Historia del arte peruano
En cuarto lugar, hay que poseer imparcialidad mental; si un solo hecho está en contradicción o no se ajusta debidamente a la hipótesis, ésta ha de ser desechada sin contemplaciones - así les decía a sus estudiantes -. Estas dos cualidades, liberalidad en la construcción de hipótesis e imparcialidad al juzgarlas no se hallan en contradicción. Con frecuencia, Pávlov sorprendía la imaginación científica de sus oyentes para aplicar seguidamente la severa comprobación de los hechos a la "visión" científica así creada.
La quinta cualidad es la disposición a verificar. Pávlov no se asustaba de repetir e, incluso, a veces se alegraba de ello. En su curso incluía experimentos que había venido repitiendo anualmente durante medio siglo. Y, no obstante, cada vez los
iniciaba con cierta ansiedad: "Quizás esta vez no ocurra", se decía. Pero sus experimentos siempre fueron satisfactorios.
La sexta cualidad es la atención al detalle. Para Pávlov, mientras llevaba a cabo una experiencia, nada era de importancia secundaria en las circunstancias o en la conducta: todo recibía por igual su intensa atención.
Finalmente, en séptimo lugar, colocaba la modestia y la simplicidad. "Nunca piensen que saben todo. Tengan siempre el ánimo de confesarse: soy un ignorante". Cuanto más complicada era la teoría que iba a exponer, tanto más preciso era el