Monopolio europeo
Este fragmento de texto pertenece a un conjunto de diez folletos que constituyen la obra “Lamentos políticos de un pobrecito holgazán”. La obra es uno de los grandes éxitos del periodismo satírico de la época, donde el autor, mezcla el costumbrismo con la crítica al Antiguo Régimen, reflejándose así como un liberal convencido.
El autor del mismo es Sebastián de Miñano y Bedoya (1779-1845), escritor, periodista, geógrafo, historiador y político afrancesado español.
La obra fue publicada en el año 1820, coincidiendo con el periodo histórico conocido como trienio liberal. Este periodo se caracteriza por su inestabilidad política, causada por el profundo rechazo del monarca al régimen constitucional, así …ver más…
El tercero, por su descripción, es posiblemente un monje capuchino. El cual arengando al campesino sobre las penurias de su orden le arrebata media fanega de trigo y unas pastillas de chocolate. El cuarto es un lego de las monjas de la esquina, como dice el autor “viene por lo acostumbrado, y carga con igual pitanza que los otros”. Después le sigue el padre que hizo las últimas misiones y también se lleva su parte. Al pobre campesino aun le falta por pagar la renta de las tierras arrendadas a los monjes del desierto.
Aun realizando todos estos pagos este campesino no queda exento de realizar el pago de la primicia a la Iglesia. Por último se presentan “los lechuzos seculares” para cobrar las contribuciones reales. Dichos cargos eclesiásticos no dudan en argumentar sus peticiones, tanto por un acto de fe como para mejorar la situación de los cautivos de Argel, pero como bien señala el autor se hace evidente que solo es un argumento ya que no cumplen lo que predican, como se extrae: “Pues ¿qué corazón habrá que se resista a mejorar la suerte de nuestros hermanos los cautivos de Argel? Después de más de dos siglos que están en aquellas mazmorras, sin más auxilio ni esperanza que el rescate que ha de llevarles el padre procurador de los mercedarios, ¿dudaremos todavía en largar un peso duro para que don Fray cualquiera haga como que va todavía a regatear con los moros? ¡Qué de cadenas veremos, y qué de grillos y