La Persona Humana y Sus Derechos
Y por último la dimensión que habla de la sociabilidad humana, donde podemos decir que Dios creó al hombre como un ser único, libre y responsable, pero, a la vez como un ser social que necesita integrarse en una vida comunitaria para solidarizarse, comunicarse y trabajar con sus semejantes y esto es lo que distingue al hombre del resto de la creación terrenal. Dios creó al hombre como un ser social y para crecer y realizarse necesita de la comunicación con el otro u otros. Para ello el hombre debe despojarse de su egoísmo y practicar la verdad que es reconocer el bien para sí mismo pero también para los demás. Sintetizando estas cinco dimensiones podemos afirmar que el hombre ha sido creado por Dios como una unidad de cuerpo y espíritu, con una inteligencia y voluntad que lo eleva por sobre el resto de la creación, como un ser único e irrepetible con conciencia de sí mismo y de sus actos, libre para tomar sus propias decisiones en el respeto hacia la dignidad de todos sus semejantes, que puede plasmado dentro de la sociedad. Dentro del respeto a la dignidad de la persona humana encontramos los derechos humanos cuyo fundamento natural es el hombre mismo y Dios, su Creador. Estos derechos tienen diversas características: son universales porque son inherentes a todos los seres humanos, sin ninguna excepción, ni en el tiempo, lugar o individuo; son inviolables ya que están enfocados hacia la dignidad de la persona y su respeto