- Aparecen los primeros
síntomas de enfermedad - El ciclo de vida de una
empresa - El genoma de la
empresa - La empresa contrae una
enfermedad - Transformación de una
empresa enferma en una empresa en crisis
A lo largo de este articulo analizamos nuestra
experiencia de cómo y porqué una empresa sana, que
produce riqueza contrae una enfermedad que la lleva a convertirse
al cabo de meses en una empresa en crisis. En un segundo articulo
expondremos los que a nuestro juicio son los diferentes
tratamientos que se pueden aplicar.
Aparecen los
primeros síntomas de enfermedad
Una compañía que comienza a tener
síntomas de debilidad y desequilibrio en cualquiera de sus
áreas operativas esta enferma y sufre las consecuencias de
problemas
específicos, a veces muy complejos y por tanto siempre
necesita tratamiento.
Es muy común por parte de la dirección ejecutiva y del propio consejo de
administración engañarse, achacando
estos primeros síntomas de debilidad y desequilibrio a
factores externos fuera de control. El
propio ego de los gestores y la permisividad de los miembros del
consejo de administración crean una "cortina de humo"
que tiende a "enmascarar" los indicios de que los verdaderos
factores que conducen a alterar el equilibrio se
encuentran incrustados en el genoma o mapa genético de la
propia empresa.
El ciclo de vida
de una empresa
El ciclo de vida de una empresa es mucho más
corto que el de las personas. Este ciclo de vida se acorta
significativamente sí la empresa
continua como empresa familiar. Según el semanario "The
Economist", el ciclo medio de una empresa familiar no sobrepasa
los 24 años, frente a los 45 años de una empresa
que cotiza en Bolsa. En Europa la
mayoría de las empresas
desaparecen en los primeros 5 años de vida. De las que
sobreviven, solamente 3 de cada 10 pasan a la segunda
generación y solo 1 de cada 10 a la tercera. En España
según los analistas la supervivencia media de la empresa
familiar no sobrepasa los 15 años.
Estos ciclos de vida cortos demuestran lo sensibles y
vulnerables que son las empresas. Por ello un buen consejo de
administración tiene la obligación de estar
pendiente constantemente de su salud.
A medida que el tamaño de las empresas aumenta su
predisposición a contraer enfermedades se incrementa.
El signo externo mas claro del avance de la enfermedad, es el
deterioro de los beneficios y los primeros indicios de las
tensiones de liquidez. Si esta situación se produce tal
vez podría ser demasiado tarde.
El Genoma de la empresa es el número total de
personas que forman su estructura.
Cada una de estas personas contiene la información codificada para la
elaboración de todos los actos internos y externos de la
empresa que determinaran el
conocimiento, la cultura, el
estilo, el funcionamiento, la resistencia a las
enfermedades, y también su forma de actuar.
En otras palabras, es el código
que hace que una empresa sea como es. Una persona (gen) es
la unidad física,
funcional y fundamental del genoma. Una persona contiene el
código específico de una información
funcional. Esta información una vez descodificada permite
a los expertos detectar y conocer mediante una serie de analisis,
qué enfermedades podrá sufrir la empresa a lo largo
de su desarrollo.
Una empresa es un ser vivo con un genoma que a
diferencia del de los seres vivos, se ha ido conformando
lentamente desde su nacimiento. El genoma de una empresa contiene
la información impresa de sus fundador y de las personas
de su confianza que inspiran su forma de actuar y que tienen
poder de
decisión para imponer un ritmo y un estilo determinado a
sus operaciones.
Desde su nacimiento la empresa está en continua
evolución y es en la evolución misma
donde radica la génesis de las enfermedades que puede
contraer a lo largo de las diferentes etapas de su
desarrollo.
A diferencia del genoma humano, en el genoma de una
empresa, a medida que el tiempo pasa,
se van produciendo de forma involuntaria, unas mutaciones
genéticas como consecuencia de la incorporación de
nuevos accionistas, consejeros y ejecutivos que ejercen una
influencia a veces muy importante sobre la persona que lleva
dirección ejecutiva. Estas "mutaciones" hay que tratar
primero de identificarlas y después de controlarlas, lo
cual tal y como la ingeniería
genética es una tarea muy sofisticada que hay que
realizar de forma cuidadosa y continuada para garantizar el
éxito.
La mayoría de las veces la mutación del
genoma de la empresa no consiste en cambiar a las personas sino
en conseguir que sus conocimientos y sus percepciones del entorno
y de la empresa así como su propio papel como partes
esenciales del sistema
evolucione.
Si el genoma de la empresa va mutando de una forma
equilibrada en cada etapa de su desarrollo, será capaz de
detectar y anticiparse a los cambios en el entorno permaneciendo
en continuo crecimiento, dando beneficios y satisfacciones a sus
accionistas, proveedores,
entidades financieras, clientes y
personal.
Lograr este desarrollo equilibrado de forma continuada no es
tarea fácil y requiere no solo capacidad de
autoanálisis sino valentía para tomar
decisiones.
La empresa contrae
una enfermedad.
Cuando en el desarrollo de una empresa aparecen
síntomas de alteración de su equilibrio y no se
diagnostican sus causas y se adoptan los tratamientos adecuados,
la empresa esta contrayendo una enfermedad. En las primeras
etapas de su evolución, los síntomas de la
enfermedad permanecen "invisibles" para las personas implicadas
en el día a día, haciendo imposible para ellas
realizar su diagnostico y por tanto iniciar su
tratamiento.
Si en el momento en que se comienza a producir un
desequilibrio, éste no se detecta y se actúa sobre
el mapa genético de forma adecuada, la empresa se
debilitará progresivamente y la enfermedad se
convertirá en irreversible, transformándose al cabo
de un cierto periodo de tiempo de una empresa enferma en una
empresa en crisis.
Transformación de una empresa enferma en una
empresa en crisis
Una empresa enferma no se convierte de repente en una
empresa en crisis. Esta transformación suele ser lenta
pasando a través de una serie de fases. Estas fases son
progresivas y en cada una de ellas si se diagnostica
correctamente se puede actuar para detener la evolución de
la enfermedad. Nosotros definimos estas fases de la forma
siguiente:
Primera fase.- Desequilibrio
localizado.
Un desequilibrio localizado afecta a un órgano de
la empresa. Se empiezan a percibir las primeras señales
de que algo esta fallando. Si en ese momento se diagnostica el
problema de forma acertada, es fácil su corrección
sin tener que alterar el genoma de la empresa. En la
mayoría de los casos bastará con que los
responsables enfoquen la situación y amplíen sus
conocimientos y visión para aplicar el tratamiento
adecuado. Hay que reconocer que estos equilibrios localizados
aunque son relativamente fáciles de percibir, son bastante
difíciles de reconocer y asumir como propios,
generándose durante semanas e incluso meses "cortinas de
humo" que dificultan ver la realidad. Por ejemplo es
relativamente típico que una empresa que empieza a perder
ventas haga
responsable de ello a factores externos (mercado, competencia,
etc.) y no a una falta de acierto en sus actuaciones de marketing o de
mercadeo.
Segunda fase.- Desequilibrio
generalizado.
Un desequilibrio localizado que no se diagnostica
acertadamente tratándose de forma rápida y
contundente, degenera al cabo de un cierto periodo de tiempo,
invadiendo y afectando progresivamente a otros órganos de
la empresa. En ese momento ya estamos ante un desequilibrio
generalizado. pareciendo signos de dos
tipos:
- Signos fuertes: estos signos que suelen ser
muy visibles y por tanto muy difíciles de enmascarar. Si
no se actúa rápidamente en su corrección,
la evolución hacia la fase de crisis podría ser
muy rápida. Por el contrario si se aplica el tratamiento
adecuado, la curación puede ser también muy
rápida. - Signos débiles: estos signos no suelen
ser muy visibles y por tanto son mas faciles de
enmascarar. Es la situación más peligrosa
porque si no se adoptan las medidas correctoras, la
evolución hacia la fase de crisis será lenta pero
irreversible con mucha más difícil
recuperación.
Cuando en una empresa se detecta un desequilibrio
generalizado hay que introducir mutaciones importantes para
evitar que la situación en el genoma de la empresa, siga
degenerando y sus signos comiencen a ser detectados por los
observadores más agudos del entorno.
Tercera fase.- La pre-crisis
Si los desequilibrios generalizados no se corrigen, sus
signos pasan de tener solo repercusión interna (detectados
y comentados solo por el personal de la propia empresa) a tener
repercusión externa y por tanto comienzan a ser detectados
por el entorno financiero de la empresa (bancos que siguen
la evolución de la empresa y su sector mas
cuidadosamente.
En este momento podemos decir que la empresa ha
alcanzado su punto critico de transformación en una
empresa en crisis y que por tanto tiene que ser
rescatada.
Sus banqueros que comienzan a detectar los signos de
enfermedad solicitan la devolución de sus créditos a corto plazo. Si ven dificil la
cancelación, aceptan su renovación mediante la
aportación de garantías reales por parte de la
empresa y/o de sus propietarios o accionistas. Ceder a esas
pretensiones equivale a que otras entidades financieras que
todavía no se han percatado de la situación se
sientan perjudicadas y exigan la cancelación de sus
propios créditos sin posibilidad de negociación alternativa. Si llegado este
punto el empresario no
resiste la intensa presión a
que puede llegar a ser sometida con todo tipo de falsas promesas
de financiación (que nunca llegará) y se transige
con estas exigencias individuales, se traspasa el punto critico y
la evolución hacia la fase de crisis suele ser rapidisima.
No existe posibilidad de continuidad ya que a la empresa se le ha
puesto un corsé que impide acudir a mercados
alternativos de financiación para sustituir unas entidades
por otras al no poder la empresa o sus accionistas, disponer de
garantías libremente.
Sin embargo si en ese momento anterior a ceder las
garantias se aplica el tratamiento adecuado, la
compañía puede ser rescatada con cierta rapidez
aunque las probabilidades de éxito son de 1 entre
5.
Cuarta fase.- La crisis.
Al ser de dominio publico
la concesión de garantías reales a una determinada
entidad financiera, comienza la presión de todas ellas
para recuperar sus créditos, reduciendo de forma
significativa la liquidez de la compañía. En este
momento es habitual que una remesa de efectos llevada al
descuento para pagar proveedores, sea utilizada por la entidad
financiera para cancelar anticipadamente una línea de
crédito
todavía no-vencida o simplemente se cancelen las
líneas de financiación de circulante, dejando a los
proveedores sin cobrar.
Este tipo de actuaciones puede llegar a tener las
siguientes consecuencias:
Los proveedores comienzan a detectar las tensiones
de liquidez. Esto trae consigo limitaciones en los
suministros de materias primas con lo que el desequilibrio se
extiende al personal de producción que tiene que apartarse de la
programación optima comenzando a
producirse perdida importantes.
Los clientes comienzan a detectar falta de servicio de
productos
terminados. Si la falta de suministros sé de
materias primas se mantiene durante algún tiempo
comienzan a producirse en desequilibrio en el abastecimiento de
productos a los clientes.
El empuje y la moral de
la fuerza de
ventas comienza a deteriorarse. Los clientes ante la falta
de servicio comienzan a reclamar a la fuerza de ventas para la
que la situación no tiene explicación y es
terrible.
Internamente la situación trasciende a todos
los miembros de la empresa. Se crea una situación de
inseguridad
y comienzan las asambleas informativas y la profusión de
reuniones con sindicatos y
comité de empresa a los que se les hace muy
difícil entender lo que esta pasando. Esta
situación de inseguridad desemboca irremediablemente en
un fuerte deterioro de la atención al trabajo y
por tanto de la productividad.
En resumen, la tierra
comienza a temblar bajo los pies de los que dirigen la empresa
que tienen que dedicar mas tiempo a dar explicaciones que a
dirigir la propia empresa. En estas circunstancias se hace muy
difícil mantener el control de la
situación.
La situación se puede hacer todavía mas
dramática si algún banco o acreedor
reclama por vía ejecutiva algún crédito o
factura
impagada, solicitando el embargo de las cuentas
corrientes o de clientes. Si esta situación se produce
podemos decir que con casi todas las probabilidades la empresa
tendrá que ponerse bajo la protección de la
Justicia
entrando en una fase concursal de suspensión de
pagos.
Manuel Luque