1) ¿Qué mujeres aparecen en el relato? ¿Qué perfiles tiene cada una de ellas? Justifica con citas textuales.
2) ¿Qué relaciones se pueden establecer entre el titulo del cuento y el mito de Perseo?
3) ¿Qué punto de contacto se puede analizar entre el cuento y el resto de los mitos ya vistos?
4) ¿Desde qué perspectiva está narrado el relato? ¿Cómo hubiese sido la historia si la contaba Celina? Y la madre? Y Roberta? Elige una de esas versiones y redacta el cuento. (Evaluativa)

1) Las mujeres que aparecen en el relato son: La madre, Celina y Roberta.
Celina: Con ojos profundos como dos pozos de agua, delicada y no muy buena para el trabajo en el campo.
La madre: Posesiva, abusiva, mal llevada, arpía.
Roberta: Trabajadora y callada …ver más…

Acá después de un tiempo la cosa no iba muy bien, ya qué Celina no trabajaba y encima entretenía al pibe. No me olvido más la cara de mi suegra mirando a la simpática muchacha.
La suegra no era de andar con muchas mañas, siempre con cara de perro.
Un domingo los invito a todos al río, era muy raro… Muy poca vez mostraba este tipo de afecto.
Ah yo me tuve que quedar, ya que tenía que cuidar a mis hijos y como siempre, trabajar.
Tardaron un rato y era normal ya que se iban almorzar todos juntos. Cuando volvieron vi a la pobre Celina sin una pisca de vida, con sus grandes y profundos ojos apagados.
Yo había escuchado a la vieja hablar con mi marido, entre tanto cuchicheo escuche algo sobre una víbora en la olla y de una corrida detrás del sulky. Quede verdaderamente atónita detrás de la noticia, los dos mataron a Celina y su marido, mi cuñado, no hizo nada para salvarla.
En el pueblo todos creían que la pobre Celina había sido víctima de la víbora y nada más, como a cualquiera le puede pasar ¿no?
Pero no, no era así, yo, la Roberta, sabía que todo lo que había pasado, era un maldito plan para deshacerse de Celina.
Cuando el tiempo pasó y todos creían que el tema estaba olvidado. Tome mucho valor, mis trapos, mis chicos y no lo dude ni un segundo. Rápido, rápido, rápido corrí al pueblo y no titubee ni un segundo en contarle toda la verdad al comisario.
El comisario me escucho y no lo podía creer, rápidamente agarro su auto y