PRÓLOGO.

1. La ética es ante todo una perspectiva personal, que cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor para su buena vida. En cambio, la actitud política busca otro tipo de acuerdo, el acuerdo con los demás, la coordinación, la organización entre muchos de lo que afecta a muchos. En el terreno ético la libertad del individuo se resuelve en puras acciones, mientras que en la política se trata de crear instrucciones, leyes, formas duraderas de administración.
2. En la política, son los medios los que deben justificar el fin.
3. Para ser plenamente humanos tenemos que vivir entre humanos, es decir, no solo como humanos sino también con los humanos. Si me desentiendo de la sociedad humana d la que formo parte seré tan …ver más…

7. El grupo social se presenta como lo que no puede morir, a diferencia de los individuos, y sus instituciones sirven para contrarrestar lo que cada cual teme de la fatalidad mortal: si la muerte es soledad definitiva, la sociedad es compañía permanente.
8. La vida humana es tan compleja: porque siempre estamos inventando cosas nuevas y gestos inéditos contra las aborrecidas pompas fúnebres de la muerte.
9. La muerte es lo “natural”; por eso la sociedad humana de cierto modo es lo “sobrenatural”, un artificio, la gran obra de arte que los hombres “convenimos” unos con otros, el verdadero lugar en que transcurre esa mezcla de bilogía y mito, de metáforas e instintos, de símbolos y de química que es nuestra existencia propiamente humana.
10. La razón de que el hombre sea un ser social, más que cualquier abeja y que cualquier animal es clara: Solo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto.
11. En la historia del género humano el Estado, en su forma actual, es un producto tardío del proceso de civilización.

CAPÍTULO SEGUNDO. OBEDIENTES Y REBELDES.

1. Somos bichos sociables, pero no instintiva y automáticamente sociales. Los humanos inventamos formas de sociedad diversas, transformamos la sociedad en que hemos nacido. En una palabra: no solo repetimos los gestos de los demás y obedecemos las normas de nuestro grupo, sino