El capitán: Era una persona importante y conocida en los pueblos. Él era conocía de armas y sobre todo detestaba al clero religioso en especial a los sacerdotes que abusaban con el pueblo.
Bibliografía.
Libro:
ALTAMIRANO, Ignacio Manuel.
“La Navidad en las Montañas”
Edit. Grijalbo, S.A. De C.V.
México, DF.
1998
Pág. 127. i Un capitán del ejército, viajaba solitario por un desolado camino que lo ha de conducir al lejano pueblo al que ha sido enviado, mientras cabalgaba el atardecer lo alcanza y muestra el hermoso paisaje con los bellos colores de la naturaleza, así mismo ve a los animales beber en arroyos que bajaban de las colinas.

II
Esa era la tarde del 25 de diciembre, y los recuerdos de la infancia no se hicieron …ver más…

VI
El capitán recordó que solo otros dos personajes lo habían conmovido hasta el llanto y al mismo tiempo lo había hecho sentir tan dichoso, uno era Vicario de Aldea, de un LIBRO de Enrique Zschokke y el otro era el P. Gabriel de Eugenio Sue.

VII
Llegaron por fin al pueblo, que estaba lleno de jardines, los cuales el cura había ayudado a cultivarlos, ya que antes solo había entre la tierra grandes árboles sin hojas. Ahora por doquier se podían admirar hermosas flores y árboles frutales, que día a día crecían y se volvían más frondosos y bellos. El sacerdote contó que antes apenas y cultivaban para sobrevivir, pero ahora las cosechas de maíz eran suficientes para alimentarse e incluso ya habían instalado un molino, para ayudar en esta difícil tarea a las mujeres que se la pasaban moliendo a mano en el metate. Parecía que el cura estaba sacando adelante al pueblo a muy buen paso, ya que en los tres años que llevaba, ya lo había sacado del estado salvaje en el que se encontraba.

VIII
En la entrada del pueblo se encontraban unos pequeños niños jugando cerca de una fogata, y cuando vieron al padre acercarse, echaron a correr gritando “el hermano cura ha llegado”, la gente comenzó a acercarse y a rodearlo, y juntos se dirigieron a la casa del sacerdote, que se encontraba a un lado de la iglesia y muy cerca de una casa hermosísima, que era nada menos que la escuela del pueblo.