Hace mucho tiempo, en Sassan, entre la China y la India, hubo un rey que tenía dos hijos: el mayor, Schahriar, era justo, valiente y amado de sus súbditos. El menor, igualmente valiente y heroico, se llamaba Schahzaman y era el rey de Samarcanda. Cuando, deseoso de volver a ver a su hermano menor, Schahriar envió a su visir a por Schahzaman, éste hizo los preparativos y dejando el reino en manos de un visir, partió al reino de su hermano. A mitad de camino, llegada la noche, Schahzaman recuerda algo y, volviendo de incógnito a su palacio, encuentra a su esposa llorando desconsolada en compañía de un esclavo negro. El tal Schahzaman sufre un ataque y, despechado por las confianzas que se toma su esposa con la servidumbre y oliendo como se …ver más…

Una vez estuvieron cumplidos sus deseos..." [je, no se me figura qué pudo pasar] les muestra un collar que se ha hecho con los sellos (anillos para sellar documentos oficiales) de unos quinientos incautos que han caído en la historia del chantaje antes que ellos y les ordena que le entreguen los suyos y, para más, les cuenta que habita encerrada debajo del mar dentro del arca y que es como si estuviera casada con el efrit. Schahzaman y Schariar se dicen: "¡Oyes! Si a un demonio le ponen los cuernos a pesar de su poder... ¿qué no nos va a pasar con nosotros?".
Al caso: que visto que a todo un demonio le pone los cuernos su esposa, se dieron por satisfechos y volvieron a sus respectivos reinos convencidos de que no hay mujer que sea fiel, o capaz de ser fiel. Y, claro, más convencido el rey hermano mayor Schariar que el otro. Tan convencido estaba de que, en cuanto puso los pies de vuelta en casa, mandó degollar a su mujer y ordenó a su visir que todas las noches le trajera a una mujer con la que estar, sólo por esa noche, y a la mañana siguiente ordenaba ejecutarla. Pasaron así 3 años y las reservas del