Historia de la educación occidental
La revolución ética en la vida cotidiana y en la empresa
PARADIGMAS Y PRINCIPIOS De adentro hacia fuera
No hay en todo el mundo un triunfo verdadero que pueda separarse de la dignidad en el vivir.
Podemos conseguir las metas planteadas gozar de un éxito profesional extraordinario, pero sin perder nuestra vida personal y familiar ya que al final estas serán la única importante para sentir que valió la pena. Cuando en busca del éxito nos olvidamos de nosotros y de las personas que nos rodean terminamos luchando con un ansia interior, con una profunda necesidad de congruencia y efectividad personal, y de relaciones sanas y adultas con otras personas.
Para ser más …ver más…
En general para mantener una relación sana con las personas que nos rodena es importante tomar distancia respecto a ellas y esforzarnos por percibir su identidad, su individualidad, su condición independiente y su valor personal; verlos en su propia singularidad; su potencial a su propio ritmo y velocidad. Nos debemos apartar y relajarnos para que emerja su propia personalidad. Cuando nos deshacemos de nuestras antigua percepción y desarrollamos motivos basados en valores, nuevos sentimientos; disfrutamos de estas personas, en lugar de estarlos comparando o juzgando con ciertas expectativas sociales. Y también dejamos de manipularlo o protegerlo. Así cada quien explorara sus etapas, desarrollando una tranquila confianza; afirmándose. Madurando a su ritmo y velocidad y sobresaliendo sin ser comparado con criterios sociales, desarrollando una personalidad atractiva y franca que le permite relacionarse tranquilamente con todo tipo de personas.
«Busca tu propio corazón con diligencia pues de él fluyen las fuentes de la vida».
«Grandeza» primaria y secundaria
Si no hay una integridad profunda y una fuerza fundamental del carácter, los desafíos de la vida sacan a la superficie los verdaderos motivos, y el fracaso de las relaciones humanas reemplaza al éxito a corto plazo.
Es el carácter lo que se comunica con la mayor elocuencia.
Lo que somos puede transmitirse con una elocuencia mucho mayor que cualquier cosa que digamos o hagamos. Hay personas en