En este capítulo, Bruner propone desechar la metáfora del ordenador y volver a la idea original de la revolución cognitiva que pretendía poner el significado y los procesos y transacciones como eje central de la psicología humana. Para ello se basa en dos argumentos. En primer lugar, es imposible comprender a un ser humano sin tener en cuenta sus estados intencionales. En segundo lugar, dichos estados sólo pueden expresarse a través del sistema de símbolos de su cultura. Gracias a este, el significado cobra una forma pública y transaccional.

Las teorías clásicas sobre la relación entre biología y cultura consideraba que la primera imponía límites modificables por la segunda mediante "prótesis". En la que propone el autor, es la cultura …ver más…

Estos significados culturales institucionalizados guían nuestras acciones.

Para Brunner, la base de cualquier psicología cultural es la psicología popular. Esta última tiene una series de componentes claves, como el concepto de persona, que se atribuye de forma selectiva y es a menudo negado a los miembros de exogrupo. Otro componente de la psicología popular es el de la existencia de un mundo externo al individuo que afecta a sus deseos y creencias, proporcionándole o no oportunidades. La división entre un mundo externo y otro interno a la experiencia hace surgir tres dominios: aquel que está bajo el control de los estados intencionales, los acontecimientos que no podemos controlar y la problemática, una mezcla de los dos anteriores. Michelle Rosaldo sostenía que nociones como el "yo" o "afecto" surgían de un mundo de significados sociales.

Las narraciones se caracterizan por ser inherentemente secuenciales. Se componen de una serie de sucesos, estados mentales o acontecimientos que ocupan una configuración global, formando la trama. Otra característica es que pueden ser reales o imaginarias: su trama no depende de realidad o no de estos, sino de la secuencia de oraciones de las que están compuestas. Como más tarde dice el autor, las historias ficticias a menudo adoptan la retórica de la realidad, y la autobiografía toma la forma del relato ficticio.

Para Brunner, la ficción se diferencia de la exposición por contener una serie de