La Inmolación Por La Belleza
Una vez ejecutada la metamorfosis, “todos” lo admiran y reconocen su nuevo aspecto como algo sofisticado, mítico o exótico. Incluso provoca la envidia de aquellos que, igualmente, lo continúan criticando. La reacción social culmina en la progresión ascendente de la línea 17, que pone de manifiesto la evolución psicológica del personaje, que ha pasado de la frustración a la felicidad: “El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad”. Este ánimo del personaje lo impulsa a sacrificar su integridad física para conservar la belleza que había logrado, por eso decide no volver a moverse y evitar perder los adornos de su “traje miliunanochesco” que lo transformaron en un erizo hermoso. El desenlace es inesperado para el lector y contiene cierta ironía: “Así permaneció durante todo el verano. Cuando llegaron los primeros fríos había muerto de hambre y de sed. Pero seguía hermoso.” En cuanto al estilo, el texto emplea un lenguaje culto, el cual subraya el aspecto sofisticado del personaje tras su trasformación física, así como el ideal de belleza preconizado socialmente. El relato es rico en figuras y recursos literarios, principalmente, la enumeración, la gradación y la ironía. El tono del relato es moralizante, ya que destaca la intención didáctica del mismo. En conclusión, “La inmolación por la