Obras De Rousseau
JEAN-JAQUES ROUSSEAU es, más que un reformador, un hombre lógico. En sus obras, al mismo tiempo que critica la sociedad de su época, intenta construir mediante un razonamiento lógico una sociedad ideal. Esta lógica de Rousseau sigue dos principios:
1.- Que el estado de naturaleza es superior al estado de sociedad.
2.- Que no es posible volver al estado de naturaleza.
Sus obras son: AÑO | OBRA | 1750 | Discurso sobre las ciencias y las artes (filosofía) | 1755 | Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (filosofía) | 1758 | Carta a D'Alembert sobre los espectáculos (ensayo) | 1761 | Julia o La nueva Eloísa (relato) | 1762 | El contrato social o Principios de derecho político (filosofía) | …ver más…
¿Cómo se ha operado esta transformación? Lo ignoro. ¿Qué puede convertirlo en legítimo? Creo poder resolver esta cuestión”. A partir de esta reflexión, trata de encontrar las condiciones de existencia legítimas de toda sociedad. Esto es posible, dice, a través de un contrato social, que debe cumplir una serie de características para ser válido.
• Libro Segundo
Es en esta parte de la obra donde Rousseau plantea su idea de la voluntad general, que pretende lo mejor para la comunidad. El autor entiende que es preciso obligar a los individuos a acatar la voluntad general, porque de esta forma se les estará haciendo libres.
• Libro Tercero
Rousseau plantea una división del cuerpo político en dos ramas:
-Legislativa, que corresponde al pueblo por ser éste el que hace las leyes.
-Ejecutiva, delegada en uno o más individuos con la misión de cumplir con la voluntad general, que no pueden actuar bajo criterios de voluntad propia, sino que simplemente actúan de acuerdo a lo que marcan las leyes.
Lo importante es que se mantenga la independencia entre las funciones asignadas a cada una de estas dos ramas.
• Libro Cuarto
En este tramo final de la obra, Rousseau expone que el hecho de que la voluntad general no sea la voluntad de todos, puede ser fatal. Sin embargo, explica, el ciudadano, al aceptar el contrato social, ha dado su consentimiento implícito a todas las leyes que la voluntad general acepte, incluso a aquellas