Origen del cuento mexicano
Unían a la pobreza evangélica, la bondad que presto les ganó el amor y la confianza de los vencidos. A la perseverancia, la cultura que hubo de capacitarlos para ser, a la vez que apóstoles, maestros; al vigor espiritual y físico, el heroísmo. La acción de los misioneros no sólo fue religiosa, sino eminentemente social. Extendida, en el orden evangélico, a la inmensa extensión del territorio, se resolvió a menudo en protección y amparo para los naturales. Y lejos de circunscribirla, en las ciudades, al recinto de los templos, junto a éstos los misioneros fundaron escuelas, donde a la vez que difundían las primeras letras, inculcaban en los educandos nociones estéticas y los iniciaban en las artes industriales a fin de proporcionarles prácticos medios de vida. Fueron dichas escuelas los primitivos focos de donde irradió la civilización en la Nueva España; y no ya por las actividades que en ellas emprendieron los escolares, sino principalmente por las allí desarrolladas por los maestros, puede considerárselas como la cuna de la cultura mexicana. 1º. Los colegios.- Correspondió a Fr. Pedro de Gante (1479-1572), flamenco de origen y deudo de Calos V, uno de los tres franciscanos que primero llegaron al territorio en 1523, la gloria de haber sido el fundador del primer plantel de enseñanza en América: la escuela de San Francisco de México, que él mismo dirigió con habilidad y constancia asombrosas por espacio de medio siglo.