Capitulo No. I
Dorothy una pequeña huérfana, se fue a vivir en una granja con sus tíos en una llanura, ella era la que llenaba de alegría ese hogar donde solo había amargura, siempre en compañía de un pequeño perro llamado Totó que siempre estaba a su lado jugaban y reían. Un día llego a su hogar un tornado que se llevó la casa kilómetros de kilómetros, dentro de ella iba la niña y el perro, los demás se ocultaron; cuando la niña iba dentro de la casa que estaba en la cresta del remolino sentía mucho miedo pero termino venciéndolo y quedándose dormida de tanto esperar que la casa cayera y se hiciera pedazos.

Capitulo No.2
Al poco tiempo despertó cuando la casa ya no se mecía y descubrió que ya no estaba en el lugar …ver más…

No me imagino dijo el espantapájaros y se fueron a ver.
Ellos observaron un rayo de sol, a lo inmediato salieron corriendo y descubrieron que era un hombre hecho de hojalata, estaba de pies e inmóvil, tenía un año quejándose y nadie lo oía hasta ahora. La niña le pregunto ¿Qué puedo hacer por ti? El hojalata le dijo busca mi aceitera y engrásame las articulaciones, después de esto me sentiré bien.

La pequeña comenzó a engrasarlo donde él le iba indicando hasta quedar libre de óxido y quedo como nuevo. Hasta entonces preguntó a donde iban los tres caminantes, ellos le contestaron que se dirigían a la Ciudad Esmeralda a ver al Mago de Oz, para que regresara a Dorothy a Kansas y que le diera un cerebro al Espantapájaros. Entonces él se animó a acompañarles para que Oz le diera un corazón.
En la disputa de por qué quería un corazón el Leñador les contó cómo llegó a perder su corazón y cómo era de hojalata. Él se enamoró de una chica con la que se quería casar pero la vieja con la que vivía la muchacha se oponía así que fue a ver a la bruja para que le convirtiera en lo que es ahora un Leñador de Hojalata que poco a poco fue siendo construido según iba perdiendo sus partes del cuerpo a causa de la bruja y terminó así sin corazón, por eso ahora solo quería un corazón.

El espantapájaros y Dorothy se alegraron de que