Ministeio presbiteral
6314 palabras
26 páginas
Preparación para el servicio presbiteral por Joseph RatzingerLa idea general de reforma del Concilio Vaticano II incluía un proyecto de formación renovada para el servicio presbiteral. Pero los últimos años 60, cuando debía llevarse el programa a la práctica, estuvieron marcados en todo el mundo occidental por la crisis progresiva de sus fundamentos espirituales. La renovación entrañaba, en la mente del Concilio, la continuidad y la transformación en igual medida; pero el cambio aparecía como una esperanza en el clima revolucionario de aquellos años; todo lo tradicional era considerado como un lastre, traba y amenaza que era preciso eliminar de una vez. Así, la hora de la renovación se convirtió por lo pronto en crisis. La …ver más…
Este cambio debe realizarse concretamente en el seminario sacerdotal, para que luego el futuro sacerdote, en su parroquia o dondequiera que esté, sea capaz de reunir a las personas en la familia, en la comunidad doméstica de Dios. El texto habla de casa “espiritual”. Este adjetivo no significa, como sugiere nuestra sensibilidad lingüística, una casa en sentido meramente figurado y, por tanto, impropio e irreal. “Espiritual” hace referencia aquí al “Espíritu Santo”, es decir, a la fuerza creadora, sin la cual no existiría nada. Una casa espiritual, edificada por el Espíritu Santo, es por tanto la casa verdaderamente real. El vínculo que procede del Espíritu Santo cala más hondo, es más fuerte y vivo que el mero parentesco de sangre. Las personas que se reúnen en virtud del toque común del Espíritu Santo se hallan más próximas entre sí de lo que puede lograr cualquier otro parentesco. El Evangelio de Juan habla a este propósito de aquellos que creen en el nombre del Logos y adquieren así una nueva genealogía, de aquellos “que no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino de Dios” (1,13). Se establece así el vínculo con Aquel que no fue engendrado por voluntad carnal sino por la fuerza del Espíritu Santo: Jesucristo. Nos convertimos en “casa espiritual” cuando somos comunidad familiar con Jesucristo. Esto confiere esa sintonía interna, esa impronta nueva y ese nuevo fundamento vital que es más fuerte que