Las Aceitunas-
Paso
Personajes: Toribio Águeda de Taruegano Maricela y Aloja.
Toribio: _ ¡Válgame, Dios! ¡Que tormenta! Parece como si el cielo se fuera a caer ¿Qué habrá hecho mi mujer? Maricela todos duermen en Zamora ¿Lo oíste?
Maricela: _ ¡Dios mío! Casi quiebras la puerta.
Toribio: ¡Deja de hablar! Y dime ¿Dónde está tu madre?
Maricela: En casa de la vecina, fue a ayudarla a cocinar.
Toribio: ¡ve y llámala!
Águeda: Ya deja de hacer drama, ya vine de hacer una rica comida con leña.
Toribio: Sí, comida con leña le parece bien a la señora; juro por Dios que nuestro ahijado y yo íbamos a cárgala y no podríamos.
Águeda: ya no manches Toribio y ¡que mojado venistes!
Toribio: Vengo empapado mujer por nuestra vida dame algo de …ver más…

Águeda: Ahora no me calientes la cabeza; mira muchacha, te ordeno que no las des a menos de 4 pesos.
Toribio: ¿Cómo que 4 pesos? Ven acá, muchacha ¿A cuánto las vas a pedir?
Maricela: A como quieras, papá.
Toribio. A 14 o 15 pesos.
Maricela: Así lo haré, papá
Águeda: ¿Cómo que así lo haré, papá? Ven acá muchacha, ¿A como las vas a pedir?
Maricela: A como mandes, mamá.
Águeda: A 4 pesos.
Toribio: ¿Cómo que a 3 o 4 pesos? Prometo que si no haces lo que yo mando, te voy a dar 200 golpes. ¿A como las vas a pedir?
Maricela: A como dices tú papa.
Toribio: ¡a 14 o 15 pesos!
Maricela: Así lo haré, papa.
Águeda: ¿Cómo que así lo haré papa? Toma haz lo que yo te digo.
Toribio: Deja a la muchacha.
Maricela; ¡hay mama! ¡Hay papa!
Alan: ¿Qué es esto vecino? ¿Por qué maltratan así a la muchacha?
Águeda: ¡Ay señor! Este mal hombre que me quiere dar las cosas a menos precio, y me quiere echar a perder mi casa: unas aceitunas que son como nueces.
Toruvio: Yo juro hasta mis huesos, que no son ni como un piñón.
Águeda: Si son.
Toruvio: No son
Alan: haber señora vecina hágame el favor de entrar, que yo averiguare todo.
Águeda: Averigüé o póngase todo.
Alan: Vecino. ¿Dónde están las aceitunas? Sácalas aquí afuera.
Toribio: Nuestra señora piensa que no están las aceitunas en casa sino en la heredad.
Aloja: Pues tráelas aquí, que comprare toda al precio que usted decida.
Maricela: a dos