La transición democrática española
El día 3 de julio de 1976 Adolfo Suárez fue designado por el Rey para desempeñar el cargo de jefe de gobierno. Suárez provenía del franquismo, había sido ministro en el gabinete anterior, por lo que su nombramiento causó un gran recelo en la oposición y satisfacción en los sectores del régimen.
Poco a poco el gabinete presidido por Suárez fue cobrando protagonismo y credibilidad y a mediados de julio hizo una declaración programática que marca el inicio de las reformas. En esa declaración, partiendo del principio de que la soberanía reside en el pueblo, anuncia la celebración de elecciones generales antes del 30 de julio de 1977. La idea era hacer la reforma dentro de la legalidad, hacer una ruptura pactada contando con mayor consenso y apoyo de las fuerzas políticas, para desmantelar lentamente la dictadura para llegar a la democracia.
Acompañando estas ideas, Suárez pone en marcha algunas medidas reformistas: - Renuncia del Rey al privilegio de presentación de obispos.
- Aprobación de una amnistía para presos políticos (salvo terrorismo).
- Ampliación de la tolerancia pública que amplía la libertad de expresión.
- Negociaciones para legalizar centrales