Posicion de la mujer en la sociedad
Digamos también que desde el siglo pasado el movimiento feminista ha seguido dos direcciones contrapuesta: aquella que sostiene que los derechos de la mujer no deben rebasar el marco puramente reformista, y la otra que reclama que los derechos de la mujer, su recuperación humana incluida, deben ser parte de un movimiento que no solo cambie el destino genérico, sino también el destino de toda la humanidad.
Si el feminismo es ciertamente, un método de acercarse a la vida y a la política, se desprende como conclusión lógica que este opera como transformador de esa vida y de esas políticas causales de nuestra opresión como mujeres.
Decía también que nuestra histórica marginación del poder, entendido de este como imposición sobre el otro, nos ha otorgado modos culturales de actuar que nos son específicos. Nuestro rechazo de la jerarquía, para citar uno solo de ellos, conspira no solo contra el poder presente sino también contra el que se construye, posibilitando, en la concreción de nuestras luchas, el nacimiento de una sociedad, utópica aun, en que el hombre puede realizarse como ser humano total. Es por eso que dentro de este proceso de cambio, tanto en su aspecto práctico como en el teórico, las mujeres somos portadoras de nuevas formas, muchas de ellas inéditas hasta el momento