La biblioteca como fuente de información
Pero es algo que debe ser dicho.
Si el aprendizaje de nuevas piezas te resulta difícil... probablemente se debe a que tu lectura no es muy buena.
Ahí está, ya lo dije.
Piénsalo por un momento. Si cada nota te lleva treinta segundos de trabajo, te llevará un largo tiempo atravesar toda una línea completa de música. Y probablemente tus nietos estén comenzando la escuela primaria al momento en que finalices la pieza entera :-)
No sorprende, entonces, que a algunas personas no les guste practicar.
Pero imagínate por un momento. Hay algunos estudiantes de música que pueden …ver más…
No estarás siempre en lo correcto, pero sí lo estarás la mayoría de las veces.
Por ejemplo, si me encuentro en Mi Mayor, no estoy a la espera de encontrarme ningún Si bemol. Pero sí estaré esperando ver muchos Fa, Do, Sol y Re sostenidos a lo largo de esta pieza.
Por contraste, una pieza en La menor consistiría mayormente en notas sin alteración. En Dob Mayor probablemente cada nota tendrá un bemol.
¿Y cómo sé yo esas cosas? No es porque soy particularmente listo. Es porque conozco mis escalas.
Verás... las escalas no son simplemente ejercicios para dedos (al margen de que sean muy buenos ejercicios para dedos). Son alimento para el cerebro. Cuantas más escalas domines, más tonalidades y armaduras conocerás automáticamente. Y cuantas más tonalidades y armaduras conozcas, más grande será la posibilidad de que la pieza que estás tocando ahora mismo esté en una tonalidad con la que estés familiarizado.
Así es como funciona. La Mayor tiene, por ejemplo, tres sostenidos: Fa, Do y Sol. ¿Y sabes qué? Esas notas serán sostenidos nueve de cada diez veces en cualquier pieza que se encuentre en La Mayor. La escala está ahí sólo para recordarte -de antemano- qué notas de esa tonalidad necesitarás.
Ahí lo tienes. La próxima vez que tengas un