanto química como
enzimáticamente sobre los nitritos, y las bifidobacterias
son capaces de desdoblar a las nitrosaminas. Por consiguiente,
estos microorganismos Probíoticos disminuyen las
sustancias carcinogenéticas.
También las sales biliares secundarias
procedentes de la degradación de la bilis se han
relacionado como sustancias iniciadoras del cáncer de
colon. En este sentido, se considera que un alto número de
lactobacilos en el intestino pueden reducir la
biotransformación de las sales biliares y por tanto
disminuir el riesgo de sufrir este tipo de
cáncer.
Los Probíoticos pueden actuar sobre las
sustancias procarcinogenéticas indirectamente a
través del sistema enzimático que transforma los
procarcinogenéticos en carcinogenéticos. Se ha
visto que el consumo de Probíoticos causa un descenso de
las enzimas que
realizan el paso de procarcinogenéticos a
carcinogenéticos, resultando en consecuencia una
disminución de sustancias
carcinogenéticas.
4. LOS
PROBIÓTICOS INHIBEN TAMBIÉN LA PROLIFERACIÓN
DE CÉLULAS TUMORALES
Los Probíoticos no poseen únicamente una
acción anticarcinogenética, sino que además,
muestran una acción antagonista sobre la
proliferación de células tumorales quizás
debido a una estimulación del sistema inmune tanto a nivel
local (intestino), como a nivel sistémico o general. En
este sentido, experimentos con
animales
alimentados con yogur han dado como resultado un aumento del
porcentaje y actividad antibacteriana de los linfocitos
B.
Los resultados de diversos estudios llevados a
cabo por Ian Rowland y colaboradores (1998), de la
Escuela de
Ciencias
Biomédicas de la Universidad de
Ulster, en Irlanda del Norte, confirman cómo los principios
Probíoticos pueden influir positivamente en la
reducción de la incidencia de tumores humanos. En sus
experimentos con ratas han observado que la administración conjunta de lactobacilos o
bifidobacterias y azoximetano, un agente carcinogénico de
colon, reduce en estos la incidencia de focos de cáncer.
Incluso, la combinación de bifidobacterias e inulina,
sustrato para el crecimiento de bifidobacterias, ha demostrado
ser más efectiva que cualquiera de los dos tratamientos
por sí solos. En estos estudios, los tratamientos
dietéticos se suministraban después de una exposición
a carcinógenos, de donde se deriva la sugerencia de que
durante la fase de activación del proceso
carcinogénico se estaba ejerciendo un efecto
protector
5. EFECTOS DE
LOS PROBIÓTICOS EN PATOLOGÍAS
GASTROINTESTINALES
A. DIARREA AGUDA
La diarrea modifica la función Normal del Tracto
gastrointestinal como: la Digestión, absorción e
inmunomodulación, para combatir las diarreas se usan
estrategias como
las antibioterapias, que lleva implícito el riesgo de
desarrollo de Resistencia y
disminución de la flora No patógena. El uso de
Probíoticos representa una alternativa prometedora en la
prevención y tratamiento de diarreas
Efecto del probiotico sobre la diarrea
aguda
- Producción de Sustancias Antibacterianas:
Bacteriocinas, Lactocinas, Helveticinas, Bifidinas - Producción de Acidos Grasos que acidifican el
lumen intestinal, inhibiendo bacterias y manteniendo el buen
funcionamiento de la mucosa intestinal. - Disminución de la Permeabilidad
Intestinal - Acción Competitiva
- Inmunomodulación Aumento de la Ig A,
Regulación de Citocinas y de la respuesta
inmunitaria.
Microorganismo Probiotico
Bioterapeutico
Lactobacillus casei, Lactobacillus rhamnosus LGG,
Bifidobacterium, S. thermophilus, Lactobacillus reuteri,
Lactobacillus delbruckii
B. DIARREA ASOCIADA A ANTIBIOTICOS
El uso de antibióticos puede producir diarrea, al
alterar el equilibrio de
la flora intestinal con descenso de los Lactobacillus y
Bifidobacterias, que son los responsables de la resistencia a la
colonización por patógenos, produciéndose
infecciones por microorganismos oportunistas como:
- Clostridium difficile
- Klepsiella oxytoca
- perfringens
- S. aureus
- Candida sp.
- Salmonella sp.
Los Probíoticos estudiados en la
prevención de estas diarreas son los Lactobacillus y la
Saccharomyces boulardii
C. DIARREA DEL VIAJERO
Muchos viajeros pueden desarrollar una diarrea aguda
cuando visitan zonas de alto riesgo, la mayoría de casos
no es severa, sin embargo la profilaxis es efectiva según
los estudios, mediante la administración de Lactobacillus
rhamnosus y Saccharomyces boulardii
D. ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
La predisposición genética,
las ateraciones inmunológicas y las bacterias
patógenas interactúan como agentes desencadenantes
y perpetuadores de la enfermedad inflamatoria
intestinal.
La administración de Probíoticos empleada
como una terapia de antagonismo bacteriano, es capaz de desplazar
a las bacterias con potencial patógeno, con el
subsiguiente aumento de bifidobacterias, modificando
favorablemente la exagerada respuesta inflamatoria, mejorando el
epitelio intestinal y disminuyendo sus
síntomas.
Probíoticos con efecto
bioterapéutico:
Lactobacillus reuteri, Lactobacillus plantarum,
Lactobacillus brevis, Bifidobacterium adolecentis, Saccharomyces
boulardii
E. INFECCION POR Helicobacter
Pylori
Patógeno Gram-negativo responsable de la
gastritis, ulcera péptica y cáncer gástrico.
Estudios in vitro y en humanos han demostrado que los
Probíoticos poseen un efecto antagónico contra H.
Pylori, inhibiendo su colonización gástrica e
impidiendo el desarrollo de la patología relacionada,
inhiben la actividad de la enzima ureasa, necesaria para que el
patógeno permanezca en el ambiente
ácido estomacal.
Probíoticos antagonistas: Lactobacillus
salivarius y Lactobacillus johnsonii
- Prevención y tratamiento de enfermedades
infecciosas - Disminución de los niveles de
colesterol. - Disminución de diarreas, ya sea por virus,
bacterias o parásitos. - Tratamiento de la intolerancia a la Lactosa,
actúa en la digestión de la lactosa - Estimulación del sistema inmune.
- Exclusión o reducción de la adherencia
patógena - Persistencia y multiplicidad.
- Producción de ácidos, peroxido de
Hidrógeno y bacteriocinas antagonistas al
crecimiento patógeno. - Formación de una flora intestinal
balanceada. - Prevención de ciertas manifestaciones
alérgicas - Prevención del cáncer de
Colon - Tratamiento contra tumores
- Poseen efectos antimicrobianos.
- Poseen la habilidad de adherirse a las
células
QUIENES PUEDEN
CONSUMIR PROBIOTICOS
La utilización de Probíoticos se
recomienda a cualquier persona que quiera favorecer el equilibrio
de la flora intestinal. En personas con tratamiento
antibiótico, en ancianos, en el embarazo, en
disturbios intestinales, para mejorar la intolerancia a la
latosa. Se utiliza también para disminuir los efectos de
la diarrea y constipación, en enfermedades inflamatorias
del intestino ya que al modular la flora intestinal aumenta la
producción de inmunoglobulina A y estos pacientes tienen
disminuidos los lactobacilos.
Los alimentos funcionales elaborados con
Probíoticos deben contener por lo menos 10 millones de
células viables por cada 100 ml, dosis ideal para lograr
los efectos deseados y aumentar las defensas naturales, sin
embargo la dosis dependerá del microorganismo utilizado,
de la forma de consumo y del efecto que se desee
obtener.
Uno de los estudios realizados en la Corporación
universitaria de Santander UDES Cúcuta en Colombia por el
programa de
Bacteriología con niños de 1-5 años del
I.C.B.F. dio como resultado que la dosis de 1,4 * 1010
cell / ml de Lactobacillus casei era la
concentración ideal para disminuir los casos de diarrea en
un 81% causada por parásitos patógenos intestinales
(Giardia lamblia)
Como ya lo aseguró Elie Metchnikoff: "Si los
esperados y pretendidos efectos no aparecen, por lo menos el
consumidor
quedará satisfecho por el buen gusto del producto".
¡Salud!
Para que un probiótico sea ideal debe sobrevivir
al tracto gastrointestinal. Llegando intacto al intestino se
aloja allí para lo que necesita tener la propiedad de
adherencia al epitelio para poder
colonizarse y así aumentar la acidez, lo que impide que se
desarrollen bacterias que provocan enfermedad y por sobre todas
las cosas, debe ser inocuo. En la mayoría, los
Probíoticos son bacterias ácido lácticas,
que constituyen un importante porcentaje de la flora
autóctona del intestino humano. El Lactobacillus
casei actúa a nivel del intestino delgado y el
Bifidobacterium a nivel del colon.
Para seleccionar adecuadamente el suplemento de
Probíoticos, tiene que estar en refrigeración (liquido o cápsulas),
las preparaciones de "secado por congelación" (freeze
drying) son más estables y mantienen sus propiedades por
mas tiempo. Es recomendable revisar la fecha de
expiración, porque si han estado almacenados por mucho
tiempo, es posible que pierdan sus efectos
beneficiosos.
El Probiotico Más Empleado
El Lactobacillus acidophilus es uno de los
Probíoticos más populares y además de sus
beneficios al tracto intestinal, se anota:
Producción de vitaminas del complejo B (B6, B12,
ácido fólico, riboflavina, Niacina, Biotina y
ácido pantoténico, mejora la absorción del
calcio, produce enzimas como la lactasa, que ayuda a la
digestión de la proteína de la leche ( lactosa ) y
a mejorar los síntomas del Síndrome de Intestino
Irritable, produce antibióticos naturales que ayudan en el
control de
bacterias patógenas intestinales, ayuda en la
digestión de los alimentos y al control de la candidiasis
intestinal.
El Acidófilus se puede consumir en forma de
productos lácteos
como el yogur, queso cottage y también se encuentra a la
venta en las
tiendas de productos naturales en forma de liquido o
cápsulas, que proveen una mayor concentración de la
bacteria que la leche, el yogur con Acidófilus u otros
productos lácteos cultivados.
Además del Lactobacillus acidophylus el
yogur contiene otras dos clases de bacteria beneficiosa que son:
el Lactobacillus bulgaricus y el Streptococcus
thermophilus, que ayudan en la digestión de los
carbohidratos
de la leche, propiedad deseada para aquellas personas que sufren
de intolerancia a la proteína de la leche (lactosa).
Busque en la etiqueta del yogur las palabras: "cultivos vivos"
(live cultures) o "cultivos activos" (active
cultures) y evite productos que han sido calentados en su
procesamiento, ya que el calor destruye
las bacterias beneficiosas.
Muchas personas toman Acidofilus cuando viajan a otros
países, como prevención para las infecciones
intestinales y como ayuda para la recuperación del tracto
digestivo, después de un tratamiento con
antibióticos, especialmente antibióticos de amplio
espectro. Es también recomendado a mujeres con infecciones
vaginales.
DESARROLLO DE LECHES
FERMENTADAS CON PROBIÓTICOS
Estas bacterias probióticas se desarrollan muy
bien en un medio lácteo. La primera de estas leches
especiales es la materna: estudios realizados en lactantes
alimentados con leche materna, demostraron que en el intestino de
estos niños hay bacterias (como las bifidobacterias) que
los hacía menos susceptibles de contraer infecciones que a
los niños alimentados con otras leches. Por eso, otra de
las opciones probióticas que se encuentran en las
góndolas son las leches fermentadas, adicionadas con
bacterias. Una de ellas, la leche biótica, tiene ciudadanía Argentina, más
precisamente tucumana y fue desarrollada por el doctor Guillermo
Oliver, investigador de CERELA (Centro de referencia para
lactobacilos) dependiente del Conicet, y su equipo, que
investigó el tema para paliar parte de la desnutrición infantil y las terribles
diarreas que se viven en el Noroeste argentino, pero que
lamentablemente son un patrimonio
universal. Por esta última razón, paralelamente se
desarrollaron –en otros rincones del mundo– otras
leches similares, como las que surgieron en 1995, adicionadas con
GG. Todas estas leches vencen a los microorganismos
patógenos, regulan el equilibrio intestinal, facilitan la
digestibilidad de los alimentos, aumentan la tolerancia a la
lactosa, mejoran la inmunidad de los aparatos digestivos y
respiratorios y favorecen la absorción del calcio. En
suma, beneficios que superan ampliamente los valores
nutricionales de las leches convencionales.
Debe tenerse en cuenta que son organismos vivos y
teóricamente pueden ser responsables de efectos adversos,
como infecciones y alteraciones metabólicas. Se han
registrado casos aislados de septicemia por S. boulardii y
Lactobacillus.
PRODUCCIÓN Y ESCALAMIENTO DE
MICROORGANISMOS PROBIÓTICOS
- Selección y/o aislamiento de la
Cepa - Activación
- Recuento Celular
- Propagación
- Escalamiento
- Secado
- Liofilización
- Pruebas de Viabilidad, pureza,
Patogenicidad - Control de variables
del proceso
PROSPECTIVAS E INVESTIGACIONES
- Establecimiento de una ingesta máxima, segura
y permisible - Estudio de los efectos transitorios y permanentes de
los Probíoticos. - Establecimiento de la Inocuidad y Seguridad de
alimentos Probíoticos a largo plazo - Investigación de nuevas cepas de
Probíoticos - Estudios específicos de reducción de
riesgo de enfermedades lo suficientemente fiables y
sensibles. - Estudio de Alimentos funcionales y de su normatividad
o legislación para su
comercialización.
- Beneficios de Yacult En: www.yacult.com.ar
- CERELA. Centro de Referencia para Lactobacillus.
Tucuman, Argentina. En: www.tucbbs.com.ar/cerela/. - Inscripción para Investigaciones terminadas
En: www.monografias.com - INTA. Que son los Probíoticos?. En:
www.inta.cl/consumidor/Probioticos.htm. - Leches fermentadas y diarrea aguda en la infancia.
En www.consumer.es - LOZANO. J. PROBIÓTICOS: LO FAVORABLE
06-01-2002 Alimentación, salud y enfermedad. LA
ALIMENTACIÓN. CIENCIA Y
SALUD. En: laverdad.es - MARCOS, Ascensión. Et al. Probíoticos y
salud. En: www.monografias.com - MARQUINA. D. SANTOS. A. Probíoticos,
prebióticos y Salud. Universidad Complutense
Departamento de Microbiología III Facultad de Biología. Madrid
En: www.actualidad.es - OLIVER, Guillermo. Un Probiótico. En:
www.tucbbs.com.ar/cerela/leche.htm. - PEREZ. D. Mejore su Salud Con Bacterias. Seminario
Probíoticos. Instituto Biológico de la
Salud. - Preguntas más frecuentes. En: www.reuteri.com/sp/sidor/fag/fag02.htm
- R.TOJO SIERRA, R.LEIS TRABAZO Alimentos Funcionales.
Su papel en la nutrición
preventiva y curativa. Boletín de la Sociedad de
pediatría de Asturias, Cantabria, Castilla y
león. 2033; 43. 376-395. - Taranto et al Lactobacillus
reuteri CRL1098 Produces Cobalamin Journal of Bacteriology,
September 2003, p. 5643-5647, Vol. 185, No. 18
0021-9193/03/$08.00+0 DOI:
10.1128/JB.185.18.5643-5647.2003
Autor:
Dra. GLADYS JANETH GOMEZ DAZA
MICROBIÓLOGA ESPECIALISTA EN PROTECCIÓN DE
ALIMENTOS
Docente UDES-CUCUTA
Colombia