Zona Sur
La zona sur de Chile es un territorio vasto no sólo de vegetación e impresionante belleza natural, también de una inmensa riqueza autóctona, propia sólo de nuestras raíces e interesante idiosincrasia.
Con el objetivo de interiorizar en este tema, incursionaré en la diversidad de nuestro largo y bellísimo país, dando a conocer sus danzas, mitos comidas típicas, expositores y personajes de lo que algunos han llamado místicamente el último lugar del mundo: “el sur de Chile”.
• Bailes típicos de la zona sur Cueca Chilota
Esta danza se caracteriza por su zapateo fuerte y pasos cortos, su música tiene ausencia de la copla inicial.
Conserva la estructura original de las coreografías de las Cuecas bailadas alo largo de …ver más…
Nace de un pequeño huevo incubado por una gallina vieja o un gallo rojo.
Cuando en los gallineros aparece, de vez en cuando, un pequeño huevo blanco-grisáceo, de aproximadamente un centímetro de diámetro, redondo, de cáscara gruesa y rugosa, el pánico se apodera de la gente de Chiloé, ya que de él nace el terrible y despiadado monstruo llamado Basilisco, también conocido como Fasilisco, Athrathrao o Lagarto. Si se desea evitar que nazca, el huevo, puesto por una gallina vieja o un gallo rojo, se debe quemar de inmediato.
El aspecto del Basilisco es una mezcla entre ave y reptil. Tiene cabeza de gallo, un cuello largo y ondulante como de serpiente, cuerpo con forma de ave, con alas y patas pequeñas.
En el día se esconde bajo el piso de la casa en donde vive. En la noche, cuando todos duermen, sale de su guarida emitiendo un hipnotizante canto parecido al gallo, que hace caer en una especie de coma a los moradores. De esta forma, se introduce en los dormitorios y les absorbe el aliento y la saliva a sus ocupantes, robándoles su fuerza interna.
Quien es atacado comienza a sufrir una tos seca y a enflaquecer, hasta que queda reducido a un esqueleto. El final es trágico, pues uno a uno los habitantes de la casa enferman y fallecen. La única forma de terminar con este monstruo es quemar la casa.
El Basilisco no sólo seca a los moradores de las viviendas,