Reseña el principe de maquiavelo
Pepe Martín
A ella se le nota algo raro, que no es una mujer como todas... La carita de gata... Los ojos claros, casi seguro que verdes...
Así empezaba el Molinita teatral su fascinante relato, que poco a poco va engatusando a Valentín. Como cualquier lector de El beso de la mujer araña, también quedé atrapado. Tanto que, en un viaje a Nueva York, quise conocer al autor. Le llamé por tele; fono, quedamos citados. Yo tenía la primera edición de la novela, donde hay una foto en la contraportada de un hombre atractivo, joven, more no, sonriente, con el mar de fondo.
-¿Sós buen mozo?-me preguntó Manuel para identificarme.
-Bueno... -le contesté. La expresión argentina más que un piropo es una descripción. Así que le dije que le …ver más…
Alguna, como El misterio del ramo de rosas, de la que monté una lectura dramatizada en un ciclo que coordiné para la Casa de América antes de la última Navidad, sigue sin editarse en España. Cuando recibí el manuscrito me sugería esa posibilidad de dirección, ya que los personajes son dos únicas mujeres. Aunque, ante mi duda en interpretar a Molina o a
Valentín en El beso..., «hacé Molina», me decía, «es más lindo», esta vez no había papel para mí...
«Con mi profundo agradecimiento por esta maravillosa experiencia de amistad y creación que ha sido la puesta en escena de esta novela»: así está dedicado el libro que editó Seix Barral por primera vez en 1976. Ahora tengo ante mí la edición argentina de 1993 (no pudo hacerse antes), con la foto en la solapa de un Manuel con poco pelo, que esboza una sonrisa a boca cerrada y ya no desafia al mundo. Nos mira con cierta sorna. La cubierta no es ya esa chica de melena al viento casi levitando entre nubes del primer libro. Una mantilla muy poco española nos deja entrever una mujer bastante fatal», con turbante y ojos superribeteadvs. Es la auténtica
MUJER ARAÑA, una Gloria Swanson de 1928 de la colección Manuel Puig.
Un verdadero acierto. Porque si la chica gata es La mujer pantera, en la primera peli que en la novela le cuenta Molina a Valentín, la mujer-araña es el propio Molinita, el homosexual que quiere ser mujer. En sus relatos, con nocturnidad y algo de alevosía, Molina va sacando al radical y recalcitrante