San Agustin
Como veníamos viendo el feudalismo consistía en un fraccionamiento de poderes. El poder del rey se ha fraccionado entre todos los vasallos que él tiene. Lo cual genera desorden, inseguridad y enfrentamiento ente los nobles. La iglesia intento frenar las batallas internas. Todo esto lleva a que después del siglo XII cuando empezó a ejercer la burguesía, dedicada al comercio, al préstamo, al estudio (que era la forma por la que consideraban llegar al ascenso social), le va a perjudicar este desorden. Esto va a llevar a que la burguesía apoye al rey, para que el mismo consolide y se intente la unificación, para fortalecer a alguien que con respaldo …ver más…
Después de él, los filósofos occidentales sólo podían elegir entre seguirle con humildad o separarse radicalmente de su magisterio. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre los pensadores católicos fue adoptar la segunda alternativa. El interés en la filosofía tomista empezó a restablecerse, sin embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII recomendaba que la filosofía de santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas católicas. El papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y desaprobaba toda desviación de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores, católicos y no católicos, que han trabajado dentro del marco tomista, han estado los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson.
San Agustin
En su búsqueda incansable de una respuesta al problema de la verdad, Agustín pasa de una escuela filosófica a otra sin que encuentre en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abraza el maniqueísmo creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y solamente la abandonó después de hablar con el obispo Fausto. Ante tal decepción, se convenció de la imposibilidad de llegar a