•Chao se encontraba adentro de una canasta acomodada en el balancín camino a Pekín. Entro a la gran ciudad y vio calles llenas de casas negras, pero había una que estaba pintada de todos los colores era donde vivía el emperador. A chao le encanto esa hermosa casa.
El abuelo era una caja de promesas que de vez en cuando se abría. Una de ellas fue que le prometió a Chao que lo llevaría a Pekín al mercado cuando llegara la primavera. Chao espero impacientemente su llegada pero como todo en la vida por fin llego. Después del primer día de primavera prepararon todo para el viaje.
Cada vez que caminaban el piso se hacía más grande y cada vez más gente pasaba. Como llegaron tarde los mejores lugares ya no estaban solo quedaban lugares de