La lucha de clases:

La historia de todas las sociedades ha sido, la historia de la luchas de clases.

Opresores y oprimidos se han enfrentado siempre. Esta lucha ha terminado siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o con la ruina común de las clases contendientes.

En la antigua Roma, hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos. En la Edad Media, señores feudales, vasallos, oficiales aprendices y siervos.

La moderna sociedad burguesa, surgida de las ruinas de la sociedad feudal, ha sustituido las viejas clases por otras nuevas.

La época de la burguesía ha simplificado los antagonismos de clase. La sociedad se divide cada vez más en dos grandes campos enemigos: la burguesía y el proletariado. …ver más…

El creciente empleo de las maquinas y la división del trabajo, hacen perder al trabajo de los proletarios todo carácter individual. El coste de la producción de un obrero se reduce poco más o menos a los medios de subsistencia indispensables para su sostenimiento. Pero el precio de una mercancía, es igual a su coste de producción. Por consiguiente, cuanto más repulsivo sea el trabajo, mas bajan los salarios. Cuanto más se incrementan el maquinismo y la división del trabajo, mas aumenta la cantidad de trabajo.

Cuanto más se desarrolla la industria moderna, mayor es la proporción en que el trabajo de los hombres es reemplazado por el de las mujeres. Las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social para la clase obrera. No hay más que instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo.

Los estratos inferiores de la clase media (comerciantes, artesanos), se hunden gradualmente en las filas de proletariado (sus reducidos capitales no les alcanzan y sucumben en la competencia con los capitales más fuertes).

El proletariado comienza su lucha contra la burguesía con su propio surgimiento. AL principio, la lucha se entabla por obreros aislados, mas tarde por los obreros de una misma rama de la localidad. Dirigen sus ataques no solo contra las condiciones burguesas, sino también contra los mismos instrumentos de producción. Los obreros forman una masa incoherente y no luchan