obra de teatro "los tres lobitos y el cerdo feroz"

1102 palabras 5 páginas
Los tres cerditos y el lobo feroz

Narrador: Había una vez tres cochinitos que se llamaban Tontín, Flojo, y Trabajador. Un día decidieron vivir independientes de su mama, y construir su propia casa.

Tontín, Flojo, Trabajador: Adiós mamita. Te extrañaremos

Mama: Adiós mis pequeños hijos. Cuídense mucho

Narrador: Los tres cochinitos emprendieron su propio camino. Un día Tontín se encontró a un hombre que vendía paja.

Tontín: Justo lo que necesitaba. Material muy resistible y barato ¿Podría venderme paja para construir mi casa?

Vendedor: Claro que sí. Toma la que necesites.

Tontín: Gracias.

Narrador: Tontín le pago al vendedor y se fue a construir su casa de paja.

Tontín: Es fácil construir una casa de paja,
…ver más…

Tontín: ¡El lobo no la destruirá!

Narrador: Entonces Tontín y Flojo se fueron corriendo a la casa de su hermanito, Trabajador. Al llegar tocaron a la puerta.

Tontín y Flojo: ¡Hermanito, hermanito déjanos entrar!

Narrador: Trabajador abrió la puerta y dijo.

Trabajador: ¿Por qué están tan asustados?

Tontín y Flojo: ¡El lobo nuestra casa destruyó!

Trabajador: ¡Se los advertí! Pasen, pasen.

Narrador: Tontín y Flojo se quedaron allí a vivir. Algunos días después, el lobo tocó a la puerta de la casa del tercer cochinito. Ellos miraron a través de la ventana, y vieron que era el lobo.

Lobo: ¡Pequeños cochinitos, pequeños cochinitos, abran la puerta, que quiero entrar!

Tontín, Flojo, Trabajador: ¡Claro que no! ¡Y vete de aquí que nos vamos a enojar!

Lobo: ¡Si no abren, de un soplido su casa caerá!

Tontín, Flojo, Trabajador: ¡Soplaras! ¡Soplaras! ¡Y esta vez la casa no tumbaras!

Narrador: El lobo soplo y soplo varias veces pero no logró destruir la casa de ladrillo.

Tontín, Flojo, Trabajador: ¡Ja, ja, ja! ¡Esta casa de ladrillo nunca la destruirás!

Narrador: Y el lobo cada vez más enojado fue a sentarse en una piedra a pensar en la manera de entrar. Mientras tanto los tres cochinitos decidieron cocinar.

Trabajador: ¡Tengo hambre, vamos a cocinar!

Tontín y Flojo: ¡Nosotros también! ¡Ese lobo despertó nuestro apetito!

Narrador: Colocaron una gran olla con agua debajo de la chimenea. Mientras tanto el

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