casas muertas
Acción.
Introducción: La novela inicia narrando el entierro de Sebastián y el dolor de Carmen Rosa.
Incidentes iniciales: La muerte de Sebastián, fue un impacto en la Comunidad del Ortiz quienes pensaban que su muerte era el fin de Ortiz. “Todos comprendían que su caída significaba la rendición plenaria del pueblo entero” (P.5)
Clímax: La muerte de Sebastián, su agonía y sus deseos por recuperarse y llevar a Carmen Rosa al altar
Final: Carmen Rosa, Olegario y Carmelita parten en busca de una mejor vida.
Ambiente: El ambiente se desenvuelve en el medio rural.
Personajes:
Protagonistas: Carmen Rosa y Sebastián.
Secundarios: Doña Carmelita, El Padre Pernía, Olegario, La señorita Berenice, Epifanio, …ver más…
(p.35)
Imagines Olfativas:
Era una mujer pálida de una pulcritud impresionante, siempre olorosa a jabón y a agua del rio. (p24)
Solos en un recinto oloroso a cera, a incienso, a harina y a flores marchitas. (p.47)
En el aroma del mastranto… (p.55)
Afectivo: En la narración se aprecian relatos afectivos, relativos al amor y al dolor.
Carmen Rosa estaba presente ya casi no lloraba. (p.5)
Solo esperaba ver brotar sus lágrimas. (p.5)
Observaban angustiados ojos febriles espiándole el llanto. (p.5)
Sebastián le ciño el talle y le busco la boca para el beso, pero fue un beso diferente a todos los anteriores, incalculablemente mas largo, mas intenso, mas hondo. (p.46)
Carmen Rosa lloraba inacabablemente y el tanto llorar le serenaba los nervios, le convertía la desesperación en un dolor intenso pero llevadero, casi dolor tierno después. (p.6)
Narración:
La guerra civil. Aquí habían mosquitos siempre y nos picaban siempre sin que nos diera paludismo. Pero los soldados jipatos que venían en campaña desde el llano se paraban en Ortiz. Y se paraban en Ortiz los que iban a perseguir las revoluciones de Oriente y los que venían de Oriente en revolución. Esas fueron las sangres que envenenaron a nuestros mosquitos, que nos trajeron la perniciosa y la muerte. (p.57)
Descripción:
Sebastián, joven como la madrugada, fuerte como el rio en invierno, voluntarioso como el toro sin castrar (p.5)
Carmen Rosa recordaba las solidas puertas de oscura madera y