Estudio del cambio en el uso del suelo en el ecosistema de las yungas
Indice
1.
Introducción
2. Materiales y
métodos
3. Conclusión
4. Bibliografía
Los bosques vírgenes, remanentes en la tierra,
tienen muchas funciones
ecológicas vitales: regulan el flujo del agua desde las
tierras altas de montaña hasta áreas urbanas,
ayudan a controlar la erosión
del suelo, proporcionan hábitats para un mayor
número de especies silvestres que cualquier otro bioma y
juegan, además, un papel
importante en el clima local,
regional y mundial, así como también en el ciclo
mundial del carbono, actuando como defensa importante contra el
calentamiento global. Sus servicios
ecológicos a largo plazo son mucho más importantes
que la ganancia económica a corto plazo derivada de su
remoción. Sin embargo, el hombre se
ha encargado de devastar extensas áreas de estos bosques,
causando la pérdida irreversible de muchas especies. Una
de las principales causas de esta degradación ha sido el
avance de la frontera agrícola sobre estos ecosistemas.
El hombre
interviene un ecosistema natural y lo transforma en un
agroecosistema mucho más simplificado.
Los bosques tropicales del mundo son los que se encuentran mas
afectados por este proceso de
degradación. En Argentina, la
cobertura boscosa de las selvas subtropicales húmedas del
norte ha sido reducida a un tercio de lo que era 70 años
atrás, en plena colonización agraria del
país (Rodolfo Burkart, 1993). Hoy esta deforestación continúa, ante todo en
Misiones, Salta y Jujuy, para dar lugar a la agricultura y
la forestación artificial. Las tierras que están
siendo deforestadas no son adecuadas para estas actividades ya
que se degradan rápidamente debido a que los suelos de bosques
tropicales no pueden sostener cultivos anuales. Estas tierras
quedan expuestas a la intensidad del sol tropical y de las
lluvias torrenciales, lo que afecta negativamente al suelo
aumentando su compactación, reduciendo su material
orgánico y lavando los pocos nutrientes de que dispone.
Los cultivos subsecuentes y el frecuente laboreo aceleran la
degradación del suelo, lo que tendrá como
consecuencia la desertificación en los casos más
extremos.
Entre los problemas de
este cambio que se produce en el uso de la tierra, la
disminución de la superficie que absorbe CO2 de
la atmósfera ha sido identificado como uno de
los más importantes, debido a que el CO2 es el
principal gas responsable
del efecto
invernadero producido por la actividad antrópica. El
efecto invernadero es un fenómeno atmosférico
natural que permite mantener la temperatura
del planeta, al retener parte de la radiación
térmica reflejada por la superficie terrestre. El aumento
de la concentración de dióxido de carbono (CO2) de
la atmósfera en un 25% proveniente de la actividad del
hombre ha provocado la intensificación del
fenómeno. Por lógica
se deduce que a mayor concentración de gases con
efecto invernadero se producirá un aumento en la
temperatura de la Tierra. Este calentamiento global tendrá
consecuencias catastróficas como lo son el aumento de la
sequía y de la desertificación, malas cosechas,
derretimiento de las capas de hielo polares, inundaciones
costeras y sustitución de los principales regímenes
de vegetación. Por ello se considera que la
disminución de la superficie que absorbe CO2 es
una de los principales problemas que traerá aparejado el
cambio en el uso de la tierra que se esta produciendo en las
selvas subtropicales.
La vegetación y la tierra de las selvas tropicales
retienen muchas veces más carbono por unidad de
área que los sistemas
agrícolas. Los estudios científicos indican que los
bosques capturan aproximadamente 300 toneladas de carbono por
hectárea por año (TonC/ha/año), mientras que
los agro sistemas sólo pueden capturar alrededor de 30
TonC/ha/año.
Una de las selvas que se encuentra afectada es la selva de "Las
Yungas". Esta es una franja boscosa que abarca una importante
parte del territorio de las provincias de Salta, Jujuy,
Tucumán y Catamarca. Junto a la Selva Misionera ocupan en
Argentina el primer lugar en materia de
biodiversidad.
El área pedemontana de estas selvas esta siendo
transformada, por ello encontramos que el principal problema en
la conservación de las Yungas es el sistema
productivo actual del pedemonte. Este sistema productivo
generará – de no mediar ninguna medida de
conservación urgente y adecuada – la
extinción masiva de gran parte de su biodiversidad.
Dentro de la zona de distribución de las Yungas se encuentra, al
noroeste de la provincia de Salta, el departamento de San
Martín. Su actividad ha estado siempre
ligada a la explotación forestal, los plantíos, la
agricultura y la ganadería
con algunas actividades extractivas. Sin embargo, en la
última década su economía se ha
dinamizado. Se cultivan en esta zona, principalmente, maíz,
poroto, soja, caña
de azúcar,
tabaco y
hortalizas. Este crecimiento en la economía del
departamento de San Martín ha significado un aumento en la
superficie del área cultivada, con una consecuente
disminución de la selva pedemontana de Yungas de esa
región.
Las ciencias
ambientales han estudiado esta problemática y los posibles
impactos de la degradación de los ecosistemas. La
teledetección es una técnica que ha significado un
gran aporte para los estudios de las ciencias ambientales. Esta
permite diferenciar las cubiertas terrestres; las cuales reflejan
o emiten energía de acuerdo a sus características físicas. Las
características orbitales del satélite permiten que
las imágenes
sean adquiridas periódicamente y en condiciones similares
de observación, facilitándose
así cualquier estudio que requiera una dimensión
temporal. El análisis multi-temporal permite detectar
cambios entre dos fechas de referencia, deduciendo la evolución del medio natural o las
repercusiones de la acción humana sobre ese medio
(Chuvieco,1990). El uso de la teledetección en el
siguiente trabajo permite observar el tipo de ocupación
existente sobre el suelo, ya sea vegetación natural,
cultivos agrícolas o espacios urbanos; y detectar los
cambios que existan a lo largo del tiempo. Esto
sirve para cuantificar la disminución de la
vegetación natural y calcular cual ha sido la
disminución en la capacidad teórica de
captación de carbono de la selva tropical en el
departamento de San Martín.
Por lo tanto surge como objetivo del
siguiente trabajo la identificación y
cuantificación del reemplazo de la Selva Natural de Yungas
por agro sistemas, y la consecuente disminución en la
capacidad teórica de captación de carbono de la
vegetación que se produjo en los últimos 15
años en el departamento de San Martín. Asimismo se
buscará conocer la tasa a la cual se degrada anualmente el
bosque natural y pronosticar cual será la situación
futura en el departamento.
2. Materiales y
métodos
Ha sido seleccionada, dentro del departamento de San
Martín, el área de las ciudades de Tartagal y
General Mosconi, debido a que en estas se ha producido un
importante crecimiento en la actividad económica ligada a
la explotación forestal en los últimos 15
años.
Fueron empleadas dos imágenes LANDSAT TM correspondientes
a las órbitas 230/075 y 230/076, una de ellas del mes de
Octubre del año 1986 y la otra del mes de Febrero del
año 2001, a las que se les realizó un
análisis visual.
Se ha delimitado un área común de estudio en ambas
imágenes, cuya superficie total es de 4500 km2 (450000
hectáreas). Esta superficie ha sido dividida en 720
subunidades muestrales. Cada una de ellas abarca aproximadamente
6.25 km2 del área (625 has).
Han sido diferenciadas tres tipos de superficies en toda el
área: zona urbana y suburbana, zona de vegetación
natural y zona rural. En esta última se han distinguido
dos subáreas: rural cultivada y no cultivada. A cada
subunidad muestral se le ha asignado un tipo de superficie
según la dominancia dentro de la misma. De ésta
manera, al dominar la cobertura de vegetación natural en
más del 50 % de la subunidad muestral, se le asignó
dicha caracterización correspondiéndole el color verde. El
mismo criterio se utilizó para la cobertura de
parcelamiento rural, asignándole el color rojo a las
superficies con cultivos y negro a las superficies aradas. Se
calculó la superficie total para cada una de las cubiertas
que se diferencian en las dos imágenes, comparando el
aumento del parcelamieto rural, en detrimento de la superficie
boscosa. Luego fue calculada, en base a los datos
científicos (1 ha de bosque natural, 300
TonC/ha/año – 1 ha de agro sistemas, 30
TonC/ha/año), la relación existente entre el
descenso de la superficie de vegetación natural y la
absorción de carbono.
Por último se utilizaron los datos obtenidos en el
análisis anterior para pronosticar los posibles cambios
que ocurrirán en los próximos 15 años de no
mediar ninguna medida de conservación de los bosques
naturales.
Resultados
Cuadro 1: Superficie de cada tipo de cobertura en 1986 y
2001.
1986 | 2001 | ||||||||
Tipo de cobertura | Sup. (ha) | Porcentaje | Sup. (ha) | Porcentaje | |||||
Zona urbana | 5.000 | 1% | 5.000 | 1% | |||||
Zona rural | Cultivada | 58.750 | 19.375 | 13% | 4,5% | 178.750 | 72.500 | 40% | 16% |
No cultivada | 39.375 | 8,5% | 106.250 | 24% | |||||
Zona de vegetación natural | 386.250 | 86% | 266.250 | 59% | |||||
Total: | 450.000 | 100% | 450.000 | 100% |
En el cuadro 1 y los gráficos 1,2 y 3 se observa un aumento de
la superficie destinada a la explotación agrícola
en el año 2001 en relación al año 1986 del
27 %. A la vez se observa una disminución en el
área de vegetación natural del mismo porcentaje,
mientras que el área urbana y suburbana no muestra ninguna
variación. Se deduce de estos datos que hubo un proceso de
avance de la frontera agrícola sobre la selva
natural.
Gráfico 1: Superficie (Has) para cada tipo de
cobertura en 1986 y 2001.
En los gráficos 1, 2 y 3 se observa que el
aumento de la superficie rural destinada a cultivar ha sido
superior en el año 2001 en un 8% a la destinada en el
año 1986. Esta diferencia puede deberse a la desemejanza
entre los cultivos de los meses de octubre y febrero. El
área rural no cultivada ha sido en ambas oportunidades
superior al área rural cultivada, en un 67% en 1986 y en
un 59% en 2001.
Gráfico 2 Torta de porcentajes para cada tipo de
cobertura en 1986.
Gráfico 3 Torta de porcentajes para cada tipo de
cobertura en 2001.
Cuadro 2: Relación entre la capacidad
teórica de absorción de carbono de la superficie y
el tipo de cobertura del suelo.
Toneladas de carbono absorbido (TonC) por año | |||||
Tipo de Cobertura | 1986 | 2001 | |||
TonC | % | TonC | % | ||
Zona rural | Cultivada | 581.250 | 1% | 2.175.000 | 3% |
No cultivada | 0 | 0% | 0 | 0% | |
Zona de vegetación natural | 115.875.000 | 99% | 79.875.000 | 97% | |
Total | 116.456.250 | 100% | 82.050.000 | 100% |
En el cuadro 2 se encuentra la capacidad teórica
de absorción de carbono de cada una de las coberturas que
se han identificado en los distintos años. En el
año 1986 la superficie estudiada poseía la
capacidad teórica de absorber un total de 116456250 TonC
por año. Quince años después la misma
superficie tiene una capacidad teórica de absorber un 30%
menos que en 1986. Esto se debe a que, al disminuir la superficie
cubierta con vegetación natural, disminuye también
la capacidad de absorción de carbono del ecosistema (Ver
gráfico 4). La cobertura distinguida como "zona urbana y
suburbana" no ha sido tenida en cuenta debido a que se considera
que este dato no es relevante en el presente trabajo, ya que la
superficie ocupada por ese tipo de cobertura se ha mantenido
estable durante estos 15 años.
Gráfico 4
A lo largo de 15 años han aumentado las emisiones
de CO2 mientras que a su vez ha disminuido en forma
muy importante la superficie capaz de absorberlas. Esto ha sido
la consecuencia del crecimiento
económico ligado al avance de la frontera
agrícola sobre los ecosistemas naturales que ha sufrido la
región en los últimos años.
Gráfico 5: Predicciones para el año
2016.
En el gráfico 5 se observa la tendencia de
ocupación del suelo para cada tipo de superficie para el
año 2016. Se calcula que cada año la superficie
rural avanza 8000 has, casi un 5% del total de la superficie
rural de 2001. A esta misma tasa disminuye el área de
vegetación natural, mientras que el área urbana y
suburbana se mantiene estable.
Si el avance de la frontera agrícola sobre la superficie
rural continúa siendo de 8000 has por año, en el
2016 la superficie rural ocupará 298750 has del total de
la superficie estudiada, un 66% del total. De no tomarse medidas
para revertir la situación, la superficie ocupada por
vegetación natural llegará a ser de 146250 has, el
33% del total.
En el gráfico 6 se pueden observar los porcentajes de
superficie ocupadas por cada tipo de cubierta para el año
2016.
Gráfico 6: Porcentajes para cada tipo de cubierta
en 2016.
De los gráficos 5 y 6 es posible deducir que con
la disminución de la vegetación natural
existirá también una disminución importante
de la capacidad teórica de absorción de carbono de
la superficie.
En el gráfico 6 se encuentran comparadas las capacidades
teóricas de absorción de carbono de los años
1986, 2001 y 2016.
Gráfico 6. Capacidad teórica de absorción de
carbono de la superficie estudiada para los años 1986,
2001 y 2016.
Discusion
Las imágenes satelitales son una herramienta muy
útil en este tipo de estudios, ya que permiten obtener
resultados sin la necesidad de otro tipo de estudios
complementarios..
No se puede negar la importancia de la agricultura, pero es
importante considerar en que áreas se va a realizar esta
actividad, teniendo en cuenta la relación costo-beneficio,
no sólo económico, sino también ambiental;
principalmente, considerando el aumento de las emisiones de CO2 y
la disminución de la superficie capaz de absorberlo.
Para revertir el riesgo del cambio
climático los países industrializados han propuesto
el establecimiento de plantaciones para capturar carbono; pero se
ha demostrado que el uso de plantaciones monoespecíficas
no lograría revertir la situación. La única
opción viable será frenar las tasas de
deforestación; esto podría ser posible si se
realizase una silvicultura de bajo impacto, adoptando
prácticas cuidadosas para el derribo, arrime y transporte de
madera, para
el repoblamiento forestal con especies nativas y la
conservación de los bosques viejos. Para las áreas
que ya se encuentren degradadas deberán diseñarse
proyectos de
plantaciones ambientalmente adecuados, en los que se tengan en
cuenta el cuidado de la fertilidad y la actividad
biológica del suelo, y en los cuales se prefieran las
especies nativas de la superficie a restaurar.
El presente trabajo tiene la utilidad de
demostrar prácticamente las afirmaciones teóricas
científicas sobre la disminución de las superficies
boscosas y selváticas, acompañado con un avance de
la frontera agraria, y su relación con la capacidad de
absorción de carbono. El análisis multi-temporal ha
permitido detectar las repercusiones de la acción humana
sobre el medio natural en un período de tiempo;
sería recomendable utilizar para este tipo de
análisis imágenes del mismo mes o estación
del año para estudiar las superficies rurales cultivadas y
no cultivadas durante la época de cultivo de especies de
la misma estación. Asimismo ha sido útil para
plantear un posible escenario futuro en caso de que la tasa de
deforestación de esta selva continúe siento
semejante.
La metodología de cuantificación
podría utilizarse para relacionarse con algún otro
parámetro distinto al de la captación de carbono,
como por ejemplo la pérdida de biodiversidad,
reducción de biomasa vegetal, producción de oxígeno
y otros. La realización de este tipo de trabajos en otras
áreas podría ser de ayuda para hacer más
tangible la problemática ambiental y de esta manera
posibilitar la toma de conciencia y un
compromiso posterior con la protección de los ecosistemas
naturales.
En el departamento de San Martín (Salta), en los
últimos 15 años, se pudo observar un importante
aumento de la superficie rural en detrimento de la superficie con
vegetación natural. Esto esta relacionado con el
crecimiento que se ha dado en la economía de esta
región. Sin embargo, este crecimiento económico
implica una disminución en la capacidad de
absorción del carbono antrópico, con sus
respectivas consecuencias sobre el calentamiento global del
planeta.
- Emilio Chuvieco, 1990. "Fundamentos de
Teledetección Espacial". Ediciones RIALP. Pág.
148-156. - G. Tyler Miller, Jr., 1992. "Ecología y Medio
Ambiente". Grupo
Editorial Ibero América. Pág. 278-287. - Rodolfo Burkart, 1993. "Política Forestal:
Nuestros Bosques Norteños. Desvaloración y
Deterioro". Realidad económica, 114/115:
54-73. - Alejandro D. Brown y Sandra E. Murriello. "Selvas
Subtropicales de Montaña, entre el asombro y la
preocupación". Revista
"Ciencia Hoy"
– Vol. 3 – N ° 16 (Noviembre/ Diciembre
1991).
Autor:
Natalia Massa
Castillo