Origen del sistema financiero
El origen del sistema bancario data de los tiempos antiguos. Alrededor del Tercer Siglo Antes de Cristo, los bancos de Persia y otros territorios del Imperio Persa, emitieron notas de crédito conocidas como Sakks. Se sabe que los comerciantes Musulmanes usaron estos cheques o Sakks desde la era de Harun al-Rashid (Siglo IX). En ese mismo Siglo IX, un comerciante Musulmán podía utilizar en China un cheque emitido en Bagdad como fuente de pago; esta tradición se vio fortalecida durante los Siglos XIII y XIV en la época del Imperio Mongol. Efectivamente, fragmentos encontrados en el Cairo Geniza indican que en el Siglo XII, estos cheques tenían un gran parecido con los que hoy en día usamos, solo que eran mas pequeños para …ver más…
4. LA BANCA EN LA EPOCA PRECAPITALISTA, LA ANTIGÜEDAD Y LA EDAD MEDIA
La actividad de la banca en la época precapitalista se manifestó primeramente en todos aquellos lugares donde había en circulación una pluralidad de clases de dinero.
En la antigüedad y principalmente en Grecia, encontramos como negocio bancario típico la aceptación de órdenes de pago y como medio de pago a distancia, la carta de crédito a favor del viajero, además, otros medios de pago, que recuerdan al cheque actual. Otro de los fines más antiguos de los bancos fue la custodia del dinero (operación de depósito).
Los templos antiguos en Babilonia, Egipto, Grecia y Roma funcionaron al principio como caja de depósito. Esta era su primordial misión como bancos, en cuanto a cajas de depósitos de los templos eran bienes sagrados y quien ponía la mano sobre ellos cometía un sacrilegio. El templo, que era el lugar oficial de custodia del dinero, empezó a otorgar préstamos particulares y públicos.
Los bancos de depósito rara vez se vieron en la Europa Medieval antes del siglo XIII. Los primeros tipos de bancos en la edad media fueron los comerciales, que hicieron su aparición en el año 1155, se dedicaron principalmente al tráfico, pero aceptaban también depósitos. No hay prueba sin embargo de que abrieron cuentas corrientes.
En el siglo XIII las ciudades septentrionales de Italia, como Siena y Florencia, llegaron