Interfaces olfativas y gustativas
Enero 2014
1. Índice 1
2. Resumen 2
3. Los sentidos 2
3.1. El gusto 2
3.2. El olfato 2
4. Dificultades e investigaciones 3
5. Interfaces 4
5.1. Interfaces olfativas 4
5.2. interfaces gustativas 6
6. Utilidades 7
7. Conclusiones 7
8. Referencias 8
2. Resumen
Vista, oído, tacto y… ¿qué ocurre con los otros dos sentidos? Los avances tecnológicos continúan y recientemente se han atrevido con el gusto y olfato para la realización de interfaces hápticas. La tarea no es sencilla, pero se avanza. En este trabajo de investigación se pretende mostrar los primeros pasos en esta nueva tecnología, empezando por describir los principales propiedades de estos dos sentidos (introducción), los …ver más…
4. Dificultades e investigaciones[2]
En los sistemas informáticos modernos , las interfaces visuales y auditivas están muy desarrolladas y existen muchas formas para que los usuarios obtengan la información a través de canales visuales y auditivos. Recientemente, las interfaces hápticas se han desarrollado activamente de tal manera que , en ciertos entornos , los usuarios son capaces de tocar y sentir objetos o entornos virtuales.
Mientras que los sentidos de la vista, oído y tacto, cuyas interfaces están relativamente bien desarrolladas, reaccionan ante estímulos físicos, el gusto y olfato son sentidos químicos. Este hecho hace difícil la tarea de introducir interfaces olfativas y gustativas de una manera similar a los canales sensoriales sobre la base de estímulos físicos.
Centrémonos en el olfato. Los elementos químicos que poseen olores son limitados, un total de nueve, lo cual puede hacer pensar en un principio que la idea de crear interfaces olfativas no es compleja en cuanto a cantidad de información que tratar. No obstante, esta cifra sin más es engañosa. En realidad tres de los nueve elementos olfatorios solos únicos que poseen olor de forma individual. El resto de olores son fruto de la combinación de átomos de los nueve elementos mencionados para formar compuestos, en su mayoría orgánicos. Así pues, los humanos podemos detectar