V Roma Y Cartago

El camino al gran imperio comenzó en el siglo III a. C con la derrota de Pirro.
Cartago, que dominaba el comercio marítimo del Mediterráneo gracias a su poderosa flota, no sólo renovó su tratado comercial con Roma, por siglos suspendido, sino que se transformó también en su aliado militar en la guerra contra Pirro.
Pero lentamente, la avanzada romana hacia el sur de Italia con la posibilidad concreta de apoyo por parte de Roma a los griegos de Sicilia en su lucha contra Cartago, hicieron comprender a esta última que se aproximaba el fin de la paz.
Cuando Hierón II, jefe de los griegos sicilianos y autoproclamado rey de Sicilia, cercó Masana para poner fin a los saqueos por parte de los mamertinos de las ciudades …ver más…

El paso del ejército de Italia a Sicilia, el apoyo de Hierón y un sorpresivo desarrollo de su flota, dieron a Roma la victoria en esta primera guerra púnica.
Los éxitos que se sucedían en la contienda, alentaron a Roma a organizar una avanzada en territorio africano con la sola idea dar el último golpe sobre Cartago misma; pero a pesar de estar cerca de acariciar la victoria, los romanos se vieron superados por los cartagineses que recibieron ayuda del general espartano Jantipo.
La guerra volvió a focalizarse en Sicilia. Por el lado romano, su destacada infantería comenzó a inclinar la balanza en su favor amedrentando lentamente al durísimo ejército cartaginés que estaba bajo las órdenes del joven general Amílcar Barca.
El desgaste, producto de años de guerra , que evidenciaban ambos combatientes, llevó a Roma a ofrecer condiciones de paz que resultasen aceptables para su enemigo. Pagando una moderada suma de dinero y entregando sus posesiones en Sicilia, Cartago se garantizó la paz. La isla siciliana, que durante años había sido el teatro de operaciones de una durísima guerra, se convertía entonces en la primera provincia romana.
De vuelta en Africa, Amilcar Barca tuvo que reestablecer el orden en Cartago poniendo fin a un motín que encabezaban mercenarios ex combatientes en Sicilia que reclamaban su paga, a los que se sumaron bereberes, númidas y algunas ciudades fenicias de la costa.
Habiendo perdido para siempre los mercados en Italia y Galia y las