Transforrmemonos interiormente
1612 palabras
7 páginas
Transformémonos interiormente | La persona que cambia puede equivocarse, pero la que no cambia nunca, puede estar viviendo toda su vida equivocadamente Y lo peor es que ni se entera. | | | Transformémonos interiormente |Qué fácil es cambiar las cosas que están a nuestro alrededor.
Periódicamente no hay señora que no da vuelta los muebles del living. Se cambian los adornos. Si siempre estuvieran los mismos sería aburrido.
¿Y nuestra imagen externa? Me corto el pelo distinto, o me lo tiño o me dejo el bigote.
Todas estas cosas externas es relativamente fácil cambiarlo o transformarlo.
Pero.....y mi interior? ¿Mi ser interno de persona?
Porque a lo mejor tengo un sentimiento dentro mío que tengo que cambiar, que tengo …ver más…
Ojo, y a Lydia, no le gustaba cocinar pero era muy buena cocinera y sabía muy bien lo que a mí me gustaba y si ella se tomaba la molestia de acordarse de lo que a mí me gustaba, yo también tenía que acordarme de lo que a ella le gustaba.
Las atenciones, las delicadezas, eso es lo que hace rejuvenecer el amor, por años que el amor tenga.
La fidelidad a tu matrimonio te está invitando a cambiar aquello que entorpece, aquello que desgasta, aquello que aleja y cuando más me dejo estar más al fondo me voy.
Un matrimonio se salva, no cuando toca fondo, porque si espero empezar a nadar cuando llego al fondo seguramente ya me habré ahogado. Tengo que empezar a dar manotazos antes de llegar al fondo.
En la vida de matrimonio tengo que empezar a nadar antes de llegar al fondo.
Amar es una decisión, no un sentimiento.
El amar es un ejercicio de jardinero.
Arranque lo que hace daño. Prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide.
Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandone el jardín.
Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela, dele afecto, y ternura, admírela y compréndela.
Y eso es todo……………
Monseñor Serra que durante muchos años nos acompañó en la animación de los Encuentros Conyugales, decía: nadie deja de amarse de golpe, es imposible que uno se acueste amándose y se levante no amándose. Los matrimonios se van desamando con el tiempo y en este ir desamándose