Introducción

En la actualidad, son cada vez más frecuentes la existencia de grupos en nuestra sociedad, multiplicándose día a día las actividades en conjunto. La existencia de ellos permite que se puedan desarrollar objetivos comunes que quizás las personas en forma individual no podrían hacerlo. Sin embargo, pese a encontrarnos frente a un fenómeno colectivo que puede obrar en beneficio de la sociedad, también puede hacerlo en detrimento de ella, y de sus integrantes, que desean llevar una vida ordenada y pacífica.

Estas actividades colectivas, muchas veces pueden ser generadoras de daños y ser potencialmente más gravosas, ya que una reunión de personas multiplica su poder y su eficacia, así como su peligrosidad. Asimismo, …ver más…

Teniendo en cuenta estas afirmaciones nos cabe preguntar si ¿son todas estas cuestiones suficientes para “castigar” a los demás que obran en común pero sin causar daño alguno? ¿Es justo sacrificar a inocentes para que no escape el culpable? Existe en torno a estos interrogantes diferentes posturas que la doctrina ha tratado de explicar a lo largo de los años. Por un lado encontramos una tesis que podría clasificarse como “amplia”. Ésta teoría entiende que no es justo que deban responder los integrantes del grupo por el mero hecho que entre ellos se encuentra el autor del daño. Es decir, deja sin reparar el daño causado cuando no se puede individualizar a quien lo provocó efectivamente. En contraposición a esta tesis de ha desarrollado la postura extrema sobre esta cuestión la cual establece que debe mantenerse la responsabilidad del grupo aun luego de haber individualizado al agente dañador, es decir aun superando el anonimato. Para esta corriente doctrinaria la imputación o atribución a los integrantes del grupo no autores, tiene mayor relevancia jerárquica, mayor gravedad. De aquí se desprendería que la responsabilidad es acumulativa y no alternativa. Según esta corriente tiene similar importancia el agente por haberlo hecho y los integrantes del grupo por haberlo facilitado o contribuido a hacerlo. Jorge Mosset Iturraspe tiene una posición intermedia y a favor de la víctima, reconociendo como fundamento dos cuestiones: 1) La