Seguiremos siendo amigos
Autor: Paula Danziger
UNO
Ámbar Dorado es una niña de tercer año que estaba muy emocionada, ya que se sentaría con su amigo Justo Daniels para su viaje a China. Cada vez que su clase se iba de viaje, a ella le tocaba viajar con él. De hecho lo hacían desde que se conocieron en Kínder. Ámbar era una niña muy desordenada. Por otra parte Justo se columpiaba y hacía sonidos de reloj cucú, Ámbar pensaba que tenerlo de amigo le hacía la vida muy divertida. Lo mismo le pasaba con su maestro el Sr. Coten.
Ponían todas las sillas de la clase haciendo una fila, simulando un avión, con pasillos y un sitio para el piloto, copiloto y auxiliares de vuelo. El Sr. Coten siempre era el piloto porque ninguna otra …ver más…
(EEUU) Habían tardado mucho en venderla, pero eso le alegraba a Ámbar aunque eso pone muy triste a Justo. Ámbar sabía lo que era extrañar a su padre. Sus padres se habían divorciado y su papá se había ido muy lejos a otro país. No lo veía nunca y llamaba muy pocas veces. En cambio Justo tenía suerte, su papá venía a casa algunos fines de semana y hablaba muchísimo por teléfono con él. A pesar de eso, Ámbar seguía cruzando los dedos para que no les compraran la casa y el Sr. Daniels encontrara otro trabajo y volviera a vivir a la ciudad. En el otro extremo estaban Jaime y Roberto peleando por un lápiz dorado, ellos se pelean desde prescolares. El Sr. Coten les había dicho que cuando fueran mayorcitos dejarían de hacer tonteras pero esto nunca parece acabar. Roberto señala la cabeza de Ámbar ahí tienes un Ámbar dorado. Siempre la molestaban por su nombre, en un principio a Ámbar le hubiera gustado tener otro nombre como Clara, Sara o Vanesa pero ahora le gusta mucho su nombre. El Sr. Coten comenzó a hacer un cambio de luces indicando que era la hora de comer en China. En ese instante entran la Sra. Armita, el Sr. Burton y la Sr. Eden son de la asociación de padres y han traído la comida China. Cuando terminan de comer ella y Justo se ponen a pelear con los palillos como si fueran espadas. Después el Sr. Coten les repartió los papelitos de las galletitas de la suerte, el de Ámbar decía: Experiencia es la