Leyendas De Poza Rica
Se les ve al atardecer lavando ropa en los esteros
Las Tepas del Mollejón (4)
Allá por los años 30, a orillas del Arroyo el Mollejón En Poza de Cuero, vivía una señora de nombre Abundia Becerra quien tenía una hija pequeña, Galdina quién en cuanto aprendió a caminar se aficionó a jugar en la orilla del afluente. Una tarde, mientras la madre realizaba sus tareas domésticas, la niña salió a jugar y cuando más entretenida estaba, en la otra orilla del arroyo aparecieron unas mujeres de estatura pequeña que vestían de blanco y le decían, “Ven, Galdina, Ven”. La niña abandonó sus distracciones infantiles y comenzó a caminar en dirección de las mujeres que seguían llamándola. Abundia, la madre, al notar la ausencia de su hija comenzó a buscarla por la pequeña casa que habitaban y al no encontrarla salió al patio que daba al arroyo y vio a la pequeña que estaba a punto de meterse al agua. La madre asustada llamó a gritos a la pequeña quién súbitamente detuvo su andar, pero no volvió la cabeza pues seguía mirando a las mujeres que seguían llamándola desde la otra orilla. La progenitora comenzó a correr en dirección de su pequeña hija que, aún cuando ya no caminaba, seguía como hipnotizada mirando en