Leyenda Del Sempasuchil
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Leyenda de sempasuchilEl Dia de Muertos es una fecha llena de tradición, símbolos y leyendas. Una leyenda más nos habla del origen de la flor de cempasúchil. Que es la flor principal en los altares dedicados a nuestros fieles difuntos.
Cuentan que en Maninalco al morir alguien, los familiares adornaban la tumba con ramos de pequeñas flores amarillas llamadas Tonalxochitl, pues se creía que estas flores poseían la habilidad de guardar en sus corolas el calor de los rayos solares.
Los Mexicas al pasar por el valle de Malinalco adoptaron esta tradición, solo a ellos esa flor les pareció muy sencilla, y con el paso del tiempo transformaron la flor de Tonalxochitl en una flor con más pétalos, hasta que lograron juntar en una sola flor …ver más…
La celebración en el mundo prehispánico Pintura de "La Catrina" sobre una de las calles de Guaymas, México.
Para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.
De esta forma, las direcciones que podrían tomar los muertos son:
El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos que morían en circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que morían por efecto de un rayo, los que morían por enfermedades como la gota o la hidropesía, la sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios. El Tlalocan era un lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos generalmente se incineraban, los predestinados a Tláloc se enterraban, como las semillas, para germinar.
El Omeyocan, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este lugar llegaban sólo los muertos en combate, los cautivos que se sacrificaban y las mujeres que morían en el parto. Estas mujeres eran comparadas a los guerreros, ya que habían librado una gran batalla, la de parir, y se les enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al sol