La dama de las camelias (guión-primeros capítulos)
Un hombre normal se detiene a leer un gran cartel amarillo, en el cual se mencionaba una subasta sin pensarlo mucho, al día siguiente el hombre va a la calle Antín, al departamento No. 9, era temprano, y solo había algunas personas, así que se puso a curiosear por el apartamento. De un momento a otro este se dirige hacia un guardia.
Hombre: (Dirigiéndose al guardia con amabilidad) Señor, ¿podría usted decirme el nombre de la persona que vivía aquí?
Guardia: La señorita Margarita Gauntier.
Hombre: (Sorprendido) ¡Cómo! ¿Margarita Gauntier ha muerto?
Guardia: Si, señor.
Hombre: (Preocupado) ¿Y cuando ocurrió eso?
Guardia: Hace tres semanas.
Hombre: ¿Y por qué permiten visitar el apartamento?
Guardia: Los …ver más…
Armando: Este es, este es (Dos gruesas lagrimas cayeron de sus ojos). Y bien, señor (levanta la cabeza hacia el hombre), ¿aprecias usted mucho este libro?
Hombre: ¿Por qué, señor?
Armando: Porque vengo a pedirle que me lo ceda.
Hombre: Perdone mi curiosidad; ¿usted fue entonces quien se lo dio a Margarita?
Armando: Yo mismo.
Hombre: Este libro es suyo señor, tómelo, me alegra poder devolvérselo.
Armando: Pero permítame devolverle lo que usted pago por el.
Hombre: Permítame regalárselo. El precio de un volumen en una subasta es insignificante, ya no recuerdo cuanto pague por el.
Armando usted pago cien francos.
Hombre: (Nervioso) Es verdad, ¿Cómo lo sabe?
Armando:(Temeroso) Es muy sencillo yo planeaba llegar a tiempo para la subasta de Margarita, pero no llegue hasta esta mañana. Quería tener un objeto de ella y corrí a ver al perito tasador con el fin de pedirle la lista de compradores. Vi que este libro lo había comprado usted y vine a pedirle que me lo cediera.
Hombre: (Tratando de tranquilizar a Armando) Solo conocí a la señorita Gauntier de vista. Quise compara algo en la subasta y empecé a subir sobre el precio de este libro, no se porque, por el placer de hacer enojar a un señor encaprichado con el, y parecía apostar que yo no lograría tenerlo. Así que le repito, señor, que este libro esta a su disposición y le ruego de nuevo que lo acepte para que sea entre nosotros la promesa de un conocimiento más largo y de relaciones