fabulistas mexicanos, latinoamericanos y europeos
Considerado uno de los mejores fabulistas mexicanos, nacido en Lagos de Moreno,
Jalisco , 14 de agosto de 1838. Y murio en León, Guanajuato , 13 de julio de 1883.
Obra:
Un ratoncito pequeño, sin malicia todavía, al despertar de su sueño, se sentó en su cuarto un día.
Delante del agujero sentado un gatito estaba y con tono zalamero así al ratoncito hablaba:
—Sal, querido ratoncillo, que te quiero acariciar, te traigo un dulce exquisito que te voy a regalar.
—Tengo un azúcar muy buena, miel y nueces deliciosas... si sales, a boca llena podrás comer de mil cosas.
El ratoncillo ignorante del agujero salió; y don gato en el instante a mi ratón devoró.
Rafael …ver más…
No viendo la infeliz algún seguro
Y vecino paraje
De gruta o de ramaje,
Crece su timidez, crece su apuro.
Al fin, sacando fuerzas de flaqueza,
Continúa la fuga presurosa;
Halla al paso una Viña muy frondosa,
Y en lo espeso se oculta con presteza.
Cambia el susto y pesar en alegría,
Viéndose a paz y a salvo en tan buen hora.
Olvida el bien, y de su defensora
Los frescos verdes pámpanos comía.
Mas ¡ay! que de esta suerte,
Quitando ella las hojas de delante,
Abrió puerta a la flecha penetrante,
Y el listo Cazador la dio la muerte.
Castigó con la pena merecida
El justo cielo a la cierva ingrata.
Mas ¿qué puede esperar el que maltrata
Al mismo que le está dando la vida?
Jean de La Fontaine
Fue un fabulista francés, Sus fábulas fueron publicadas en múltiples ediciones ilustradas. A mediados del siglo XVIII. Nacio en Château-Thierry , Aisne , 8 de julio de 1621, y murio en París , 13 de abril de 1695.
Obra:
La liebre y la tortuga
Una Liebre y una Tortuga hicieron una apuesta. La Tortuga dijo: -A que no llegas tan pronto como yo a este árbol... ---¿Que no llegaré? -contestó la
Liebre riendo-. Estás loca. No sé lo que tendrás que hacer antes de emprender la carrera para ganarla.
---Loca o no, mantengo la apuesta.
Apostaron, y pusieron junto al árbol lo apostado; saber lo que era no importa a nuestro caso, ni tampoco quién fue juez de la contienda.
Nuestra Liebre no tenía que dar más que cuatro