La Leyenda De Cantuña Dramatización
670 palabras
3 páginas
Guión: “La leyenda de Cantuña”Narrador: En los tiempos de la colonia existió un indio llamado Cantuña, acogido por los franciscanos aprendió las artes de la construcción de su tutor y amigo Fray Jodoco, él le enseñó además a leer y escribir. Cierto día un señor del cabildo llegó con una gran orden.
Fray Jodoco: Buenos días señor. ¿Qué lo trae hasta aquí?
Señor: Su majestad el Rey desea que se construya la más hermosa de las Iglesias, me han enviado hasta usted.
Fray Jodoco: Me encuentro viejo y cansado no obstante déjeme presentaros a mi protegido. Su nombre es Cantuña, ha desempeñado trabajos de gran dificultad obteniendo resultados inmejorables, él podría hacerse cargo.
Narrador: Lleno de malas intenciones el español impuso un …ver más…
Satanás: jajajajaja ¿Por qué tan asustado? sólo vengo a ayudarte.
Cantuña: ¿Cómo podrías ayudarme tu ángel de las tinieblas?
Satanás: Con mi gran poder puedo terminar esta iglesia antes de las campanadas del amanecer, lo único que pido a cambio es algo muy insignificante… tu alma. c ¡Jamás demonio!
Satanás: Vas a rechazarme… te recuerdo que tu otra opción es humillarte tras las rejas.
Cantuña: Acepto… tendrás mi alma si hasta el amanecer la iglesia está terminada y siempre y cuando no falte ni una sola piedra.
Satanás: jajajajaja así se hace mi querido indio es un trato entonces.
Narrador: De pronto empezaron a brotar desde la tierra miles de pequeños diablitos, que al mando de Satanás comenzaron con la construcción de la Iglesia. Faltando poco para que los primeros rayos de sol iluminaran el cielo Cantuña se dio cuenta de su error.
Cantuña: Dios apiádate de mi alma, estoy profundamente arrepentido, no permitas que pase la eternidad en tinieblas, ayúdame por favor, ¡escucha mis súplicas!
Narrador: Cantuña se percató que a su derecha se encontraba una piedra, sí era la que faltaba para terminar aquella construcción, rápidamente la tomó entre sus manos y la guardó dentro de su poncho.
Satanás: Es hora indio entrégame tu alma.
Cantuña: ¡No demonio! te faltó una. (Empiezan a sonar las campanas del amanecer)
Satanás: Lograste