La cena de las cenizas
Y es Bruno quien predica la libertad, tanto de expresión como de pensamiento y esboza aquí trazos de su filosofía acerca de la infinitud del universo y la divinidad presente en la naturaleza, en todo, incluso dentro de las mismas personas.
Teófilo habla del criterio de la verdad en referencia a los sabios y los ignorantes, los pocos que llegan a poseer la verdad deben tener cuidado a la hora de quien se la quieren mostrar, ya que unos son los ignorantes por desconocimiento, pero otros dentro de su ignorancia se creen sabios, y no admitirán que otra persona les quiera enseñar a ellos y responderán con violencia. Solo unos pocos que veneran el estudio y la búsqueda de la verdad, están abiertos a que alguien sabio les muestre conocimiento.
A esto le replica Prudencio que los antiguos son los que poseen la verdadera sabiduría.
En respuesta, Teófilo expresa la concepción del conocimiento de Bruno, en cuanto es más sabio porque más viejo el estudioso actual que el antiguo, ya que posee tanto la sabiduría que haya adquirido, como la sabiduría de todos los que vivieron antes que él y a la que tiene acceso.
La falta de argumentos para establecer el criterio de verdad en función de la antigüedad o de la autoridad, Bruno intenta discernirlo en función de los resultados, “los frutos”, que den cada uno.
Segundo diálogo
El anfitrión, Fulke Greville, quería conocer la teoría de Bruno acerca del