taller sobre la leyenda de anachue
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LEYENDA DE ANACHUE(LEYENDA CHIBCHA)
Biachú había llegado a la más alta prominencia de la montaña que circundaba el valle. Su mirada inquieta volviéndose sobre el camino recorrido fatigosamente y diviso allá lejos, todavía entre las brumas del amanecer, una multitud de techumbre, pajizas que empezaban a engalanarse con leyes espirales de humo azulado una construcción magnifica sobresalía de aquel conjunto miserable era el templo del sol refugio de la religiosidad y del sentimiento de aquellos hombres se mi desnudos y hermosos, que cada día elevaban a su dios una oración sencilla y ferviente.
El paisaje comenzaban a desnudarse y los jirones de niebla, dispersos, como corderos perseguidos, corrían a esconderse más allá del aquel lago …ver más…
Biachú había visto en los ojos abiertos de su amada, ¡todas las maravillas del amanecer!
Cuando el lago maravilloso apareció ante sus ojos, el canto de la naturaleza, rudo y primitivo, llegó a sus oídos. ¿Quién más que él podía ser el dueño de esa visión esplendorosa del cielo y del agua; quién más, con un oído escrutador, podría oír la infinita melodía de las cosas, cuando los árboles, las flores, las mismas montañas, queriendo dialogar con el cielo, se purifican y se hacen tan profundas?
La barca que conducía a Anachué hacia el rito despertaba las aguas del lago. Una leve brisa irisaba la superficie tranquila, donde parecía que el arco iris convertido en pedazos flotara al capricho del viento. La barca avanzaba, seguida por muchas canoas, y el cuerpo de la mujer indiana parecía una estatua de oro; tal brillaba su cuerpo, sus largos pendientes y sus brazaletes, que al chocar producían un retintín sonoro, como si mil campanitas estuviesen anunciando su fiesta triunfal.
La mañana era hermosa y propicia para aquel acto imponente y salvaje. El rito exigía el sacrificio de ella, elegida como esposa del Sol, luego que hubiese sumergido en las aguas su cuerpo sagrado; despojada de esa envoltura humana, podría emprender un viaje sin ruta a las regiones donde moraba el Dios, y allí, en un trono