La valoración de los ecosistemas en aras de los objetivos del nuevo milenio
El tejido óseo se forma a partir de un tejido conectivo laxo que contiene células estrelladas pluripontenciales conocido como mesénquima. Su origen puede ser del mesodermo paraxial, de la hoja somática del mesodermo lateral o bien del ectomesénquima proveniente de las células de la cresta neural.
La formación inicial del hueso implica la condensación del mesénquima, y la participación de matriz extracelular rica en ácido hialurónico y proteoglicanos como el condroítin sulfato.
El cartílago se forma in situ a partir de la quinta semana de gestación por condensación del mesénquima local, el cual se condensa para formar centros de condrificación a partir del cual se diferenciaran condroblastos. Existen