Prohibido Suicidarse En Primavera (Fragmento) Escenario: En El Hogar Del Suicida, Sanatorio De Almas Del Doctor Ariel. Vestíbulo Como De Hotel De Montaña, Recordando Esos Paradores De Turismo Construidos Sobre Ruinas De

1102 palabras 5 páginas
Prohibido suicidarse en primavera
(Fragmento)

ESCENARIO: En el Hogar del Suicida, sanatorio de almas del doctor Ariel. Vestíbulo como de hotel de montaña, recordando esos paradores de turismo construidos sobre ruinas de antiguos monasterios y artísticamente remozados por un gusto nuevo. Todo es aquí extraño, sugeridor y confortable; el mobiliario, la plástica, el trazado de las arquerías, la disposición indirecta de las luces acristaladas. En las paredes, bien visibles, óleos de suicidas famosos, reproduciendo las escenas de su muerte: Sócrates, Cleopatra, Séneca, Larra. Sobre un arco, tallados en piedra, los versos de Santa Teresa.

Ven muerte tan escondida

que no te sienta venir

porque el placer de morir
…ver más…

Hans. —Puede añadirse un poco de menta, espliego...

Dama. —No sé... El lago también me gustaría, pero está tan frío... No sé, no sé qué hacer... ¿Qué pensará usted de mí, doctor?

Doctor. —Por Dios, señora; le aseguro que no tenemos prisa ninguna.

Dama. —Gracias. ¡Ah, morir es hermoso, pero matarse!... Dígame, doctor: al pasar por el jardín he sentido un mareo extraño. Esas plantas ¿no estarán envenenadas?

Doctor. —No; todavía no hemos descubierto la manera de envenenar un perfume.

Dama. —Lástima, ¡sería tan bonito! ¿Por qué no lo ensayan ustedes?

Doctor. —Es difícil.

Dama. —Inténtelo. Yo tampoco tengo prisa; puedo esperar.

Doctor. —Siendo así, lo ensayaremos.

Dama. —Gracias, doctor, es usted muy amable conmigo.

(Va a salir. Se detiene al ver llegar al Amante Imaginario. Es un joven de aspecto romántico y enfermizo. Vive ensimismado. Suena detrás de él una campana, y se vuelve sobresaltado. Se recobra. Saluda turbado.)

Amante. —Buenos días...

Doctor. —¿Ha elegido usted ya su... procedimiento?

Amante. —No, todavía no. Pensaba.

Hans. (Ofreciendo la mercancía como en un bazar.) —Tenemos un sauce especial para enamorados, un lago de leyenda... Si le gustan los clásicos, podemos ofrecerle el ramo de rosas con áspid, modelo Cleopatra, el baño tibio, la cicuta socrática...

Amante. —¿Para qué tanto? Cuando la vida pesa, basta con un árbol cualquiera.

Hans. (Apresurándose a tomar nota en su

Documentos relacionados